El dolor de espalda crónico no es ninguna broma: cualquiera que lo padezca puede dar fe de que puede afectar gravemente a la calidad de vida. Por otro lado, no es un problema raro en absoluto: se informa que casi la mitad de la población activa de los (más de millones de personas) ha declarado que sufre dolor lumbar recurrente. Aunque muchos recurren al tratamiento farmacológico con analgésicos para aliviar el sufrimiento, debes saber que existen formas mucho más efectivas de lidiar con él. Una de ellas es aprender qué actividades cotidianas aparentemente simples, que casi todos realizamos de manera inconsciente, causan dolor lumbar y cómo evitarlas o al menos reducirlas. De esta manera, podemos tratar el problema desde su raíz y no conformarnos con un alivio temporal. Por eso, a continuación, presentamos 10 actividades diarias que pueden estar causando tu dolor de espalda y que debes tener en cuenta para detenerlas.
Beber refrescos azucarados no es la forma más saludable de nutrir tu cuerpo y mantenerte con energía, eso es algo que todos sabemos, pero un daño adicional que causa este hábito, del que quizás no sabías, es que puede empeorar el dolor de espalda. En primer lugar, porque beber estas bebidas puede provocar la formación de cálculos renales, que provocan un dolor de espalda intenso. En segundo lugar, beber bebidas carbonatadas contribuye a la creación y retención de gases en el sistema digestivo, lo que puede causar presión en la columna vertebral. Así que si de repente te duele la espalda después de haber tomado un vaso de bebida carbonatada y azucarada, es hora de empezar a pensar en elegir agua.
Tanto si eres de los que deben leer unas cuantas páginas más del libro en el que están absortos justo antes de irse a dormir, como de los que tienen que desplazarse una vez más por las páginas de las redes sociales en el teléfono inteligente un segundo antes de cerrar los ojos, tienes un problema. De cualquier forma, la posición en la que se suele realizar esta acción puede provocar rigidez en los hombros y la espalda, crear tensión en la columna y la zona lumbar y derivar en dolor. Por tanto, si sientes que realmente quieres leer un libro o echar un vistazo a tu smartphone antes de dormir, hazlo sentado en una silla o sillón cómodo y no en una posición intermedia sobre la cama.
Es cierto que este par de acciones suenan triviales y cotidianas, y puede que te sorprenda pensar que pueden provocar dolor, pero es cierto y muy real. Para empezar, digamos que muchas personas (sobre todo las altas) se cepillan los dientes inclinadas hacia el lavabo en una posición que, si se mantiene durante 2-3 minutos durante el cepillado, puede derivar en la aparición de dolor lumbar. Además, muchos hombres que suelen afeitarse frente al espejo se afeitan lo más cerca posible para no dejar ninguna zona sin afeitar, pero durante el proceso permanecen de pie durante 10 minutos o más en una posición en la que la espalda está doblada 30 grados, lo que ejerce mucha presión sobre la zona lumbar. La solución, por supuesto, no es evitar estas dos acciones importantes, sino asegurarte de realizarlas con la espalda recta y erguida, y minimizar el exceso de inclinación hacia el lavabo o de acercamiento al espejo durante las mismas.
El sedentarismo, que nos obliga a pasar la mayor parte del día sentados, es algo muy común hoy en día, más que nunca en la historia. Esta es una causa bastante clara y conocida de diversos problemas de espalda, que se generan por estar mucho tiempo sentados en posiciones que no son saludables para el cuerpo. ¿Qué se puede hacer? Hay varias formas de superarlo, los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, por ejemplo, recomiendan trabajar en un escritorio ajustable, que también se puede cambiar a una posición de pie, porque están diseñados para ayudarte no solo a prevenir el dolor de espalda sino también a ser más productivo. Además, se recomienda que pruebes los ejercicios que se recomiendan en el siguiente artículo, que pueden ayudarte a corregir una postura sentada que daña la espalda.
Todo el mundo ya conoce los principales daños del tabaco, pero ¿sabías que uno de sus inconvenientes adicionales y "secundarios", por así decirlo, es que contribuye bastante al dolor lumbar? Incluso hay pruebas científicas de ello: en un estudio realizado por científicos de la Universidad Johns Hopkins, se descubrió que los factores de riesgo de la aterosclerosis (antecedentes de tabaquismo e hipertensión arterial) tienen una relación similar con el dolor lumbar y la rigidez vertebral. La conclusión es que fumar no solo tiene un efecto negativo en el corazón y los pulmones, sino también en la espalda, algo que se puede sentir y molestar aún más en la vida diaria. Por lo tanto, si fumas y te resulta difícil dejarlo por tu cuenta, te recomendamos que busques ayuda profesional, incluso tu espalda se lo agradecerá.
¿Alguna vez has experimentado dolor lumbar después de conducir durante mucho tiempo? Si es así, debes saber que definitivamente no es un fenómeno poco común. Si tu trabajo requiere que te sientes detrás del volante durante muchas horas, incluso solo para llegar al volante, por ejemplo, entonces el dolor de espalda que sientes puede deberse a la posición en la que te sientas mientras conduce. Para aliviar la presión ejercida sobre la zona lumbar mientras conduces, debes asegurarte de que estás sentado recto, con la espalda completamente apoyada en el respaldo del asiento. A menudo, los conductores tienden a sentarse en el medio del asiento, lo que no permite un apoyo para la zona lumbar y provoca problemas de espalda. También puedes comprar un cojín a medida para el asiento del auto, o colocar uno propio, para proporcionar a tu espalda el apoyo necesario mientras conduces.
Aunque seas de los que encuentran que limpiar y organizar la casa es algo que se hace con facilidad y estás acostumbrado a ello desde hace años, piensa por un momento en todas las acciones que realizas en el proceso que pueden dañar tu espalda. Tomemos como ejemplo la ropa para lavar: preparar diferentes prendas para la lavadora, sacarlas mojadas y pesadas con agua, reordenarlas en estantes altos en el armario, etc: todo ello supone una gran cantidad de presión ejercida sobre tu zona lumbar. Mucha gente no se plantea este tema, pero conviene empezar a tener en cuenta que incluso las tareas domésticas que parecen inofensivas pueden perjudicar tu calidad de vida a causa del dolor de espalda que provocan. Por eso, aunque está claro que debes seguir ocupándote del mantenimiento de tu casa, si determinadas acciones te provocan un dolor de espalda intenso, debes empezar a pedir ayuda con ellas a otros miembros del hogar e incluso empezar a involucrar a tus hijos desde pequeños, que aprenderán a ayudarte con ellas tanto como sea posible.
Madres, padres, abuelos, escuchen con atención: resulta que empujar un cochecito de bebé puede provocar dolor de espalda. Si lo piensas un momento, te darás cuenta de que tiene sentido: cuando empujas el cochecito y llevas a tu bebé en él, normalmente adoptas una postura ligeramente encorvada hacia el centro, lo que cambia la posición natural de la columna vertebral, lo que, por supuesto, puede ejercer una gran presión sobre tu espalda. Por tanto, la próxima vez que vayas a dar un largo paseo con el bebé en el cochecito, intenta pedir ayuda a tu pareja o a alguien que esté contigo y realicen turnos para minimizar al máximo la tensión que puede provocar en la espalda el hecho de empujar el cochecito hacia delante.
Sí, este punto va dirigido, por supuesto, a las mujeres, y es extremadamente importante porque muchas actúan de esta manera y se dañan a sí mismas y a su espalda. Las faldas ajustadas y estilizadoras pueden llamar la atención, pero también pueden provocar dolor de espalda, limitan el movimiento de las caderas, lo que crea presión sobre la columna vertebral. De manera similar, usar tacones altos con frecuencia conduce al mismo resultado: estos zapatos de tacón alto colocan los pies a una altura poco natural, lo que a su vez hace que los músculos de la espalda baja se muevan fuera de lugar. Para disfrutar de un look de moda sin sacrificar la salud de tu espalda, usa faldas que te permitan mover las piernas libremente y elige tacones que no sean más altos de 5 cm.
10. Tu dieta es incorrecta: consume alimentos que fomentan la inflamación en la espalda baja
Puede que no parezca relacionado, pero al igual que en muchos otros procesos que ocurren en el cuerpo, la nutrición tiene un papel importante en contribuir a causar o aliviar el dolor de espalda. Ya hemos mencionado anteriormente que beber bebidas carbonatadas, por ejemplo, puede provocar el desarrollo de dolor, pero hay algunos tipos más de alimentos y bebidas que la ciencia ha descubierto que pueden provocar el desarrollo de inflamación en el cuerpo, que se manifiesta, entre otras cosas, en el dolor de espalda, y son:
Se recomienda que elimines todos estos alimentos de tu dieta tanto como sea posible y, en su lugar, intentes aumentar el consumo de alimentos antiinflamatorios como:
Una dieta buena y adecuada, basada en fuentes de proteínas como pescado y pollo, consumo diario de frutas y verduras y evitar tanto como sea posible los alimentos procesados, puede reducir el nivel de inflamación en todo el cuerpo y en la zona lumbar, contribuyendo a la lucha contra el dolor de espalda crónico.