¿Prefieres revivir el mismo día durante 365 días o perder un año de tu vida?
Revivir el mismo día durante 365 días
¿Preferirías ser bella pero estúpida o inteligente pero fea?
¿Prefieres tener un billete de primera clase internacional ilimitado o no tener que pagar nunca por la comida en los restaurantes?
Tener un billete de primera clase internacional ilimitado
No tener que pagar nunca por la comida en los restaurantes
¿Preferirías reencarnarte en una mosca o simplemente dejar de existir después de morir?
Reencarnarme en una mosca
Dejar de existir después de morir
¿Preferirías tener poder político real pero ser relativamente pobre o ser ridículamente rico y no tener poder político?
Tener poder político real pero ser relativamente pobre
Ser ridículamente rico y no tener poder político
¿Prefieres perder la capacidad de leer o perder la capacidad de hablar?
Perder la capacidad de leer
Perder la capacidad de hablar
¿Prefieres no enfadarte nunca o no tener nunca envidia?
¿Prefieres vivir en la playa o en una cabaña en el bosque?
En una cabaña en el bosque
¿Prefieres perder la mano izquierda o el pie derecho?
¿Prefieres tener una alfombra voladora o un coche que pueda conducir bajo el agua?
Un coche que pueda conducir bajo el agua
Tu miedo es a la muerte
Lo que temes es la muerte. Este puede ser el más insidioso de los miedos. Muchos de nuestros miedos en la vida son en realidad un miedo a la muerte disfrazado. El miedo a no tener suficiente tiempo, el miedo al fracaso, el miedo a no encontrar el amor... suelen ser un miedo a no tener suficiente tiempo para hacer las cosas que quieres hacer antes de morir. No es algo en lo que te guste pensar, y por eso te pedimos disculpas. Pero una cosa es segura, todos estamos en este mismo barco que tú, y la mayoría de nosotros tenemos este miedo tan lógico.
Su miedo es al fracaso
Tienes miedo al fracaso. Es un miedo muy común y, para algunos, peor que cualquier peligro físico, incluso mortal. Por supuesto, está relacionado con un sentimiento interno de ansiedad, que suele provenir de la infancia. Esta ansiedad proviene de algunos objetivos que nos hemos fijado, a veces algún estándar imposible. Por otro lado, puede que simplemente tengas miedo de perder lo que tanto te ha costado tener. No dejes que esta ansiedad te apague, has llegado hasta aquí y sabes que, aunque puedas fracasar, también sabes cómo triunfar.
Tu miedo es el de las alturas
Tienes miedo a las alturas. Olvídate de escalar montañas y hacer puénting, prefieres tumbarte en la playa donde hay un terreno bonito y llano.
Y quién puede culparte, hay una razón por la que nuestro cerebro entra en pánico cuando estamos en las alturas, y es que no tenemos alas y somos criaturas bastante torpes, que se mueven sólo con dos piernas. El miedo a las alturas es sobre todo sentido común.
Tu miedo es la oscuridad
Le temes a la oscuridad.
La oscuridad es uno de los miedos más primarios y comprensibles de la humanidad. En la oscuridad es cuando muchos depredadores nos cazan, y la oscuridad es también un momento para tener accidentes cuando no se puede ver. La oscuridad puede ser una amenaza tan física como cualquier otra a la que nos enfrentemos, y tememos por una buena razón.
Tu miedo es añadir compromisos
Lo que temes es añadir compromisos a tu vida. Te desagrada estar atado a compromisos.
Por encima de todo, el miedo a los compromisos es un miedo a ser esclavizado, a estar atado a unas responsabilidades contra las que luego te puedes esforzar. Tal vez te conozcas a ti mismo y sepas que esas cosas te irritan. Tal vez ya has hecho todos los grandes compromisos que vas a hacer en esta vida, y no quieres añadir más. Todos estos son miedos lógicos, y tienes todo el derecho a asumir o no compromisos.
Por otro lado, puedes tener miedo de ROMPER compromisos, y por eso no los empiezas. De este modo, sientes que estás protegiendo a aquellos con los que no te comprometes. Es un miedo comprensible. Por desgracia, no todo el mundo tiene miedo de romper tus compromisos.
Tu miedo es el rechazo
Lo que temes es el rechazo.
Al fin y al cabo, la mayoría de nosotros sólo queremos que nos quieran y nos acepten por lo que somos. Puede que hayas experimentado algún rechazo en tu vida que te haya hecho mucho daño. O tal vez se trate de algún temor que nunca ha llegado a producirse, pero que siempre has sentido que podría ocurrir. Cuando la gente nos rechaza, puede destruir nuestro sentido del yo, una imagen que nos pasamos toda la vida reuniendo: lo que la gente ha dicho de nosotros, lo que hemos hecho, lo que pensamos de nosotros mismos. El rechazo puede hacer tambalear todo eso, y es un miedo comprensible, tanto si el rechazo es de una amistad, de un familiar o de un interés romántico.
Sandra F.
6/3/2022
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