En los últimos años, cada vez más parejas prefieren evitar el matrimonio y permanecer en un estado de "pareja de hecho" o "cohabitación". Una de las razones es el miedo a que el matrimonio arruine el vínculo único que han creado, pero ¿pueden otros estados ayudarlos a mantener la relación? Según un estudio realizado en el Reino Unido en 2017, la respuesta es no.
Para comprobarlo, se realizó una encuesta entre más de 15.000 personas casadas y solteras de entre 16 y 74 años, en la que se les preguntó sobre las razones que llevaron a su ruptura con sus parejas en los últimos 5 años. Las motivaciones que informaron ambos grupos fueron similares, incluyendo factores como el distanciamiento, las discusiones, la infidelidad y la falta de respeto/aprecio. Dado que se encontraron más puntos en común que diferencias en las razones de la ruptura en ambos grupos, se puede decir que no hay una diferencia significativa entre el divorcio y la separación de cualquier otra relación comprometida. De esto se desprende que lo que importa en una relación no es su estado, sino su calidad, que a menudo se deriva de la capacidad de comunicarse y resolver los problemas de forma adecuada. ¿Quieres tener una relación sana? En la siguiente guía aprenderás consejos para mantener una relación feliz y duradera, ya sea dentro del matrimonio o no, y en el siguiente artículo aprenderás excelentes métodos para ayudarte a reconciliarte después de una pelea.
¿Alguna vez sentiste que el matrimonio lo afecta de manera diferente que a tu pareja? Según un fascinante estudio publicado en 2011 en la Universidad de California, parece que este tipo de relación beneficia más a una de las partes: los hombres. La razón, según las evidencias recogidas para el estudio, es que las discusiones afectan más negativamente a las mujeres que a los hombres, tanto a nivel psicológico como de salud. Según el estudio, parece que la razón de ello es la conciencia de su menor estatus social y poder en comparación con sus maridos, lo que les obliga a cambiar su comportamiento durante las discusiones o cuando se enfrentan a obstáculos para superarlos adecuadamente. Por tanto, se puede decir que la mayor preocupación que sienten y la conciencia de este estatus social derivado del matrimonio y de su género, puede afectar negativamente a su salud. Para aumentar la confianza en ti mismo y así sentirte mejor en la relación, consulta la siguiente guía.
¿También necesitas convencer a tu pareja de que haga ejercicio o coma ensalada? Resulta que no estás solo, y muchos estudios antiguos han abordado esta cuestión, demostrando que las mujeres tienden a ser las "motivadoras" en la relación. Esta afirmación fue examinada, entre otros, en un estudio estadounidense publicado en 2012 que examinó a 40 parejas heterosexuales casadas, y parejas del mismo sexo -15 parejas de hombres y 15 de mujeres-, que mantenían relaciones de larga duración.
Entre todas las parejas, se encontró que hay un lado que empuja al otro y los anima a mantener un estilo de vida más saludable, y entre la mayoría de las parejas heterosexuales, son las mujeres las que lo hacen, como han demostrado estudios anteriores. Entre las parejas del mismo sexo, e incluso entre algunas parejas heterosexuales, se encontró una influencia mutua. Por lo tanto, si los estudios anteriores habían encontrado abrumadoramente que las mujeres se preocupan más por la salud de los demás mientras que los hombres no, el artículo actual demuestra que los hombres también pueden hacerlo, y todo depende de la dinámica dentro de la relación.
Muchas personas que sufrieron abuso infantil esperan encontrar consuelo en una buena relación con alguien que las apoye en los momentos difíciles, pero en realidad, tienden a entrar en relaciones problemáticas llenas de obstáculos. Un estudio de 2017 intentó arrojar algo de luz sobre esta afirmación y examinar si el abuso infantil tiene un impacto duradero e inmutable en las relaciones, o si depende de ciertos rasgos o comportamientos que se pueden cambiar para mejorar la relación. El estudio incluyó a más de 400 parejas de recién casados de barrios empobrecidos, algunos de los cuales experimentaron el mismo abuso.
Los hallazgos indican que las experiencias negativas en la infancia tuvieron un impacto posterior, lo que provocó síntomas de depresión y una menor satisfacción con la vida matrimonial. También se ha descubierto que las relaciones y el amor no ayudan realmente a escapar de las consecuencias de ese abuso, así que si conoces a alguien que lo haya experimentado, sugiérele que busque tratamiento profesional en lugar de confiar en sus seres queridos para salvarlo del sufrimiento.
Créalo o no, un estudio de 2013 realizado en la Universidad Northwestern en Illinois puede haber conducido a un método probado que podría ayudarlo a mantener, e incluso mejorar, su matrimonio. Es un gran enfoque que, con solo papel y bolígrafo, puede brindar resultados maravillosos con una mínima intervención externa. Para demostrar que realmente funciona, 120 parejas participaron en el estudio, la mitad de las cuales tuvieron que informar por escrito durante 7 minutos una vez cada 4 meses durante dos años sobre varios aspectos de su relación, como satisfacción, amor, intimidad, confianza, pasión y compromiso. Además, también se les pidió que escribieran desde una perspectiva objetiva sobre discusiones importantes que surgieron con su cónyuge durante ese tiempo.
En el primer año del experimento, pareció que todos los participantes, tanto los que informaron como los que no, experimentaron una disminución en la calidad de la vida matrimonial. La diferencia entre los dos grupos se registró solo al final del segundo año, cuando las parejas a las que se les pidió que informaran no informaron ninguna disminución en la satisfacción de la relación. La razón es que, aunque los miembros de ambos grupos discutían con su cónyuge en la misma medida, los que estaban obligados a informar simplemente atribuían menos importancia a esos acontecimientos o aprendían a afrontarlos mejor. Si tú también quieres aplicar las conclusiones del estudio, toma papel y un bolígrafo y dedica tan sólo 21 minutos al año (7 minutos una vez cada 4 meses) a registrar de forma objetiva los acontecimientos que sucedieron en tu vida matrimonial. ¡Buena suerte!