1. Azúcar: Es increíblemente difícil evitar el azúcar porque lo encontramos en todo. Sin embargo, consumirlo en grandes cantidades podría causarte inflamación, por lo que es muy importante controlar tu ingesta de azúcar procesada y optar por fruta dulce en su lugar.
2. Aceites de cocina comunes: Los aceites de cártamo, soja, girasol, maíz y semilla de algodón, no solamente contribuyen al inicio de la inflamación, sino que están hechos con ingredientes económicos que son malos para tu salud.
3. Grasas saturadas: La grasa saturada incrementa el colesterol malo, y promueve la inflación, la obesidad y la resistencia a la insulina. La encontramos en comidas frutas, comidas rápidas, y productos horneados como la mantequilla, o cosas preparadas con margarina o aceite vegetal.
4. Carnes rojas procesadas: Las carnes rojas tienen una molécula que los seres humanos no producen naturalmente, llamada Neu5GC. Una vez que ingieras este componente, tu cuerpo desarrollará anticuerpos que pueden desencadenar respuestas inflamatorias constantes. Reduce el consumo de carnes rojas y remplázalo por aves de corral, pescado y cortes magros de carne roja, una vez a la semana.
5. Carne de animales: Los animales que son alimentados con granos como soya y maíz son más propensos a experimentar inflamación. Estos animales además ganan peso y son inyectados con hormonas y antibióticos. Es mejor si optas por consumir alimentos orgánicos, o carnes de corral que hayan sido alimentadas con dietas naturales.
6. Productos lácteos: Mientras que algunos yogures son buenos para el cuerpo, algunos productos lácteos son difícilmente digeridos por el mismo. La leche es un alérgeno común que puede causar inflamación, problemas digestivos, erupciones en la piel, urticaria y dificultades para respirar. Recuerda que la leche es buena para los niños, pero no tan buena para los adultos.
8. Granos refinados: Los productos ''refinados'' no tienen fibra y tienen un alto contenido glicémico. Están en todas partes: en el arroz blanco, la harina blanca, el pan blanco, las pastas y algunos postres. Prueba y trata de remplazarlo con granos mínimamente procesados.
9. Aditivos alimentarios artificiales: El Aspartamo y el MSG son dos aditivos alimentarios comunes que pueden desencadenar respuestas inflamatorias. Tratar de omitirlos completamente de tu dieta diaria.
1. El Salmón: El salmón contiene ácidos de omega 3, y es conocido por tener una multitud de beneficios para la salud. Si no te gusta comer pescado, puedes considerar comer un suplemento de alta calidad. Prueba e integra el aceite de pescado o pescado azul a tu dieta, al menos 2 veces a la semana para disfrutar de sus beneficios.
2. Ajo: Aunque el ajo es bien conocido por sus increíbles beneficios para la salud, debemos recordarte que esto es un muy buen aliado a la hora de reducir la inflamación, controlar el azúcar en la sangre y combatir las infecciones.
3. Aceite de olvida extra virgen: Este aceite ha sido el secreto de la longevidad en muchas culturas del mediterráneo por cientos de años. El aceite de olvida extra virgen proporciona cantidades saludables de grasas anti-inflamatorias, y puede reducir el riesgo a sufrir de asma y artritis, así como proteger el corazón y los vasos sanguíneos.