Narra la inocente historia de un niño que vive en un mundo separado de la realidad. El personaje del niño, junto al del zorro, permite que el libro contenga esa riqueza filosófica que lo convierte en una historia atemporal y digna de leer. Las enseñanzas de “El Principito” están basadas en la amistad, el amor, la tristeza o la riqueza. Todas ellas son interesantes, pero creemos que especialmente estas 7 te gustarán y podrás comenzar a aplicarlas en tu día a día:
1. “Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos”
Esta frase hace mención a la importancia de conocerse a uno mismo y al mundo, de indagar, a la necesidad que tenemos a veces de equivocarnos antes de aprender, la ilusión por descubrir y tomar caminos inesperados sin miedo al riesgo. Mantenerte en el mismo camino siempre parece cómodo y fácil pero encierra una trampa: no te ayuda a conocer la vida más a fondo, en más dimensiones que te permiten crecer.
2. “Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existen ningún comerciante de amigos, los hombres, los hombres ya no tienen amigos”
El progresivo cambio de la sociedad ha deteriorado la comunicación y las relaciones humanas. Por eso, en un momento en el que impera la tecnología y la comunicación se escuda a menudo en pantallas, es muy importante que cuides la comunicación directa, real y que es la que mejor puede hacer fluir la relación con las personas que te rodean.
No permitas que los otros sean solo conocidos, compañeros de trabajo, acompañantes en eventos, etc. cuando pueden llegar a ser amigos.
3. “Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”, lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!”
Con esta frase que acaba de forma divertida, en “El Principito” se hace un llamamiento al amor y a la necesidad de que el hombre no olvide sus raíces. El trabajo es importante, es una parte esencial de la vida, pero no puede ser el núcleo central donde pones tu corazón, porque la entrega “total” al trabajo, aunque sí que puede ayudar a sentirte realizado, no es lo más importante y no te permitirá ser feliz ni disfrutar de la vida plenamente.
4. “Se debe pedir a cada cual lo que está a su alcance realizar”
Una idea de justicia, de motivación y de paz, que ilustra la exigencia del hombre que a veces, ya sea porque se lo imponen o porque se lo autoimpone, trata de abarcar ámbitos a los que su habilidad no alcanza.
Eso no es malo, intentarlo, simplemente es necesario ser consciente de las limitaciones que tienes para así saber qué nivel de exigencia puedes alcanzar y así no estarás inmerso en insatisfacciones cuando trates de hacer algo y no lo consigas.
Lo importante es conocer hasta dónde puedes llegar, para que mientras lo hagas disfrutes y no se convierta en un quebradero de cabeza.
Por otra parte la frase se puede entender como un toque de atención a los que sí pueden hacer más pero caen en una tendencia del hombre a escudarse en la pereza, que a veces nos impide hacer más, aprovechar el tiempo y nuestras capacidades cuando de verdad podríamos llegar si tuviéramos motivación.
Es difícil, pero debemos intentar discernir lo que sí podemos cambiar, e intentar abarcarlo, y lo que tenemos que saber aceptar porque no podemos llegar o no depende de nosotros.
5. “Nada en el universo sigue siendo igual si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, o no, a una rosa”.
Todas las decisiones que tomamos y las acciones que llevamos a cabo tienen consecuencias. No implica que sean inmediatas, pero has de ser consciente de que todo está relacionado en el mundo, por lo que es importante que si vas a tomar cualquier decisión que te afecte a ti o a otras personas la medites bien e incluso valores otras opiniones.
6. “Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio”
Esta enseñanza trata sobre vencer al ego, conseguir la ecuanimidad y sobre la importancia de conocerse a sí mismo, siendo consciente de las fortalezas y debilidades de cada uno.
No podemos analizar el mundo solo en función de lo que egoístamente nos conviene e interesa, si no buscando y reconociendo toda la verdad. Las personas que han conseguido esto saben que la humildad es precisamente una de las mejores maneras de solucionar cualquier problema, y no la competitividad que siempre quiere hacer que nos impongamos a los demás y nos sintamos mejores.
No es constructivo vivir con prejuicios y con críticas a los demás por cómo sean o las habilidades que tengan. Es necesario trabajar y convivir con respeto a los demás, así como a uno mismo, porque en lo que tú flaqueas, la otra persona tal vez brilla, y viceversa, con lo cual, para la persona con visión, entre todos nos complementamos.
7. “Mantén la ilusión y la inocencia a pesar de las malas experiencias”
Esta es una de las batallas más importantes de la vida. Cuando todo va sobre ruedas es fácil sentirse satisfecho, pero cuando cualquier cosa sale mal nos enfadamos y nos sirve como excusa para justificar malos comportamientos. Sin duda hay que vivir con alegría todo lo favorable, pero también tenemos que valorar más los baches y momentos malos, pues son las pruebas en las que el hombre demuestra cómo responde, su fortaleza, su entrega, y además es cuando más madura y cuando aprende la humildad. Por ejemplo cuando lleguen las malas experiencias, en lugar de preguntarte: ¿por qué a mí? y lamentarte, puedes preguntarte: ¿y por qué no a mí?, y entenderás que no hay motivos para merecer algo diferente a los demás.
El Principito” nos invita a seguir adelante mientras podamos, a aprender de los obstáculos y las malas experiencias y no rendirnos hasta alcanzar los sueños.
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