Además de ser el órgano más grande del cuerpo humano, la piel es un tejido que protege a nuestro organismo de las bacterias, regula la temperatura corporal, y recoge todo tipo de información a través de receptores de tacto, dolor, frío, o calor. Al estar conectada a todas las partes del cuerpo, cuando algo anda mal en tu organismo, la piel puede ser uno de los primeros órganos en enviarte una señal de advertencia.
La diabetes, por ejemplo, es una enfermedad difícil de detectar en las primeras etapas. Sin embargo, uno de las pocas y primeras señales de esta condición se manifiesta a través de la piel, indicando que la persona podría estar desarrollando la dicha enfermedad. Por esta razón, es importante estar atento a cualquier síntoma que pueden manifestarse en nuestra piel.
Si quieres proteger tu salud y la de tus seres queridos, no dejes de tener en cuenta estas 10 condiciones dermatológicas que podrían revelarte diferentes aspectos de tu salud.
Advertencia #1: Piel amarillenta y tonalidad naranja en las plantas y palmas.
Las tonalidades naranjas típicas de la carotenemia son el resultado del mal funcionamiento de la glándula tiroides, una condición conocida como hipotiroidismo, que produce un aumento de la concentración de beta-caroteno en la sangre. Este compuesto es un antioxidante que está presente en frutas y verduras de color naranja, y suele ser procesado por la glándula tiroides. Por esta razón, si tienes algún problema en la tiroides, lo más probable es que las vitaminas dejen de ser metabolizadas con rapidez y el beta-caroteno pase a acumularse en el torrente sanguíneo. Una dieta rica en zanahorias, batatas, naranja o calabaza también puede ser un causante de este síntoma cutáneo.
Otros signos – Es posible que la piel se vuelva seca y fría. Además, la persona puede experimentar un aumento de peso, y una sensación de debilidad, cansancio, y dolores generalizados. Las mujeres mayores de 50 años son el grupo más propenso a desarrollar esta condición.
Tratamiento – Al ser causada por la mala alimentación, la carotenemia es una condición que puede tratarse con simples ajustes en la dieta y los hábitos alimenticios. Sin embargo, cuando se trata de fallas en la glándula tiroides, es importante realizar una consulta médica para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones serias en la salud.
Advertencia #2: Erupciones y sarpullido al estar expuesto al sol
La explicación más acertada para este síntoma es que probablemente hayas tomado un fármaco fotosensibilizante antes de entrar en contacto con la luz solar. Esto se debe a que algunas medicaciones están compuestas por químicos que aumentan la sensibilidad a la luz.
Otros signos – La erupción solo aparece en aquellas áreas expuestas a la luz solar, como el cuello, los brazos, o el rostro, y puede afectar a cualquier tipo de piel, por lo que tener una tonalidad más oscura no te salvará de la reacción a este tipo de medicaciones.
Los fármacos más conocidos por producir este efecto son las tiazidas, que son utilizadas para tratar la hipertensión. Otras medicaciones fotosensibilizantes incluyen antihistamínicos, tetraciclina, tretinoína, y algunos antidepresivos. Sin embargo, la reacción a estos fármacos depende de cada paciente.
Tratamiento – Comienza por leer el prospecto de la medicación, y buscar la palabra “Fotosensibilidad química” entre los efectos secundarios. Aunque los especialistas recomiendan utilizar un protector solar con FPS alto cada vez que estés expuesto al sol, esto no garantiza la prevención y eliminación del sarpullido. Si no tienes forma de controlar este síntoma, consulta con tu médico de cabecera sobre otras medicaciones que no produzcan este efecto.
Advertencia #3: Líneas rojas en las palmas
La presencia de una coloración oscura en las líneas de las palmas puede ser un síntoma de un trastorno endócrino conocido como Enfermedad de Addison, en referencia a Thomas Addison, el científico que la descubrió. La víctima más conocida de esta condición fue el ex Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.
Otros signos – La hiperpigmentación también puede manifestarse en otras áreas de la piel, como pliegues, labios, cicatrices, y ciertos puntos de presión, como rodillas y nudillos. Los síntomas cutáneos también pueden estar acompañados de niveles bajos en la presión arterial, que pueden agravarse cuando la persona se encuentra de pie. Esta condición suele manifestarse con mayor frecuencia en hombres y mujeres de entre 30 y 50 años.
Tratamiento – Este tipo de cambios en la piel pueden ser un signo de advertencia producido antes de un ataque serio, que puede estar acompañado por dolor generalizado, vómitos, deshidratación y pérdida de la consciencia. Para diagnosticar esta enfermedad, es necesario realizar un examen que mida los niveles de cortisol.
Advertencia #4: Venas azules en las piernas
Si notas que tus piernas comienzan a llenarse de líneas violetas o azules, es posible que tu cuerpo te esté indicando que alguna de las venas en esa zona no estaría funcionando como debería. La insuficiencia venosa, comúnmente conocida como várices, puede ser una simple molestia estética, o una fuente de dolor, calambres y problemas para caminar. Debido a que las várices utilizan válvulas unidireccionales para mantener la correcta circulación de la sangre, cuando éstas dejan de funcionar, la sangre puede terminar filtrándose y acumulándose dentro de las venas.
Otros signos – Las várices no deben confundirse con otra enfermedad venosa, conocida como arañas vasculares, que se caracteriza por la dilatación de capilares y vasos superficiales. Mientras las várices son venas grandes, oscuras, y con relieve, las arañas vasculares son más finas y aparecen en grupos. Aunque esta condición es común tanto en hombres como en mujeres, el último grupo tienen una mayor tendencia a desarrollarla.
Tratamiento – El mejor tratamiento para prevenir y evitar el avance de esta condición es el ejercicio, utilizando medias de compresión y evitando ciertas posturas que puedan oprimir las venas. Aunque esto te ayudará a aliviar las molestias causadas por esta condición, las várices no desaparecerán. Debido a que los daños serios pueden causar coágulos y poner en peligro tu salud, si las venas comienzan a causar dolor o sentirse tibias y tiernas al tacto, realiza una consulta con tu médico de inmediato.
Los tratamientos médicos incluyen cirugía y escleroterapia, que consiste en inyecciones de una solución que, con el tiempo, produce la desaparición de la várice.
Advertencia #5: Manchas marrones en las piernas
Aunque muchas veces golpeamos nuestras piernas, especialmente la zona de la tibia, sin darnos cuenta, si un paciente diabético recibe un golpe de este tipo, lo más probable que sufra daños en los capilares y pequeños vasos sanguíneos, causando filtraciones que luego derivan en manchas marrones conocidas como dermopatia diabética.
Otros signos – Los síntomas cutáneos de la diabetes suelen manifestarse como pequeñas depresiones marrones, bien delimitadas, con apariencia atrófica y forma alargada. Por otro lado, la presencia de una úlcera sin cicatrizar en los pies también podría indicar que una persona padece diabetes. Debido a que esta enfermedad produce una pérdida progresiva de la sensación de frío, calor, tacto y dolor, muchas veces estas heridas suelen pasar inadvertidas y convertirse en un foco de infección.
Tratamiento – Si la persona que manifiesta este síntoma ya ha sido diagnosticada con la enfermedad, las manchas marrones no implican ningún riesgo para la salud. Sin embargo, si el paciente aún no ha sido diagnosticado, es importante identificar otros síntomas, como sudoración excesiva, visión borrosa, y pérdida de peso.
Advertencia #6: Sarpullido que arde, pica y no desaparece
Si tienes pequeños grupos de ampollas que causan comezón y aparecen en la zona de los brazos, codos, rodillas, glúteos, espalda o cuero cabelludo, es posible que se trate de una dermatitis herpetiforme, que es uno de los síntomas de la celiaquía, una enfermedad caracterizada por la intolerancia al gluten. De hecho, 1 de cada 4 pacientes con celiaquía manifiesta este síntoma como parte de la enfermedad.
Otros signos – Esta erupción se manifiesta en ambos lados del cuerpo, causando una fuerte sensación de ardor y picazón, al punto de no poder parar de rascarse. De acuerdo con diversos estudios observacionales, este síntoma se manifiesta con mayor frecuencia en personas de 30 a 40 años.
Tratamiento – Realiza una consulta con tu médico de cabecera para realizar un examen de sangre o una biopsia del intestino delgado que permita detectar la dermatitis herpetiforme. Por lo general, para evitar sufrir los síntomas, las personas diagnosticadas con esta enfermedad deben mantener una dieta libre de gluten por el resto de sus vidas.
Advertencia #7: Manchas violetas en la piel
Si tienes un hematoma que no quiere desaparecer, es posible que alguno de los vasos sanguíneos ubicados debajo de la piel esté sufriendo una pérdida. Aunque este síntoma puede ser causado por una variedad de factores, desde escorbuto hasta trastornos sanguíneos, cuando este síntoma se manifiesta en personas mayores de 65 años, significa que la piel se ha vuelto más delgada y frágil con el paso del tiempo, causando daños y debilitando los vasos sanguíneos. Esta condición es conocida como “púrpura senil”.
Es importante destacar que el consumo excesivo de aspirinas, antinflamatorios no esteroideos, anticoagulantes, vitamina E, y ciertas medicaciones para la memoria pueden empeorar esta condición.
Otros signos – Por lo general, luego de una lesión, los hematomas suelen volverse azules o negros. Sin embargo, en el caso de la púrpura, la decoloración comienza con un color rojo que poco a poco se vuelve violeta, y persiste por mucho más tiempo. Aunque estas marcas pueden tener diferentes tamaños, los lugares más comunes de aparición suelen ser los brazos, piernas, espalda, y manos.
Tratamiento – Las personas que manifiestas hematomas persistentes o son propensas a desarrollarlos con frecuencia deben realizar una consulta médica para determinar con precisión las causas de este trastorno sanguíneo.
Advertencia #8: Picazón sin sarpullido
Aunque la sensación de picazón es común en la mayoría de las personas, cuando ocurre de forma persistente y sin ningún tipo de alteración en la piel, podría tratarse de prurito, que es uno de los primeros síntomas del linfoma, un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático. Los dos principales tipos son el linfoma de Hodgkin y el de no Hodgkin.
Otros signos – El nivel de picazón suele ser más intenso que aquel causado por una simple sequedad en la piel, y se manifiesta principalmente en la parte inferior de las piernas. En casos excepcionales, la piel puede sufrir irritación e inflamación. Por otro lado, esta condición también se caracteriza por una inflamación de los nódulos linfáticos en las axilas, clavícula, cuello o ingle.
Tratamiento – Si la picazón persiste, consulta con tu médico de cabecera para realizar el diagnóstico adecuado.
Advertencia #9: Piel muy pálida y uñas teñidas de azul
Los casos de anemia severa pueden ser indicados por un cambio en la pigmentación de la piel, que suele volverse más pálida en el rostro y las palmas de la mano. Esta condición puede ser causada por deficiencia de hierro, úlceras, enfermedades intestinales, entre otros factores. La anemia suele ser común en adultos mayores, cuya capacidad para absorber nutrientes se ve afectada por el proceso de envejecimiento.
Otros signos – Mientras que la palidez común solo afecta la piel, la anemia afecta los tejidos rojos en la boca, los párpados y las encías, volviéndolos más pálidos de lo normal. Otros síntomas incluyen sensación de cansancio y debilidad, dolores de cabeza, mareos, y dificultad para respirar.
Tratamiento – La mayoría de los casos de anemia pueden ser tratados incorporando hierro en el torrente sanguíneo, ya sea mediante suplementos, o de forma natural a través de la alimentación. Para los pacientes que padecen esta enfermedad, los especialistas recomiendan aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como huevo, frutas deshidratadas, carne roja, vegetales de hoja verde, o hígado, y combinarlo con fuentes de vitamina C, para promover la absorción de dicho mineral.
Advertencia #10: Hormigueo y sarpullido
Existe una dolorosa condición llamada herpes zoster, que es transmitida por el mismo virus de la varicela. Por esta razón, las personas que ya tuvieron esa enfermedad suelen superar el virus con facilidad. Aunque el herpes zoster no suele reaparecer, existen ciertos factores, como el estrés, las infecciones, ciertas medicaciones, y problemas en el sistema inmune, que pueden reactivar el virus luego de años e incluso décadas.
Otros signos – Por lo general, las erupciones suelen ser precedidas por una sensación de ardor y sensibilidad al tacto, que puede manifestarse días o semanas antes del brote. La erupción se manifiesta como pequeñas protuberancias que aparecen con mayor frecuencia en piernas, rostro y cuello, y solo afectan un lado del cuerpo. A los pocos días, el sarpullido se transformará en pústulas llenas de líquido, que suelen endurecerse y cicatrizar en el transcurso de una a dos semanas.
Tratamiento – Es importante acudir a un médico en el primer instante que sientas el dolor, ya que existe una medicación antiviral que solo puede utilizarse dentro de las 72 horas. En caso de recibir esta medicación, el paciente tiene la posibilidad de reducir la severidad de las pústulas, y el riesgo de desarrollar una complicación a futuro, conocida como neuralgia postherpética. Esta condición puede causar dolores de gran intensidad, y perdurar por semanas, meses, e incluso años.
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