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Guía Familiar: Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo

El Redactor: Jessica Q. R.
Cada día volvemos a discutir con ellos para que se laven los dientes o se sienten a hacer los deberes. Mil veces les hemos pedido ya que recojan sus juguetes y pongan todo en su sitio, pero nada sirve, y eso sin hablar de que nos ayuden con las tareas del hogar. Todo lo que les pedimos se convierte en discusiones y gritos, y simplemente no tenemos energía para seguir peleando con ellos. Muchos padres se quejan de que sus hijos no cooperan con ellos. Ignoran sus peticiones, no participan en las tareas del hogar, se niegan a sumarse a las actividades familiares y responden con insolencia y falta de respeto.
 
Si a ti también te frustra que tu hijo no responda o, peor aún, ignore tus peticiones, es hora de entender por qué ocurre esto y cambiar tu actitud. En este artículo encontrarás 4 consejos importantes que te ayudarán a entender mejor por lo que está pasando tu hijo y cómo fomentar su cooperación en lugar de enzarzarte en luchas de poder.
Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo

El deseo de independencia y control

Los niños, especialmente a una edad temprana, comienzan a experimentar una sensación de separación de sus padres y desarrollan su independencia y personalidad, que son una parte importante del proceso natural de desarrollo. Intentan tomar el control de tantas cosas como sea posible. Cualquier tarea que les impongamos, especialmente una que ellos perciban como obligatoria, puede hacerles sentir, incluso inconscientemente, que alguien está tratando de controlarlos, lo que lleva a una resistencia inmediata. Cuando te acerques a tu hijo, intenta no sonar autoritario, como: "¡Cálmate!" o "¡Siéntate bien!" o "¿Qué parte de la oración no entendiste?" porque lo más probable es que el niño simplemente te ignore y continúe con lo que está haciendo. Las órdenes tampoco nos sientan bien a los adultos.

Cambia tu enfoque a uno que sea instructivo y explicativo, y di, por ejemplo: "La comida es algo que comemos, no con lo que jugamos", y ya entenderá lo que se espera de él. Establece límites firmes pero respetuosos, porque en última instancia el objetivo es que cumpla tu pedido o cambie su comportamiento a través de la cooperación y de una manera agradable.

Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo

Establece contacto visual

Muchas veces, les pedimos a nuestros hijos que hagan algo mientras estamos ocupados con sus hermanos menores o con los correos electrónicos del trabajo. Los niños no siempre se dan cuenta de que nos estamos dirigiendo a ellos o no entienden lo que se espera de ellos, lo que genera frustración en ambas partes y se convierte en una lucha de poder.

Cuando hables con tu hijo, míralo directamente a los ojos y capta su atención. De esta manera, sabrá que escuchó lo que le has dicho y entendió lo que le estás pidiendo. El contacto visual crea una comunicación mejor y más efectiva, reemplazando las órdenes lanzadas al aire mientras está haciendo varias tareas a la vez, que a menudo caen en oídos sordos. Te sorprenderás al ver cómo el contacto visual mejora de inmediato y significativamente su atención y ejecución.

Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo

No digas "no", ofrece alternativas

Como padres, a menudo usamos palabras como "no", "no lo hagas" o "prohibido". Cuanto más decimos estas palabras, más probabilidades hay de que hagan lo contrario. Además, cuando un niño escucha una palabra negativa, suele desencadenar una reacción defensiva o agresiva y deja de escuchar. A los niños les resulta difícil comprender la prohibición, porque deben comprender simultáneamente lo que está prohibido y lo que se espera de ellos.

Por lo tanto, en lugar de decir: "No dejes los juguetes en el suelo", pídeles: "Por favor, devuelve los juguetes a su lugar". En lugar de decir: "No corras por la calle", di: "Es peligroso correr por la callel, pero puedes correr por la acera". Intenta hablar en términos de reglas generales en lugar de centrarte directamente en ellas. Por ejemplo, en lugar de decir: "No golpees", di: "En nuestra casa, usamos palabras, no manos".

También puedes convertir la petición en un juego para que sea más interesante. En lugar de amenazarles con que no verán la televisión hasta que recojan los bloques, divídanse en equipos y digan: "Mamá y Juan recogerán todos los bloques verdes y azules, y Ernesto recogerá solo los bloques rojos. ¡Veamos quién termina primero!". De esta manera, la tarea se vuelve divertida y agradable.

Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo

Escúchalos

Los niños nos piden innumerables cosas a diario y, cuando les decimos que no, podemos enfadarnos, hacer berrinches o llorar. En lugar de decir un "no" rotundo, intenta decir: "Ahora no" o "No podemos ir al parque a esta hora, pero cuando termines los deberes, saldré contigo con gusto". Esto cambia su percepción y su experiencia. Por ejemplo, si tu hijo te pide un helado en un momento inadecuado, busca un "sí diferido" en lugar de decir "no". Es importante que los niños se sientan importantes y sepan que sus opiniones importan. Respétalos escuchándolos con sinceridad y participando en conversaciones respetuosas y empáticas. El respeto no significa necesariamente estar de acuerdo con todo lo que piden.
Cómo Evitar Las Luchas De Poder Con Tu Hijo
Hay muchas razones diversas por las que nuestros hijos no siempre cooperan con nosotros. A veces, su falta de cooperación es una forma de expresar emociones. Los niños pueden usar la negativa a cooperar como una forma de expresar sentimientos negativos como frustración, ira, tristeza o impotencia. A veces, su falta de voluntad para cooperar es un intento de llamar la atención de sus padres o de su entorno. Cuando se trata de las tareas del hogar, algunos niños las ven como un castigo y no ven interés ni desafío en ellas, considerándolas algo que les quita tiempo de juego y ocio, lo que genera aún más resistencia.
 

Lo que es importante saber es que los niños necesitan nuestros límites, combinados con amor y respeto, que les brinden una sensación de seguridad y la sensación de que pueden confiar en nosotros para guiarlos. Elige tus batallas. Deja de lado el "no" en áreas que no sean tus líneas rojas. Si los corriges en cada pequeña cosa, dejarán de escuchar y cooperar. Si estableces un límite o haces una declaración, cumple con tus palabras, porque las palabras que no están respaldadas por acciones no funcionarán la próxima vez.

La crianza empoderadora permite que todo se ponga sobre la mesa y se discuta abiertamente desde una edad temprana, de una manera accesible y apropiada para la edad. Cuando acostumbramos a nuestros hijos a conversaciones emocionales donde todo es discutible, cooperarán más, se sentirán más seguros y confiarán en que nosotros, como padres, estaremos allí para ellos y los guiaremos.

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