El éxito financiero no se produce por accidente, sino que requiere una planificación intencionada que evoluciona a medida que avanza en la vida. Así como tus prioridades cambian con la edad, tu estrategia de gestión del dinero debe adaptarse a cada nueva década. Lo que tiene sentido a los veinte años puede no funcionar a los cincuenta, y la jubilación trae consigo consideraciones completamente nuevas.
Esta hoja de ruta financiera década por década ofrece orientación personalizada para cada etapa de la vida, ayudándote a generar riqueza gradualmente y evitando los errores más comunes. Ya sea que estés comenzando a trabajar o te estés acercando a la jubilación, estas estrategias financieras apropiadas para tu edad crean un marco para tomar decisiones informadas que respalden tus metas y circunstancias cambiantes.
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Los veinte años marcan el comienzo de la independencia financiera: estás terminando tu educación, comenzando una carrera y apoyándote en tus propios medios. Esta década marca el tono para tu futuro financiero.
1. Comienza a realizar operaciones bancarias correctamente. Si aún no lo has hecho, abre cuentas corrientes y de ahorro. Más allá de los beneficios prácticos de administrar tu dinero y pagar facturas, las cuentas bancarias establecidas indican responsabilidad a los posibles propietarios, empleadores y prestamistas.
2. Comienza a ahorrar de manera constante. Desarrolla el hábito de apartar dinero de cada cheque de pago. Según los expertos, intenta ahorrar lo suficiente para cubrir de 3 a 6 meses de gastos para emergencias. Configurar transferencias automáticas hace que este proceso sea indoloro y efectivo.
3. Piensa en la jubilación ahora. Puede parecer lejano, pero las personas que comienzan a realizar contribuciones para la jubilación a los veinte años pueden jubilarse antes con mucho más dinero. Aprovecha cualquier plan patrocinado por el empleador, especialmente si se ofrecen contribuciones equivalentes.
4. Crea un presupuesto realista. Comprende exactamente qué ingresa y qué sale cada mes. Suma necesidades como alquiler, comida, pagos de préstamos y ahorros, luego réstalos de tus ingresos. Lo que quede cubre los gastos discrecionales. Si no queda nada (o peor aún, está en números negativos), es hora de recortar gastos.
5. Comienza a generar crédito de manera inteligente. Tu historial crediticio afecta muchas oportunidades futuras. Comienza con una tarjeta de crédito de límite bajo que uses de manera responsable y pagues mensualmente. Si ya tienes deudas, haz un plan para pagarlas sistemáticamente, priorizando primero los saldos con intereses altos. Realiza los pagos de préstamos estudiantiles a tiempo para establecer buenos hábitos crediticios.
A los 30 años, ya has dejado atrás lo básico y te enfrentas a nuevos desafíos financieros. Es posible que estés pensando en comprar una casa, formar una familia o ascender en tu carrera.
1. Amplía tu estrategia de inversión. Si bien tu plan de retiro debería crecer de manera constante, ahora es el momento de revisarlo y posiblemente ajustar el enfoque. Tu edad te permite realizar inversiones algo más arriesgadas. Habla con tu proveedor de planes de jubilación sobre cómo alinear las inversiones con tu tolerancia al riesgo personal.
2. Considera la posibilidad de comprar una casa. Comprar una propiedad puede ser una decisión inteligente a largo plazo, pero solo si el momento es adecuado para tus finanzas. Los expertos financieros recomiendan mantener el pago mensual de tu hipoteca por debajo del 25 % de tus ingresos para mantener unas finanzas saludables.
3. Revisa tus necesidades de seguro. Si te has casado o has tenido hijos, el seguro de vida se vuelve importante.
Protege a tus seres queridos si algo te sucede. Generalmente, las personas más jóvenes pagan primas más bajas, lo que hace que la inscripción temprana sea un ahorro de dinero.
4. Implementa una planificación patrimonial básica. La creación de un testamento es esencial, en particular si tienes cónyuge o hijos. Este documento aborda tanto los asuntos familiares como los financieros que surgirían después de tu muerte. Según tu situación, puedes utilizar recursos en línea o consultar a un abogado especializado en planificación patrimonial.
5. Refine tu presupuesto con regularidad. Revisa tu plan de gastos al menos trimestralmente y ajústalo según sea necesario. Si los gastos superan los ingresos, ajusta tus hábitos de gasto. Sigue pagando la deuda no hipotecaria mientras ahorras para metas futuras.
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Tus cuarenta son el momento de evaluar tu plan financiero y asegurarte de que estás en el camino correcto. Has establecido muchos hábitos financieros y ahora necesitas verificar si están funcionando como lo esperabas.
1. Ataca la deuda restante. Con las crecientes responsabilidades y gastos, muchas personas de cuarenta años tienen tarjetas de crédito y otras deudas. Haz de la reducción de la deuda una prioridad ahora. Determina un pago mensual que puedas pagar y luego aborda primero las deudas con intereses altos.
2. Evalúa tu preparación para la jubilación. A esta altura, deberías tener una idea clara de tus ahorros para la jubilación. Reúnete con un asesor financiero para revisar tu estrategia de inversión, establecer objetivos específicos y confirmar que está en camino de cumplirlos. Si no es así, ajusta tu enfoque. Asegúrate de aprovechar al máximo la contribución del empleador en los planes de jubilación.
3. Verifica la cobertura del seguro de vida. Asegúrate de que tu póliza aún se ajuste a las necesidades de tu familia. Los cambios importantes en la vida, como tener hijos o comprar una casa, pueden significar que necesitas actualizar el monto o el tipo de cobertura.
4. Actualiza a tus beneficiarios. Para proteger a tu familia, verifica que las personas adecuadas estén nombradas como beneficiarios en tu testamento, seguro de vida, cuentas de jubilación y otros activos financieros.
5. Considera la protección adicional. Más allá del seguro de vida, investiga si la cobertura por discapacidad o el seguro de atención a largo plazo tienen sentido para tu situación.
Durante esta década, muchas personas se encuentran cuidando tanto de sus hijos como de sus padres ancianos. No permitas que estas responsabilidades te hagan descuidar tu propia salud financiera.
A los 50, es probable que tu carrera esté consolidada. Tus hijos pueden ser independientes y la jubilación se está convirtiendo en una realidad más concreta en lugar de un concepto lejano.
1. Trabaja para no tener deudas. Con una administración cuidadosa del dinero, debes tratar de eliminar las deudas durante este período. A medida que se acerca la jubilación, concéntrate no solo en reducir las deudas existentes, sino también en evitar nuevas obligaciones financieras. En pocas palabras: vive dentro de sus posibilidades.
2. Fortalece tu fondo de emergencia. Tener ahorros de emergencia completamente financiados se vuelve aún más crítico ahora. Aún pueden ocurrir eventos inesperados y quieres evitar recurrir a los fondos de jubilación para manejarlos.
3. Reevalúa los planes de jubilación. Si estás atrasado en tus objetivos de ahorro, aprovecha las disposiciones de recuperación que permiten límites de contribución más altos. Si estás bien encaminado, mantén tu estrategia actual.
4. Ajusta el riesgo de inversión. Con los ahorros adecuados para la jubilación y una fecha de jubilación prevista en mente, considera reducir el riesgo de inversión. Utiliza herramientas de planificación en línea o consulta a un asesor financiero para determinar el nivel adecuado de riesgo para tu cartera.
5. Actualiza los planes patrimoniales. Revisa tus documentos patrimoniales, testamento y pólizas de seguro. Realiza ajustes en función de los cambios de vida y las leyes actuales. Confirma que los albaceas, beneficiarios y tutores sigan reflejando sus deseos.
Los sesenta años marcan el cambio de ganar dinero a gastarlo. Esta década requiere una planificación cuidadosa para que tu dinero dure.
1. Desarrolla un plan de retiro de dinero para la jubilación. A medida que te acercas a la jubilación, crea una estrategia para retirar dinero de tus distintas cuentas. Los expertos recomiendan administrar los retiros con cuidado para extender la vida de tus ahorros.
2. Mantén un presupuesto realista. Cuando se acabe el ingreso laboral regular, el seguimiento de los gastos se vuelve aún más importante. Ajusta tu presupuesto para reflejar tu nueva realidad financiera.
3. Identifica tus fuentes de ingresos. Debes saber exactamente de dónde proviene tu dinero para la jubilación. Los asesores financieros sugieren primero asegurarte de que tus necesidades esenciales estén cubiertas y luego planificar cómo financiar los gastos discrecionales como viajes, renovaciones del hogar y eventos especiales.
4. Revisa tu plan patrimonial. Este es un momento excelente para actualizar o establecer documentos de planificación patrimonial integrales para garantizar que se cumplan tus deseos.
5. Considera los costos de atención médica. Además de los servicios de seguridad pública, es importante planificar una cobertura complementaria y posibles gastos de atención a largo plazo que la seguridad pública no cubre.
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Los setenta años ofrecen la oportunidad de disfrutar de la jubilación y, al mismo tiempo, mantener la seguridad financiera. Esta década equilibra la administración prudente del dinero con la calidad de vida.
1. Controla los gastos con cuidado. Sigue administrando tus gastos para garantizar que tus ahorros para la jubilación duren. Las revisiones periódicas del presupuesto ayudan a evitar gastar de más a medida que cambian los costos de vida.
2. Finaliza la planificación patrimonial. Asegúrate de que tu testamento y otros documentos patrimoniales estén actualizados y reflejen tus deseos. Considera discutir estos planes con familiares de confianza.
3. Prioriza la gestión de la salud. La atención médica a menudo se convierte en un gasto mayor ahora. Presupuesta los costos médicos junto con la atención preventiva que te mantiene activo y comprometido.
4. Crea "barreras de gasto". Los expertos financieros recomiendan establecer límites de gasto flexibles que te permitan disfrutar de la jubilación y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad a largo plazo. Estas pautas ayudan a predecir niveles de gasto sostenibles.
5. Aprovecha al máximo tus años de "auge". Si tu salud lo permite, este podría ser el momento perfecto para tachar cosas de tu lista de deseos. Equilibra la aventura con la responsabilidad financiera.
A los ochenta años, la planificación financiera se orienta hacia la protección y el legado. Esta década se centra en preservar los activos y definir su impacto duradero.
1. Protección ante el fraude financiero. Debes estar atento a posibles estafas, ya que las personas mayores son blancos frecuentes. Considera simplificar los acuerdos financieros e involucrar a familiares de confianza en el control de las cuentas.
2. Reevalúa tu situación de vida. Evalúa si tu casa actual aún satisface tus necesidades o si una vivienda más pequeña mejoraría tu calidad de vida y tu seguridad financiera.
3. Actualiza tu plan de legado. Revisa las designaciones de beneficiarios, las intenciones caritativas y otros elementos de tu plan patrimonial para asegurartr de que reflejen tus deseos actuales.
4. Considera los objetivos filantrópicos. Este es el momento ideal para finalizar los planes de donaciones benéficas que expresen tus valores y respalden causas importantes para ti.
5. Documenta tu información financiera. Asegúrate de que tus seres queridos sepan dónde encontrar documentos y cuentas importantes. Considera la posibilidad de crear una guía completa de tus finanzas para quienes puedan necesitar ayuda.