1. Cambio de color y forma de la piel
Desafortunadamente, nuestra tendencia natural es ignorar completamente nuestros pies hasta que duelen, cuando de hecho funcionan como cualquier otro órgano en el cuerpo, y pueden aludir "silenciosamente" a una variedad de enfermedades, incluido el cáncer. Según la podóloga estadounidense Jane Andersen, el cáncer de piel es una de las enfermedades más comunes en el área de los pies, ya que muchos de nosotros no lo protegemos con protector solar como lo hacemos con la parte superior del cuerpo y la cara. "Si ves un lunar que ha crecido anormalmente o notas cambios de color inexplicables en la piel, debes acudir al médico".
Además, la Dra. Andersen recomienda encarecidamente no saltarse los dedos de los pies y las uñas en busca de puntos oscuros que puedan indicar el desarrollo del melanoma, uno de los cánceres de piel más comunes.
2. Dolor
Todos sufrimos dolor en el pie de vez en cuando, especialmente después de un largo día corriendo de un lugar a otro. Pero, ¿qué sucede si el dolor aparece sin razón aparente? Según la Dra. Andersen, el dolor inexplicable puede indicar una serie de enfermedades, y el dolor intenso que ocurre inmediatamente cuando salimos de la cama y se desvanece a lo largo del día puede indicar la aparición de inflamación en una de las articulaciones, que se calientan al estar activas y se endurecen cuando están en reposo.
Para prevenir la inflamación, se recomienda ir cambiando de calzado, sobre todo los deportivos. Si este es un dolor que empeora durante el día, este síntoma puede indicar una fractura por estrés causada por una rutina de entrenamiento desequilibrado, que puede empeorar con el tiempo, por lo que es recomendable que consultes a un especialista lo antes posible si experimentas este tipo de dolor.
3. Entumecimiento y hormigueo
Hormigueo en los pies es un fenómeno bien conocido que aparece cuando inadvertidamente bloqueamos el flujo de sangre al sentarnos con las piernas cruzadas, al estilo de loto o al colocar un pie sobre una pierna. Si notas que hay una sensación de hormigueo que aparece sin que te sientes en una de estas posiciones, la Dra. Andersen advierte que este síntoma puede indicar serios problemas de salud debido a la diabetes y al consumo excesivo de alcohol.
La diabetes reduce el flujo de sangre a los pies y en casos extremos puede provocar daños en los nervios e incluso puede requerir la amputación debido a la formación de necrosis. Además, el entumecimiento en las piernas puede ser causado por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, debido a los productos de la descomposición del alcohol que causa la destrucción de las células nerviosas en el cuerpo.
4. Hinchazón
Además de hincharse los pies después de permanecer de pie durante largas horas sin descansar, los pies hinchados también pueden indicar enfermedades cardíacas, hepáticas y renales. Según la Dra. Andersen, puede producirse hinchazón excesiva en un área sin antecedentes de lesión física o esfuerzo inusual como resultado de la acumulación de sales y líquidos, que se considera uno de los síntomas conocidos de insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal. La enfermedad hepática también puede conducir a la acumulación de líquido en las piernas, debido a la falta de una proteína llamada albúmina producida en el hígado, que es responsable del equilibrio de los fluidos en el cuerpo.
5. Picazón constante: probabilidad de hongos
Además del picor constante y el mal olor, si los hongos del pie que no se tratan a tiempo también pueden causar daño en las uñas e incluso aumentar las posibilidades de infecciones en los pies. Además, los hongos tienen una tendencia a atacar e infectar otras partes del cuerpo, lo que solo puede prolongar el tratamiento. Vale la pena saber que a medida que envejeces, la capacidad de tu cuerpo para combatir infecciones disminuye y aumentan las posibilidades de que la enfermedad empeore y se desarrolle más allá de una infección específica, por lo tanto, es importante tratarla cuando se note por primera vez.
En casos de esclerosis múltiple, el daño al sistema nervioso puede provocar el "entumecimiento" de las áreas del pie, a veces sin que lo notemos. Otra razón que puede causar cambios en la marcha es el dolor en la zona posterior debido a diversas infecciones y lesiones físicas, que pueden hacer que cambiemos nuestra forma de caminar y postura inconscientemente para evitar colocar una carga pesada sobre el área afectada.