Tiene efectos positivos para la salud, pero su consumo puede ser más o menos aconsejable dependiendo de otros factores como la sensibilidad a la cafeína de cada persona o si se combina con otras sustancias o no. Durante mucho tiempo los médicos recomendaron dejar de consumirlo por ejemplo a personas que además fumaban y bebían crónicamente.
Actualmente, si tomas hasta unos 300 mg al día, la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos sostiene que debe haber ningún problema si estás entre la población general sana. Un cantidad que equivale a unos tres o cuatro cafés al día. Si ese mismo día ingieres bebidas energéticas o alcohol la recomendación baja a 200mg.
Pero a veces el café se puede convertir en un problema. Cuando una persona está sobrecargada de estrés, a veces va elevando cada vez más el número de tazas y haciéndose más dependiente; llega a necesitar el café para estimular su sistema nervioso. Establece con el café una “relación” que le va haciendo alejarse de su metabolismo natural. Nadie necesita por naturaleza ninguna sustancia estimulante para llevar a cabo el trabajo y la actividad cotidiana normal.
Es a partir de ese momento en el que empiezas a necesitar varias tazas al día para mantener el nivel de alerta y la capacidad de concentración, cuando el café se hace demasiado protagonista en tu vida, al margen de que te pueda encantar su sabor, pero en el fondo estás alterando como decíamos tus biorritmos naturales, ... te has hecho dependiente del café para activarte, especialmente por la mañana.
En esta situación, muy común en nuestros días, los perjuicios del café superan a los beneficios, e incluso notarías los síntomas de un ligero síndrome de abstinencia del café si pretendes dejarlo sin hacerlo progresivamente. Estos efectros secundarios pueden incluir dolor de cabeza (de diferente intensidad en función de las personas), somnolencia, fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarse.
Tu cuerpo se había acostumbrado a funcionar con estimulantes, y al principio se va a resisitir, querrá continuar igual. Pero nada más lejos de la realidad, porque en el fondo, en cuanto no necesites ningún estimulante realmente vas a encontrarte con más energía y tranquilidad, más lucidez y estabilidad al realizar tus tareas, y además vas a aprovechar mejor tus momentos de descanso.
Si estás pensando en tomar menos café o dejarlo del todo, te presentamos 10 bebidas saludables con las que lo puedes sustituir:
1. Bebida de avena
La leche de avena u otras bebidas con avena que puedas prepararte en casa son una gran alternativa al café, sobre todo a la leche de vaca que suele acompañarlo. La avena favorece el bienestar de diferentes maneras: ayuda a la relajación del sistema nervioso, contiene vitaminas y nutrientes esenciales, no contiene grasas, tiene mucha fibra y su sabor es muy suave.
2. Descafeinado
Es una buena manera de empezar a olvidar el café, ir introduciendo algunas tazas de descafeinado para ir remplazando la dosis cafetera, hasta que cojas gusto al descafeinado y llegues a descartar el café del todo. Hace años el sabor podía no ser convincente, pero las versiones más recientes probablemente no defraudarán a tu paladar como entonces. No olvides que el descafeinado conserva las propiedades naturales saludables del café.
3. Té verde y té rooibos 
El té también es estimulante, pero menos potente que el café, por eso es muy buena opción. El sueño de los bebedores de té suele ser más profundo y relajado que el de los muy cafeteros. Además, a nivel de beneficios es una bebida espectacular, con mayor poder antioxidante y en la prevención de varios tipos de cáncer. También es mejor para la piel y la regulación de la insulina. La variedad roiboos no contiene cafeína ni teína, con lo cual se puede consumir sin preocupaciones incluso en las horas previas a ir a dormir.
4. Agua de coco
Es una bebida refrescante y sabrosa, con muchos nutrientes esenciales, especialmente potasio, magnesio y hierro, y a pesar de ser un líquido también alberga mucha fibra, estimulante del tránsito intestinal.
5. Achicoria
Es el sucedáneo del café más conocido. Se obtiene de la raíz la planta homónima, que se tuesta y se machaca. Su sabor amargo es parecido al del café, y tiene otras propiedades naturales; de hecho su uso medicinal es ancestral para tratar dolencias del aparato digestivo y el hígado. Su infusión también es sedante, depurativa y diurética.
6. Infusión de jengibre
Sus propiedades beneficiosas son bastante conocidas. En este caso podemos destacar su capacidad para eliminar toxinas en el cuerpo y mejorar los procesos digestivos.
7. Cacao en polvo
Puedes tomarlo disuelto en agua o en leche. Es rico en fibra y vitamina C, y magnesio, que es un “mineral anti estrés”. Destaca también por su contenido en antioxidantes. El cacao aumenta la serotonina, que a su vez aumenta la sensación de bienestar y relajación que hará que ni te acuerdes de recurrir a esa bebida que tomabas antes llamada café.
8. Zumos verdes
Esta es una alternativa altamente saludable a la que puedes recurrir cuando no te importe tomar una bebida un poco más fría, pero igual de energizante y cargada de nutrientes fenomenales para tu salud. Prueba combinaciones de manzana, pepino, apio, espinaca, limones, kiwi, jengibre, uvas, plátano, piña,… para encontrar tus licuados favoritos que impulsarán en ti una nueva alegría y bienestar de la mano de un enfoque más saludable.
9. Infusiones détox
El mercado se está llenando de alternativas saludables a tus tazas de café, en las cuales convergen la sabiduría botánica milenaria del hombre y los aportes actuales de la ciencia. Son numerosas las infusiones détox, drenantes, etc. verdaderamente deliciosas que puedes ir probando y que harán que te olvides del café. Tisanas en las que podrás encontrar hinojo, cardo mariano, menta, malva, hibisco y otras plantas que pueden convertirse en una de tus bebidas favoritas.
10. Infusión de limón y miel
Dejamos para el final una bebida cuya toma es un auténtico placer: un zumo de limón aderezado con un poco de miel, canela y pimienta roja. Sumando las propiedades antibacterianas y saciantes de la miel, las propiedades détox y energizantes del limón y el toque particular y también muy saludable de la canela y la pimienta, obtendremos una bebida muy especial y magnífica para el desayuno. Para conseguirla simplemente introduce varios trozos de limón en agua tibia o prepara un zumo que añadirás al agua tibia, edulcora con la miel y añade una ramita o canela en polvo y un poco de pimienta roja al gusto.
