La jardinería es una de las actividades más divertidas y relajantes que podemos realizar. Aunque esta actividad se considera sólo para personas adultas, incluso los niños pueden disfrutar de la jardinería si encontramos la manera adecuada de interesarlos e involucrarlos. Afortunadamente, existen muchas formas divertidas de hacer de la jardinería un pasatiempo familiar común y querido. ¡Aquí hay nueve de ellos!
Un jardín no tiene por qué ser un área cuadrada donde plantar diferentes elementos, puede tener la forma que quieras, ¡incluso una pizza! Para que tus hijos participen activamente en la jardinería, dedica un rincón especial en el patio que será sólo para ellos y planta una colorida "pizza". Para hacer esto, usa una tina y taladra agujeros en el fondo. Divide el interior en “rebanadas” usando divisores de plástico o madera, o cualquier objeto duro y plano que tengas. Vierte la tierra en los huecos y comienza a plantar. ¡Este método hará que tu hijo se enamore de la jardinería!
Para traer un poco de naturaleza y color al jardín, y para que tus hijos quieran participar en actividades de jardinería, prueba la siguiente actividad. Llena una maceta con tierra, y planta cactus, suculentas y otras plantas resistentes, y coloca muñecos y figuras que les encantan a tus hijos, como vaqueros, dinosaurios y hasta astronautas. La imaginación es la palabra clave aquí, y con ella tus hijos podrán crear su propio pequeño y florido mundo con sus propios personajes y plantas.
Los niños tienen una imaginación desarrollada, no hay duda de ello, y sus pensamientos imaginarios se pueden combinar con la realidad creando un círculo de hadas único donde pueden sentarse, lejos de todos, y jugar con sus hermanos, amigos o simplemente solos.
Para hacer este círculo, elige un rincón vacío del jardín y coloca un poste de madera en el centro. Conecta un palo fuerte y afilado a la varilla con un alambre resistente y deja que tu hijo haga un círculo en el suelo con la varilla como se muestra en el paso 1. Luego, dale a tu hijo una pala pequeña y pídele que excave la línea para que las plantas puedan colocarse en él (creando el círculo).
Planta diferentes plantas y flores alrededor del círculo y decora el área con linternas o sillas. Esto lo convierte en el pequeño rincón perfecto en el que pueden dejar volar su imaginación.
Casi todos los jardines tienen insectos dañinos que destruyen bastantes plantas y plántulas, por lo que es importante tratarlos. Para ello no tienes que adquirir pesticidas químicos, también puedes preparar una pequeña casa para insectos cuya función es atrapar a los que dañan tu jardín. Estos insectos, como las mariquitas, por ejemplo, suelen buscar un lugar donde esconderse del frío y la lluvia del invierno, y tú puedes prepararles uno fácilmente.
Simplemente toma una pajarera de madera y deja que tus hijos pinten en rojo (el color más atractivo). Llena la casa con cañas de bambú huecas y ahí lo tienes, un hogar para insectos y pesticidas naturales. Si lo deseas, puedes pegar musgo en el tejado de esta singular casa para que los pequeños insectos se sientan como en casa.
Existe una tendencia global en las ciudades urbanas donde la gente arroja "bombas" de semillas en lugares rodeados de edificios de concreto, para traer algo de naturaleza a la oscuridad. Puedes participar en esta tendencia desde tu patio trasero preparando bombas de semillas con tus hijos. ¿Cómo puedes hacer estas bombas de semillas? ¡Fácilmente!
Mezcla 3 puñados de arcilla seca (disponible en tiendas de manualidades, hogar y jardinería) con 5 puñados de abono y 1 puñado de semillas de las plantas que quieras plantar. Mezcla los ingredientes mientras agregas agua hasta obtener una mezcla firme, uniforme y pegajosa. Haz pequeñas bolitas con la mezcla y déjalas secar en una bandeja junto a una ventana.
Ya sea que tengas periódicos viejos o cómics coloridos, esta es una gran oportunidad para enseñar a tus hijos a reciclar y cultivar un jardín con su ayuda. Utilizando los periódicos y las páginas de cómics podrás hacer preciosas jardineras donde cultivar pequeñas plántulas antes de trasladarlas al jardín, y no necesitarás más que unos minutos para hacerlo.
En primer lugar, reúne los papeles con los que quieres hacer maceteros y dóblalos por la mitad, a lo largo. Luego, enrolla el papel a lo largo de una lata asegurándote de dejar el papel colgando en el fondo. Dobla el papel sobrante al final sobre el fondo de la lata, como se muestra en el paso 2. Luego, saca la lata y dobla el borde superior de la maceta improvisada como en el paso 3.
Llena las macetas con tierra, planta las semillas en ellas, colócalas en una bandeja con borde o en una caja ancha y riega según sea necesario. Después de unos días o semanas, tendrás hermosas plantitas que finalmente podrás trasladar al jardín. No olvides incluir a tus hijos en el proceso de mudanza y en el cuidado de su nuevo y maravilloso rincón verde que comenzó con los periódicos.
Un terrario es un recipiente transparente, semiabierto o cerrado en el que se colocan plantas que necesitan condiciones únicas para crecer mejor, como helechos, petunias, minisuculentas, violetas africanas y más. Con cristalería simple y arena colorida, puedes crear un hermoso terrario colorido con tus hijos con una mínima inversión y los máximos resultados.
Primero, debes elegir la zona de la casa donde te gustaría colocar el terrario y preparar y comprar plantas que se ajusten a esas condiciones (luz, humedad, etc.). Se recomienda llevar a tus hijos al vivero para que puedan conocer todas las hermosas plantas y también aprender sobre las plantas que pronto cultivarán. Una vez que tengas todo listo, llena tu recipiente de vidrio con capas de arena de colores que puedes comprar en tiendas de manualidades y coloca las plantas que hayan elegido en este pequeño paisaje colorido.
Todos tenemos botellas de plástico o vidrio que están tiradas por la casa, así que ahora, en lugar de que simplemente acumulen polvo, puedes reciclarlas y convertirlas en hermosos marcadores de jardín. Reúne algunas botellas con tus hijos y píntalas de tus colores favoritos, adecuados para plástico o vidrio, según la botella que estés usando. Una vez que la pintura se haya secado, escribe los nombres de las plantas de tu jardín y colócalas en la tierra para que siempre sepas dónde está cada planta.