¿Cómo se llega a ser millonario? ¿Existe una fórmula que ayude a alcanzar este ansiado objetivo? Resulta que sí la hay, y la verdad es que no se trata de información nueva, quizá sólo de algo que aún no conocías. El desarrollo de esta fórmula comenzó con una idea que se le ocurrió a Andrew Carnegie, un empresario y filántropo estadounidense, que conoció a un periodista llamado Napoleon Hill y confió en él para que documentara y compartiera con el mundo las estrategias que lo ayudaron a convertirse en el empresario más exitoso de todos los tiempos, en ese momento. Carnegie quería que esta fórmula estuviera en manos de cualquiera que no tuviera tiempo suficiente para investigar cómo ganar dinero.
Además de los consejos de Carnegie, que empezó de la nada cuando emigró de Escocia a Estados Unidos y rápidamente se convirtió en una de las personas más ricas del mundo gracias a una empresa de fabricación de acero que fundó, Hill entrevistó a más de 500 millonarios que se hicieron a sí mismos durante 20 años. Publicó los resultados de sus entrevistas en su libro "Piense y hágase rico" hace más de 80 años. Entre los consejos, Hill no menciona las palabras "bienes raíces" o "acciones" en absoluto, sino que, en cambio, derriba las barreras psicológicas que impiden a muchos de nosotros acumular riqueza. Este enfoque sigue siendo relevante hoy en día, y aquí están los 13 pasos para la riqueza basados en los datos de Hill de las entrevistas que realizó con las personas más ricas del mundo.
Para hacerte rico, debes empezar con tu mentalidad: con la creencia de que puedes acumular una gran cantidad de riqueza. Hill escribe que la riqueza comienza en forma de pensamiento. La cantidad de riqueza que alcanzarás está limitada únicamente por los pensamientos que pasen por tu mente, y la fe elimina esas limitaciones.
El millonario Steve Siebold, un exitoso autor autodidacta, escribió una vez: "Ser rico no es un privilegio. Ser rico es un derecho". Explica que si creas algo de valor para los demás, tienes derecho a ser tan rico como quieras. Cree en ti mismo y cree que lo mereces.
Para convertir tu deseo de éxito en realidad, debes enviar frases y mantras que respalden tus metas a tu subconsciente. Debes repetir en voz alta lo que quieres lograr y cómo planeas hacerlo para obsesionarte con tu objetivo. Hill lo explica de esta manera: la capacidad de utilizar la autosugestión depende en gran medida de tu capacidad de concentrarte en lo que quieres hasta que se convierta en una obsesión ardiente dentro de ti.
Por ejemplo, si estás interesado en ahorrar un millón de dólares para la jubilación ahorrando una cantidad fija cada semana, necesitas repetir la frase "Reservo dinero cada semana hasta tener un millón de dólares para la jubilación" tantas veces como sea posible todos los días.
Hill observó que todos los millonarios comparten un rasgo común en su carácter: la decisión. Aquellos que toman decisiones rápidas y saben lo que quieren tienden a conseguir lo que quieren. Escribe que las personas que no logran acumular riqueza, incluso sin esperar hacerlo, tienden a tomar decisiones (si es que las toman) muy lentamente, y también tienden a cambiarlas rápidamente y con frecuencia.
La decisión no es solo un rasgo de los ricos, sino también una de las cualidades más importantes para los líderes. En última instancia, tomar malas decisiones es mejor que no tomar ninguna, porque de las malas decisiones se aprende cuáles son las decisiones correctas.
La persistencia y la perseverancia son una parte esencial de la acumulación de riqueza, pero muy pocas personas tienen la fuerza de voluntad necesaria para convertir su pasión por el dinero en dinero real. Hill escribe que los ricos no desean, sino que tienen planes definidos respaldados por deseos, y lo hacen con persistencia.
Las personas más exitosas tienden a enfrentar muchos fracasos, pero los superan todos. "Aprendí que no importa cuántas veces fracases, solo necesitas tener razón una vez. Traté de vender leche en polvo. Fui un tonto muchas veces, y aprendí de todas ellas", dijo el millonario Mark Cuban.
Los ricos crean para sí mismos lo que Hill llama un "genio". Esto significa que se rodean de amigos y colegas talentosos que comparten su visión. Al combinar mentes inteligentes y creativas, su poder se multiplica por diez, superando con creces el de cualquier mente individual, incluso una que tenga la misma idea brillante.
Piénsalo como un grupo de baterías eléctricas que proporcionan más energía que una sola batería. Esto podría explicar por qué las personas más ricas del mundo tienden a asociarse entre sí. "Exponerte a personas más exitosas que tú puede expandir tu pensamiento y aumentar tus ingresos", escribió el millonario Steve Siebold. "Nos volvemos como las personas con las que nos asociamos, por eso las personas exitosas se sienten atraídas por las personas exitosas".
La energía sexual es una herramienta poderosa para los humanos: crea vida física y desarrolla la vida emocional y, cuando se aprovecha y se dirige correctamente, mejora la creatividad, la pasión, el entusiasmo y la perseverancia, todo lo cual es crucial para acumular riqueza. Según Hill, el deseo sexual es el deseo más fuerte de los humanos. Cuando lo impulsa, infunde coraje, fuerza de voluntad y habilidades creativas desconocidas para ellos hasta ese momento.
Hill dice que el amor, el romance y el sexo, todos pueden llevar a las personas a la grandeza y a logros impresionantes. Afirma que cuando se combinan, incluso pueden elevar a una persona al nivel de genio. Este paso parece un poco menos práctico que otros, pero lo que debes aprender de él es la importancia de encontrar una pareja que te apoye para alcanzar el éxito, lo cual está respaldado por estudios.
Si realmente quieres ser rico, debes plantar tu deseo y tu plan en tu subconsciente. Hill dice que la mente no se queda inactiva. Si no puedes sembrar tus deseos en él, se aferrará a los pensamientos que le llegan como resultado de tu negligencia.
El subconsciente no puede lidiar con pensamientos negativos y positivos al mismo tiempo: solo un tipo de pensamiento puede dominarlo. Tu responsabilidad es asegurarte de que sean pensamientos positivos. Esto no es sorprendente, y hoy en día hay mucha evidencia de investigación que muestra que las personas felices, es decir, más positivas, tienden a tener un mejor desempeño en el trabajo y tienen menos probabilidades de estar desempleadas.
Nuestro cerebro transmite y recibe mensajes, extrayendo pensamientos de quienes nos rodean, por lo que debemos rodearnos de personas inteligentes, creativas y positivas. Hill dice que la mente de cada persona puede verse influenciada por los pensamientos de otra, y la imaginación creativa actúa como antena del cerebro.
Este principio se puede aplicar a través del concepto de mente maestra, como aprendiste en el paso nueve, pero se puede llevar un paso más allá. En lugar de simplemente rodearte de personas más inteligentes y mejores, usa a tus amigos para encontrar soluciones a los problemas a través de una lluvia de ideas. Hill lo llama "mezclar varias mentes en una" y sugiere sentarse con un pequeño grupo de personas que lo ayudarán a resolver los problemas que encuentre en su camino hacia el éxito.
El último principio, el sexto sentido, es la etapa a la que se llega solo después de dominar los 12 principios anteriores. En este punto, tu mente comenzará a pensar de manera diferente. Con el sexto sentido, podrás estar alerta ante los peligros y evitarlos, y sabrás cómo detectar las oportunidades que no debes dejar pasar.
Si bien este principio no es exactamente un consejo, Hill admite que no se alcanza este estado hasta alrededor de los 40 años, y su afirmación básica es que su intuición cambia en esta etapa de la vida. Si aún eres joven, en el futuro alcanzarás el nivel de sabiduría necesario para tomar decisiones financieras inteligentes de manera natural, pero solo gracias a los 12 principios anteriores que has arraigado en tu mente y has puesto en práctica.
