Claro, ser puntual significa cosas ligeramente diferentes según el país en el que se encuentre. En Japón, llegar a una cita con un minuto de retraso es una tardanza, mientras que en China, llegar 10 minutos después de la reunión programada no se considera un retraso.
Sin embargo, en general, una persona que siempre es puntual, independientemente de dónde se encuentre, es alguien que reconoce que las circunstancias de la vida pueden retrasarle unos minutos aquí y allá. Por lo tanto, los que llegan "a tiempo" son las personas que planean llegar temprano todos los días.
Ten claras tus motivaciones y deja que te inspiren
¿Cuál es la razón por la que has decidido ser más puntual? Algunas personas deciden cambiar sus hábitos porque llegar tarde les hace la vida más estresante. Otras están hartas de las multas por exceso de velocidad, de las quejas de familiares y amigos y de no acudir a sus citas. Otras se esfuerzan por mejorar su reputación o por ser más productivas.
Sean cuales sean tus razones, ten claros tus incentivos y recuérdatelos constantemente, incluso si se trata de algo tonto como que en tu cafetería local se haya agotado tu postre favorito porque te quedaste dormido ese día.
Si eres una persona visual, puedes escribir una lista de incentivos que te hagan querer dejar de llegar tarde (por supuesto, puedes hacer el mismo ejercicio en tu mente). Cuanto más fuertes y personales sean, mejor. Tener la lista a mano y volver a consultarla los días que tengas problemas de tiempo puede inspirarte para ser más puntual. Las personas puntuales son siempre conscientes de las consecuencias de su retraso.
Mide el tiempo que te llevan las tareas diarias...
Ahora que hemos terminado con lo abstracto, pongámonos en lo práctico. El problema de muchas personas con retrasos crónicos es que son demasiado optimistas con respecto a su tiempo. Pueden pensar que tardan media hora en pasear al perro cuando, en realidad, dedican al menos el doble de tiempo a esta actividad.
Para arreglar este sentido del tiempo tan distorsionado y ser más puntual, no basta con "adivinar" tu horario. Necesitas precisión. Así que coge un cronómetro y anota lo que tardas en prepararte por la mañana, en hacer la limpieza semanal, en conducir de casa al trabajo en una hora exacta, etc.
Anota una lista completa de actividades y tareas y el tiempo que te lleva cada una de ellas. Son datos útiles. Ahora utiliza este conocimiento para planificar tu día de una manera más precisa y organizada. Con el tiempo, esto se convertirá en algo natural, y ya no necesitarás anotarlo todo.
... y planifica tu día en consecuencia
Ahora que sabes que tardas 1 hora en prepararte y desayunar por la mañana, y que cada tarea por separado lleva un tiempo determinado, por fin puedes calcular cuándo debes levantarte para salir a tiempo (o incluso mejor: 10 minutos antes). Por supuesto, puedes hacer lo mismo con todo tu día o sólo con las partes del día que te resulten más problemáticas. Establecer barreras de tiempo te permitirá desarrollar las habilidades de puntualidad que deseas.
Pero no te detengas aquí: sigue controlando tu progreso durante una semana para ver si el programa que has creado funciona realmente. Si no lo haces, vuelve a la mesa y modifica las áreas problemáticas que hayas identificado.
Cumple con tu horario deseado
Otra observación interesante que puedes hacer después de anotar el tiempo que realmente te lleva completar las tareas diarias es que algunas actividades te llevan demasiado tiempo. Por ejemplo, es posible que no tengas ni idea de que pasas una hora entera tomando café y desayunando por la mañana todos los días.
Reducir el tiempo del desayuno a la mitad te permitirá dar un pequeño paseo o realizar una rutina de ejercicios antes del desayuno o simplemente te permitirá salir de casa 15 minutos antes y llegar al trabajo a tiempo.
Para ayudarte a cumplir con el menor tiempo deseado para estas tareas "problemáticas", pon un temporizador al principio. Cuando suene, deja de hacer la tarea o actividad de inmediato y pasa a la siguiente cosa de tu agenda. Con el tiempo, te enseñarás a ti mismo a completar estas tareas en el momento oportuno, y avanzarás más rápido en tu día.
Una nota: no reduzcas demasiado el tiempo de las actividades que necesitas o de las que disfrutas. Por ejemplo, dedicar 10 minutos menos a pasar la aspiradora por la casa no es gran cosa, pero dedicar sólo 3 minutos a secarse el pelo puede no ser tan realista.
Triplica las notificaciones de las citas importantes
Si sabes que te cuesta llegar a tiempo a las reuniones y citas importantes, establece 3 recordatorios para cada reunión: uno un día antes de la reunión, otro 1 hora antes de tu salida y el último 15 minutos antes de tener que marcharte. De este modo, podrás planificar tu día antes de la reunión y también te dará tiempo a prepararte justo antes de la cita y salir a tiempo.
Evita incluir "sólo una cosa más"
Todos somos culpables de esto, pero las personas que llegan tarde lo hacen mucho más. No quieres perder el tiempo, así que 10 minutos antes de que tengas que irte a una reunión, decides ordenar el correo, regar las plantas de la casa o devolver una llamada perdida. El problema es que rara vez se tarda sólo 10 minutos, ¿no? Así que acabas llegando tarde otra vez.
En casos como éste, intenta resistir el impulso de completar algunas tareas de última hora, y simplemente sal antes. En el peor de los casos, llegarás a tu cita un poco antes de lo previsto y dedicarás el tiempo de espera a hacer algún recado, como revisar tus correos electrónicos u organizar tu bolso.
Adelanta el reloj 10 minutos
La creación de hábitos de puntualidad puede llevar un poco de tiempo, como cualquier otro hábito. Mientras tanto, puedes engañarte a ti mismo para ser un poco más puntual simplemente adelantando los relojes de tu casa entre 10 y 15 minutos. Este truco funciona de verdad, pero tiene algunos inconvenientes. Por un lado, es posible que los miembros de tu familia no aprecien esta pequeña "broma" del reloj, además de que no te ayuda a resolver los problemas de puntualidad fuera de tu casa. Por lo tanto, no es precisamente una solución permanente.
Espera lo mejor pero prepárate para lo peor
No hay manera de que hagas todo a tiempo cuando tienes demasiadas cosas para empezar. Cuando planifiques tu día, sé realista (si no un poco pesimista) sobre lo que puedes conseguir.
La forma más fácil de hacerlo es acordarse de incluir un "colchón de tiempo" de sólo 30 minutos entre las citas y las tareas. Esto es especialmente importante para las tareas que no puedes controlar del todo, como la compra en el supermercado: podría tardar media hora, pero si la cola es larga, podría tardar el doble. ¿Y si nada va mal? Pues tienes 30 minutos para relajarte y desestresarte.
Por supuesto, esto es más fácil de decir que de hacer, ya que este enfoque probablemente requerirá que aprendas a decir "no" a algo para lo que no tienes tiempo, incluyendo los encuentros con amigos y familiares. Pero piénsalo de esta manera: programar la actividad para otro día y llegar a tiempo es, en realidad, más respetuoso con el tiempo de tu ser querido (por no hablar del tuyo). Recuerda que las personas puntuales aceptan que no pueden hacerlo todo.
Los tiempos de espera son inevitables
Una de las principales razones por las que la gente prefiere llegar tarde es porque no soporta esperar en la cola. Aceptar que algunos periodos de espera son inevitables puede ser estresante al principio. Puedes sentir que estás perdiendo el tiempo. Pero la verdad es que no tiene por qué hacerlo.
Si te presentas temprano, siempre puedes ponerte al día con pequeños recados como planificar el día siguiente en tu diario, devolver las llamadas telefónicas, responder a los correos electrónicos, leer un libro o ponerte al día con cualquier proyecto personal que puedas llevar en el bolso. Problema resuelto, ¡fácil!
Comprueba las actualizaciones del tráfico
La hora pico no es el único problema de tráfico que puedes encontrar de camino a un destino. Por suerte, hay muchas formas sencillas de comprobar las actualizaciones del tráfico en directo y planificar una ruta alternativa si es necesario. Las aplicaciones de navegación, como Google Maps o Waze, ofrecen hoy en día actualizaciones de tráfico en directo. Sólo asegúrate de comprobar la situación de las carreteras una hora antes de salir, y no 5 minutos antes de hacerlo.
Duerme entre 7 y 8 horas cada noche
Puedes pensar, al principio, ¿qué relación hay entre el sueño y la impuntualidad? Pues bien, a muchas personas les cuesta llegar a tiempo precisamente por las mañanas, y la privación de sueño tiene todo que ver con ello. No te equivoques: la privación del sueño siempre va en contra de la productividad. Al fin y al cabo, cuando te levantas cansado y malhumorado, toda la mañana queda arruinada. Además, se sabe que la privación del sueño reduce el rendimiento físico y mental, por lo que el tiempo que has ahorrado por no dormir puede acabar costándote más.
Consigue un "compañero de tiempo"
La ayuda de familiares y amigos también puede servir de mucho. Por ejemplo, si te cuesta despertarte a tiempo, haz que alguien te despierte por la mañana, ya sea personalmente o por teléfono. Del mismo modo, puedes hablar con una persona concreta sobre tus luchas y éxitos para vencer la impuntualidad. De este modo, podrás responsabilizarte de tus progresos. Y quién sabe, tal vez tu amigo, colega o familiar pueda ayudarte a desarrollar estrategias prácticas para los problemas a los que te enfrentas también.
Fuente de contenido e imagenes: Entrepreneur.com, Huffington Post, Inspiringtips.com, Greatperformersacademy.com, Daringtolivefully.com
