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Historia: El Vendedor De Huevos y La Dignidad

Por: Alex N.

Habitaba en un pueblito, un amable y humilde anciano que vendía los huevos que ponían sus gallinas. Para eso, cada día iba a la ciudad. Un día, se le acercó una mujer muy bien vestida

La mujer le preguntó: "¿a cuánto vende los huevos?"
Y el viejo vendedor respondió: "a $ 2 el huevo, señora".
A lo que ella le dijo: "me llevaré 6 huevos por $ 1 cada uno o me iré y no compraré ninguno".

El anciano vendedor respondió: "está bien señora, lléveselos al precio que usted quiera. Puede ser que este sea un buen comienzo, porque hoy no he podido vender ni un solo huevo".

Ella tomó los huevos y se fue sintiendo que había ganado. Se subió a su automóvil y se fue a un elegante restaurante con una amiga.

Allí, ella y su amiga, ordenaron de la carta lo que mas les gustaba. Comieron un poco y dejaron mucho de lo que ordenaron. Luego se dispuso a pagar la cuenta. La cuenta le salió a 600 $. La señora dio 700 $ y le pidió al dueño del restaurante que se quedara con el cambio.

 

Este incidente podría haber parecido bastante normal para el propietario pero muy doloroso para el pobre y anciano vendedor de huevos.

 
historia huevos

La cuestión es:
¿Por qué siempre demostramos que tenemos el poder cuando compramos a los necesitados? ¿Y por qué somos tan generosos con aquellos que ni siquiera necesitan nuestra generosidad? ¿Por qué nos gusta tanto vivir de las apariencias?

 

Mi padre solía comprar productos simples a los pobres a precios altos, aunque no los necesitaba. A veces solía pagarles más. Me preocupé por este acto y le pregunté por qué lo hacía. Entonces mi padre respondió: "es una caridad envuelta en dignidad".

 

"Dad más bien lo que está dentro como obra de caridad, y entonces todo os será limpio".​

Lucas 11:41

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