Usar ácidos en la piel para el tratamiento puede parecer intimidante, pero en realidad, estos son ingredientes naturales y beneficiosos que se encuentran en los productos para el cuidado de la piel que usa. Es posible que hayas visto sus nombres en el empaque de los productos sin comprender completamente lo que hacen. En esta guía completa, te presentaremos varios tipos de ácidos que se utilizan habitualmente en las preparaciones para el cuidado de la piel. Nuestro objetivo es proporcionar una explicación clara de la función de cada ácido para que puedas cuidar tu piel de manera efectiva con el conocimiento adecuado.
Comprender cómo funcionan estos ácidos y sus beneficios específicos te permitirá tomar decisiones informadas sobre tu rutina de cuidado de la piel.
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un compuesto muy recomendado por los dermatólogos debido a sus numerosos beneficios para la piel. La Dra. Deirdre Hooper, dermatóloga de Nueva Orleans, explica que se han realizado extensos estudios que demuestran la eficacia de la vitamina C como agente antienvejecimiento. Actúa como antioxidante, protegiendo la piel de la contaminación del aire y previniendo la producción de pigmentos. Además, estimula la producción de colágeno en la piel, como se demostró en un estudio de 2014.
Sin embargo, el Dr. Hooper destaca que la potencia de la vitamina C depende de su formulación: "la vitamina C sólo puede mostrar efectos tan potentes cuando se combina con los ingredientes adecuados". El desafío del uso de ácido ascórbico puro es su inestabilidad cuando se expone a la luz solar. Para garantizar la estabilidad y maximizar los resultados, la Dra. Hooper aconseja buscar productos que contengan ácido L-ascórbico (la forma más estable de vitamina C) o productos que incluyan tanto vitamina E como ácido ferúlico.
Otro ácido a destacar es el ácido azelaico, que tiene su origen en un tipo de hongo presente de forma natural en nuestra piel. Este ácido en particular ofrece una excelente solución para las manchas negras de la piel. De hecho, una revisión de una investigación de 2014 incluso sugiere que podría ser un tratamiento eficaz para el melasma, una afección caracterizada por un color de piel bronceado u oscuro que se observa en mujeres embarazadas o en aquellas que usan anticonceptivos o terapia de reemplazo hormonal.
La doctora Noelani González, especialista en dermatología del Hospital Sinaí de Nueva York, explica que el uso de ácido azelaico puede alterar el proceso de pigmentación de la piel al inhibir la enzima tirosinasa. Esta enzima en particular juega un papel importante en la producción de pigmento de melanina. Al reducir su actividad, el ácido azelaico esencialmente reduce la cantidad de pigmento producido por el cuerpo con el tiempo, lo que resulta en un tono de piel más claro.
Además, si sufres de rosácea, tu dermatólogo puede recomendarte un tratamiento con ácido azelaico. Esto se debe a que se ha descubierto que reduce eficazmente el enrojecimiento, la hinchazón y la inflamación asociados con esta afección.
Este ácido en particular se deriva de compuestos que están presentes en varias frutas como bayas, granadas y nueces. Al igual que el ácido azelaico, el ácido elágico también posee propiedades para aclarar la piel. En un estudio realizado en 2013, se demostró que cuando se combina con ácido salicílico (que se explicará más adelante), el ácido elágico ofrece un tratamiento eficaz para reducir la pigmentación.
Este tratamiento produce resultados comparables a los que se logran con el uso de un gel aclarador de la piel que contiene hidroquinona al 4%, como Azomed C al 4%. La hidroquinona es ampliamente reconocida como una de las sustancias más eficaces para tratar las manchas oscuras de la piel; sin embargo, tiene efectos secundarios como sequedad e irritación. En consecuencia, puede optar por abordar sus inquietudes sobre el cuidado de la piel utilizando productos con ácido elágico y ácido salicílico.
La Dra. Brooke Sikora, dermatóloga con sede en Massachusetts, explica que el ácido glicólico se deriva de fuentes naturales abundantes en azúcar como la caña de azúcar, la remolacha azucarera, la piña, el melón y las uvas verdes. Se puede encontrar en varios productos para el cuidado de la piel, como limpiadores, mascarillas, sueros y humectantes. La capacidad única del ácido glicólico para penetrar la capa externa de la piel le permite acelerar el ciclo celular y eliminar eficazmente las células muertas. Esto lo convierte en un componente esencial de cualquier rutina de cuidado de la piel.
Según un estudio publicado en 2019, si tienes acné y piel envejecida, el ácido glicólico puede ser la solución perfecta para ti. La Dra. Sikora sugiere que este ingrediente puede abordar ambas preocupaciones simultáneamente. El ácido glicólico es particularmente eficaz en el tratamiento de la piel propensa al acné y la hiperpigmentación, lo que lo hace capaz de abordar múltiples problemas de la piel con un solo producto. Esto no sólo le ahorra dinero sino también tiempo.
La Dra. Sikora aconseja usar humectantes que contengan ácido glicólico en lugar de depender únicamente de limpiadores para la piel porque cuanto más tiempo permanezca este ácido en la piel, más efectivo se vuelve.
Este ácido infunde humedad de manera eficiente en la piel y tiene la capacidad de atraer agua de su entorno, pesando 1000 veces más que su propio peso. Cuando se aplican sobre la piel, los productos que contienen este ácido previenen la flacidez de la capa exterior, suavizan las arrugas e incluso mejoran el brillo natural de la piel. Según la Dra. Sikora, este ácido también tiene sus limitaciones. Debido a su gran tamaño molecular, no puede penetrar profundamente en la dermis (la capa más interna de la piel) cuando se usa en preparaciones tópicas. Como resultado, estas preparaciones por sí solas no promueven la producción de colágeno.
Para estimular la síntesis de colágeno con la ayuda de este ácido, se requieren inyecciones profundas para que llegue a capas más profundas de la piel donde se produce de forma natural la producción de colágeno. Estas inyecciones tratan eficazmente las arrugas profundas y proporcionan un volumen sustancial para rejuvenecer la piel envejecida o dañada.
Puntos clave sobre el uso de ácidos para el cuidado de la piel:
1. Asegúrate de seleccionar un ácido apropiado según tus necesidades específicas de cuidado de la piel.
2. Realiza una investigación exhaustiva sobre los diferentes tipos de ácidos antes de incorporarlos a tu rutina.
3. Consulta con un dermatólogo o profesional del cuidado de la piel si no estás seguro de qué ácidos son adecuados para tu tipo de piel.
4. Sigue siempre las instrucciones proporcionadas por los fabricantes del producto cuando utilices productos para el cuidado de la piel a base de ácido.
5. Usa protector solar durante el día, ya que algunos AHA pueden aumentar la sensibilidad al sol.
Según un estudio publicado en 2012, ciertas preparaciones para el cuidado de la piel que incluyen los ácidos comentados en esta guía pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Por ello, se recomienda encarecidamente aplicar un protector solar junto con estos productos para mantener la salud de la piel. Además, es muy recomendable buscar la orientación de un dermatólogo, quien podrá ayudarte a identificar los ácidos más adecuados para tu tipo de piel específico.