Cuando uno camina por la calle el fin de semana y percibe el aroma ahumado del asado que sale del patio de cada vecino, sabe que por fin ha llegado esa época del año. Ah, la chispeante belleza de la temporada de parrilladas.
Pero cuando el asado se acaba, todos recordamos rápidamente que cada temporada culinaria viene con su propio conjunto de desafíos de limpieza. Para el verano, el principal punto de discusión es la limpieza y el mantenimiento de la parrilla. Manten tu parrilla en plena forma con esta completa guía de limpieza y mantenimiento.
¿Por qué debo limpiar la parrilla?
Por supuesto, debes ser consciente de que mantener tu parrilla sucia acorta la vida útil del equipo. Pero ésta es sólo una de las formas en que una parrilla sucia es mala. Una parrilla cubierta de una capa pegajosa de grasa, residuos de humo y trozos de comida quemada también hará que la comida fresca que prepares tenga un sabor mucho peor.
Sin embargo, lo más importante es que una parrilla mal mantenida es un peligro de incendio. La grasa puede incendiarse y las llamas pueden extenderse fuera de la parrilla.
Además de todo esto, está el problema digestivo. Comer alimentos de una parrilla sucia puede hacer que te enfermes. La acumulación de alimentos en la parrilla es un caldo de cultivo para las bacterias que causan enfermedades transmitidas por los alimentos, como la listeria, la salmonela y la E. coli. Cuando pones alimentos frescos en la parrilla, las bacterias pueden transferirse a la comida, y esto puede provocar problemas estomacales.
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Aprende a limpiar a fondo una parrilla
Antes de iniciar la temporada de las parrilladas, dedica un poco de tu tiempo a limpiar a fondo tu equipo de asar. Lo más probable es que la parrilla haya estado inactiva en un rincón durante meses, y que ni siquiera recuerdes la última vez que la limpió, así que conviene hacer una limpieza a fondo. Sigue estos pasos para limpiar meticulosamente una parrilla:
1. Desmonta los accesorios de la parrilla y apártalos. Dependiendo del tipo de parrilla que tengas, estos pueden incluir la rejilla, la bandeja de goteo, las tapas y las perillas de los quemadores y los receptores de grasa.
2. Limpia a fondo el interior de la parrilla. Raspa cualquier residuo pegajoso con una espátula de metal vieja o una espátula de masilla de todos los lados y de los accesorios separados que has apartado antes.
3.Empapa una esponja o un paño absorbente en algún desengrasante y satura con él los componentes de la parrilla. Espera de 5 a 10 minutos, luego limpia los accesorios y aclara con agua limpia. Deja que todo se seque. Si no tienes un desengrasante en casa, combina partes iguales de vinagre blanco y agua para limpiar la parrilla.
4. Mientras tanto, empieza a limpiar el interior de la parrilla. Pulveriza el desengrasante de manera uniforme por el interior de la parrilla, pero asegúrate de evitar las zonas por las que pasa el combustible, como los quemadores de gas. Deja que el desengrasante disuelva los residuos negros de grasa durante 5-10 minutos, o como se aconseja en el envase del producto, y luego frota bien con una esponja ligeramente abrasiva. Termina limpiando el interior con un paño húmedo empapado en agua.
5. El exterior de la parrilla también necesita ser limpiado, pero este trabajo suele ser mucho más fácil. Pasar un paño de microfibra húmedo por los laterales y la campana de la parrilla suele ser suficiente, pero las manchas de grasa se pueden eliminar con más desengrasante. Si tienes una parrilla de acero inoxidable, puedes utilizar un limpiador especializado para parrillas para evitar las manchas.
6. Una vez que los accesorios de la parrilla estén bien secos, vuelve a armar la parrilla. A continuación, calienta la parrilla a fuego alto para quemar los residuos de limpieza y el agua. Mantener la parrilla húmeda puede provocar la aparición de moho, por lo que este último paso es de suma importancia.
Si utilizas una parrilla de carbón o de pellets de madera, abre las rejillas de ventilación para favorecer la circulación del aire y, a continuación, enciende el fuego y deja que arda bien. Una vez que la temperatura alcance los 260 °C, cierra las rejillas de ventilación hasta la mitad y deja que la temperatura aumente hasta los 280-290 °C. Tu parrilla estará limpia cuando el humo que sale de la parrilla cambie de oscuro a incoloro. Deja que la parrilla se enfríe durante varias horas o toda la noche, y sólo entonces recoge y limpia las brasas.
Consejos para el mantenimiento regular de la parrilla
Ahora que tu parrilla está lista para todo un verano de asados, seguramente querrás mantenerla así y asegurarte de que está lista para preparar cualquier delicia que hayas planeado para la cena. Esto es bastante fácil de hacer, sólo hay que tener en cuenta estas cosas:
1. Limpia las rejillas de la barbacoa con un cepillo de alambre de mango largo después de cada uso, y luego pon un poco de aceite en una toalla de papel y limpia las rejillas para evitar el óxido y la acumulación de alimentos.
2. Limpia en profundidad las bandejas de goteo y las rejillas cada mes. Los residuos de la cocción pueden acumular carcinógenos, por lo que limpiar las zonas de la parrilla más cercanas a la comida real, es decir, las bandejas de goteo y las rejillas, es una gran idea tanto para su salud como para el sabor de la comida.
3. Cubre la parrilla cuando no la utilice. El polvo, el óxido y la deformación o decoloración pueden evitarse simplemente sellando su parrilla de los elementos cuando no la estás utilizando.
4. Si tienes una parrilla de carbón o de pellets, aspira la ceniza después de cada 5 o 6 usos. Tanto una aspiradora normal como una pequeña aspiradora portátil harán el trabajo perfectamente.
5.Si utilizas una parrilla de gas, retira los quemadores de la línea de suministro de gas y desbloquea los posibles atascos en los puertos de gas con un cepillo de alambre seco, cepillando de lado a lado. Esto debe hacerse siempre que los quemadores se obstruyan o una vez al mes.
6. Si utilizas una parrilla de propano, guárdala en el exterior o retira el depósito de propano antes de trasladar la parrilla al interior. Manten el propio depósito de propano en el exterior y alejado de la luz solar por seguridad contra incendios.
7. Sustituye el cepillo de la parrilla anualmente.
Fuentes: Huffington Post, Home Depot