La mayoría de nosotros termina comiendo mucho más sodio del que deberíamos. Sí, el sodio es un nutriente esencial y nuestro cuerpo necesita un poco de sal todos los días para funcionar correctamente. Sin embargo, demasiada sal es dañina para el cuerpo, ya que el consumo excesivo de sal está relacionado con el desarrollo de presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Reducir el sodio en tu dieta diaria definitivamente puede ayudar a mantener estable su presión arterial. Afortunadamente, puedes reducir fácilmente su consumo de sodio y ni siquiera tienes que hacer muchos cambios en la dieta. El hecho es que podemos obtener fácilmente alrededor del 75% de nuestra ingesta diaria de sal de alimentos cotidianos como sopas, salsa de tomate, cereales para el desayuno y productos enlatados. Por lo tanto, no es necesario que agregues sal a la comida solo por costumbre. Algunos alimentos incluso saben mejor sin él.
Si estás buscando formas de reducir tu consumo de sodio, estos consejos te ayudarán.
Sé inteligente cuando vaya de compras. El sodio está presente en casi todos los alimentos procesados y preparados que compramos. Por lo tanto, buscaalimentos con bajo contenido de sodio en lugar de alimentos con alto contenido de sodio.
Los alimentos que debes evitar con una dieta baja en sodio incluyen:
* Salsas, aderezos y condimentos.
* Alimentos instantáneos como arroz aromatizado o fideos.
* Carnes frías, pescado o aves, como tocino, embutidos, jamón, salchichas, salchichas y sardinas.
* Frijoles enlatados con sal agregada.
* Comidas congeladas con pan, como burritos y pizza.
Algunos buenos alimentos bajos en sodio incluyen:
* Cualquier fruta o verdura fresca como manzanas, naranjas o plátanos, y espinacas, zanahorias o brócoli.
* Cereales, pan y otros cereales como arroz integral o salvaje, trigo sarraceno o quinua.
* En lugar de alimentos procesados, elige alimentos ricos en proteínas como pescado o mariscos frescos o congelados, pechuga de pollo o pavo sin piel ni adobo, frijoles y guisantes secos o huevos.
* Selecciona caldos, caldos o sopas sin sal o bajos en sodio y sin grasa.
Una cosa importante a tener en cuenta al comprar comestibles es comparar las etiquetas nutricionales en los envases de los alimentos y verificar la cantidad de sodio en los alimentos. Lee atentamente las etiquetas y opte por productos bajos en sodio. Ten cuidado con las palabras "soda", "sodio" y el símbolo "Na" en las etiquetas de los alimentos. Estas etiquetas indican que un producto contiene compuestos de sodio. Busque alimentos etiquetados como “bajo en sodio”, “reducido en sodio” o “sin sal agregada”.
Este es quizás un consejo obvio, pero no necesariamente el más fácil de seguir. Muchos de nosotros estamos acostumbrados a agregar generosas cantidades de sal cuando cocinamos, pero debes aprender a resistir ese impulso. En primer lugar, retira el salero de su mesa y comienza a usar alternativas saludables a la sal.
* Prueba la pimienta negra en la pasta, los huevos revueltos o la pizza.
* Las hierbas y especias frescas como el jengibre o el ajo también son una excelente opción para agregar a las verduras y la carne.
* Elige algunas alternativas deliciosas de condimentos sin sal como mostaza seca, jugo de limón, comino, pimiento verde u hoja de laurel.
* Si depende mucho de los alimentos enlatados, asegúrate de enjuagarlos bien antes de comerlos o cocinarlos. Eso debería quitar algo de sal.
Si tienes una enfermedad renal, consulta con su médico sobre el sustituto de sal ideal para ti
Recuerda que si estás acostumbrado a tener mucha sal en tus alimentos, sus papilas gustativas necesitarán tiempo para adaptarse a una dieta baja en sodio. Pero no te rindas. Una vez que te haya adaptado a esta dieta, te dará cuenta de lo saludable que es consumir menos sal todos los días y no tendrás la tentación de volver a consumir alimentos ricos en sodio nunca más.
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