Te casaste con la persona que amas y te comprometiste a estar el uno para el otro en la enfermedad y en la salud, con la esperanza de vivir una vida pacífica, llena de felicidad y prosperidad juntos. Sin embargo, la vida no siempre sale como lo planeaste y tu cónyuge ha enfermado, ya sea una enfermedad crónica grave o un problema de salud mental. Ahora, debes cuidarlo y ayudarlo a recuperarse y volver a ser su mejor yo, y estás listo para hacerlo con amor infinito. Sin embargo, te enfrentas a más y más desafíos que se acumulan en el camino y notas que has descuidado tu vida anterior y necesitas un momento para respirar. Como entendemos la dificultad significativa que estás experimentando, decidimos ayudarte con 8 consejos de expertos, cada uno de los cuales te ayudará a enfrentar los cambios que la vida ha traído a tu relación con una pareja enferma. Recuerda, una vez que te sientas un poco mejor en la nueva realidad que se te impuso, podrás ser más fuerte para los seres queridos que están a tu lado.
1. Establece nuevas expectativas
Cuando se conocieron hace muchos años, y tal vez incluso justo después de la boda, tenían expectativas y tal vez incluso sueños compartidos para el futuro, como un viaje a un destino que siempre quisieron visitar. Ahora necesitan lidiar con la enfermedad de su cónyuge, recalcular su rumbo y renunciar a esos planes. En este sentido, el Dr. John Rolland, profesor adjunto de psiquiatría en la Escuela de Medicina Feinberg en Chicago, les aconseja que piensen juntos sobre lo que pueden hacer juntos y lo que pueden hacer por separado. Busquen nuevas actividades compartidas que puedan hacer y disfrutar, por ejemplo, leer el mismo libro o cocinar juntos. Sigan dedicándose a sus pasatiempos individuales, como bailar o andar en bicicleta, no los abandonen y háganlos sin sentirse culpables. Una vez que ajusten sus expectativas para que sean más realistas y encuentren el camino dorado que pueden recorrer juntos, será más fácil para ustedes funcionar y su relación se fortalecerá.
2. Compartir responsabilidades
Cuando un miembro de la pareja está lidiando con una enfermedad que le dificulta su funcionamiento, el cuidador tiende a asumir todas las responsabilidades del hogar, lo que crea un desequilibrio en la relación. Si este es tu caso, debes saber que no tiene por qué ser así y que debe ser lo más equilibrado posible. Para ello, haz una lista de todas las tareas domésticas que deben realizarse y divídelas de la forma más equitativa posible, por supuesto de acuerdo con las capacidades de tu pareja enferma. Si hay tareas que ninguno de los dos quiere o puede hacer, piensa en cómo llevarlas a cabo de todos modos. Por ejemplo, si tu pareja no tiene energía para limpiar o ir a comprar y tú no tienes tiempo, contrata a una persona para que te ayude o pide el mandado por Internet. Recuerda que no tienes que rendirte ante la carga y que, si tu pareja no puede ayudarte, puedes encontrar una solución adecuada y creativa.
3. Involucra a tu pareja en tus planes
Evita poner a tu pareja en la categoría de “enfermo que necesita cuidados y no puede hacer nada” y establece límites en cuanto al apoyo que le brindas para que vuestra relación sea lo más mutua posible. Si has llegado a un punto en el que no podéis hacer ciertas actividades juntos, a veces basta con “estar ahí” para expresar cercanía y solidaridad. Por ejemplo, si tu pareja tiene dificultades para hablar, no evites hablar con ella, al contrario, siéntate a su lado, abrázala y comparte tus sentimientos. Si, por ejemplo, ha perdido el apetito debido a la enfermedad y quieres salir a un restaurante, sugiérele con delicadeza, si es apropiado, que te acompañe solo para hacerte compañía; es posible que acepte simplemente porque le apetezca salir. Actuar de esta manera le demostrará que no le tienes lástima ni le ves como un indefenso, sino que le consideras un igual.
4. Amplia tu círculo social
Puede que sientas que las personas que te rodean, familiares y amigos, simplemente no entienden por lo que estás pasando. Esto es bastante lógico; No todo el mundo puede digerir los retos a los que te enfrentas, e incluso aquellos que no pueden, no siempre encuentran la fuerza para apoyarte tanto como necesitas o deseas. Por eso, en una situación así, puedes plantearte ampliar tu círculo social y rodearte de personas que puedan comprenderte y que hayan estado o estén en tu misma situación. Para encontrarlas, prueba suerte en grupos de apoyo, incluso online, específicos para personas como tú, donde puedas compartir tus pensamientos, escuchar a los demás y comprender que no estás solo. En resumen, no dudes ni te avergüences de buscar el marco social que te haga sentir como en casa.
5. Alivia el estrés y las emociones difíciles
Es completamente normal sentir tristeza y estrés debido a la enfermedad de tu ser querido, especialmente si es crónica o repentina. Según la psicóloga clínica Rosalind Kalb, la mejor manera de lidiar con estos sentimientos, en particular las tensiones y preocupaciones que los acompañan, es identificar su raíz y nombrarlas. Para ello, sigue estos cuatro pasos con tu pareja y ayúdense mutuamente a implementarlos. En primer lugar, para sentir que tienes el control de la situación, aprende todo lo que puedas sobre la enfermedad. En segundo lugar, si es necesario, busca asesoramiento o habla con un profesional sobre tus sentimientos, ya sea solo o con tu pareja. En tercer lugar, asegúrate de que tu tristeza no se convierta en depresión, que puedes identificar y abordar según sea necesario con esta guía. Por último, acepta que tu relación ya no es lo que era, lo que te facilitará la aplicación de lo que explicamos en la primera sección.
6. Revisa tu situación financiera
Muchas parejas enfrentan dificultades financieras, pero estas pueden intensificarse debido a la enfermedad de uno de los cónyuges. Existen muchas razones lógicas para ello, la primera es la pérdida de ingresos debido a la incapacidad de su pareja para trabajar. Incluso puede que haya dejado su trabajo o reducido sus horas de trabajo para cuidar a su ser querido. No olvidemos los altos costos de los tratamientos médicos, que pueden vaciar su billetera más rápido de lo previsto. Sí, reconocer este importante problema, además de sus gastos habituales, puede entristecerlo y preocuparlo, pero una vez que lo resuelva, será más fácil sobrellevar su situación. Para mejorar su situación financiera, consulte este artículo o consulte a profesionales.
7. No descuides tu salud
Probablemente estés ocupado e invirtiendo todos tus inmensos esfuerzos en ayudar a tu cónyuge enfermo, pero ¿qué hay de ti? ¿Cómo te sientes hoy o últimamente? Si no te has hecho estas preguntas cruciales, tal vez sea el momento de hacerlo, porque si tú te desgastas, ¿quién ayudará a tu ser querido? Hay varias señales que te ayudarán a entender si has llegado a ese estado:
- Distanciamiento de los demás
- Falta de interés en actividades que antes disfrutabas
- Sensaciones de tristeza, ira e impotencia
- Cambios extremos en el apetito y/o peso
- Cambios extremos en los hábitos de sueño
- Empeoramiento de las condiciones de salud, con enfermedades frecuentes
- Pensamientos de hacerse daño a uno mismo o a la persona que cuidas
- Agotamiento mental o físico
Para abordar estos problemas, permítete un momento de descanso o incluso realiza tu actividad física preferida para liberar energía negativa.
8. Dale sentido a la atención que brindas
Cuidar a largo plazo a un cónyuge enfermo puede ayudarte a descubrir nuevos aspectos de ti mismo que no sabías que existían, no dudes en aceptarlos y permitir que se conviertan en parte de tu identidad, incluso si requiere un poco de cambio. Además, si has implementado todos los consejos mencionados hasta ahora, deberías poder encontrarle sentido a lo que estás experimentando. Para muchas personas, esto suele estar relacionado con la lealtad que surge del compromiso que tienen con su pareja y el sentido de asociación en la relación. Por lo tanto, el éxito de su superación de este período difícil debe medirse por la forma en que se comunican entre sí, se aman y se sienten amados el uno por el otro. Para darle el significado deseado, recuerde en los momentos de crisis las cosas buenas de su relación, como sus hijos y el hecho de que todavía se las arreglan para trabajar como un equipo amoroso y ganador.