La articulación del hombro es uno de los componentes más importantes para la movilidad diaria, ya que permite un amplio rango de movimiento de las extremidades superiores. A pesar de que se la considera una sola articulación, el hombro está compuesto por varias articulaciones interconectadas, formadas principalmente por tres huesos: el húmero (hueso del brazo superior), la escápula (omóplato) y la clavícula (clavícula). Entre ellas, la articulación glenohumeral (formada por la cabeza humeral y la cavidad glenoidea de la escápula) es particularmente importante, ya que ofrece una amplia movilidad pero hace que el hombro sea propenso a sufrir lesiones. En este artículo, analizaremos algunas de las técnicas innovadoras que los especialistas pueden utilizar hoy en día para tratar estas lesiones.
La cavidad glenoidea del hombro está rodeada por una estructura cartilaginosa llamada labrum, que facilita el movimiento suave y aporta estabilidad. Alrededor de la articulación se encuentran ligamentos, tendones y los músculos del manguito rotador, que trabajan todos en armonía para estabilizar y movilizar el hombro.
La dislocación del hombro es una afección aguda y dolorosa causada por un traumatismo. Normalmente, el húmero se desplaza hacia adelante, dañando el cartílago, el labrum y, a veces, las estructuras óseas del hombro. Esta afección suele ir acompañada de deformidad y restricción del movimiento.
¿Quiénes corren riesgo?
Diagnóstico
El diagnóstico comienza con un examen físico y radiografías, seguido de imágenes avanzadas como una resonancia magnética con artrografía (ARM) para evaluar el daño de los tejidos blandos.
Opciones de tratamiento
El manguito rotador es un grupo de cuatro tendones fundamentales para el movimiento equilibrado del hombro. Los desgarros en estos tendones, en particular en adultos mayores, son comunes y pueden ser resultado de un traumatismo o de procesos degenerativos.
Síntomas:
Diagnóstico:
Opciones de tratamiento:
Las lesiones de larga duración, los desgarros no tratados o las dislocaciones recurrentes pueden provocar osteoartritis del hombro o un deterioro funcional significativo. En el caso de las personas mayores con daño articular avanzado, la cirugía de reemplazo de hombro suele ser el último recurso.
Y ahora llegamos al quid de este artículo, y son los avances innovadores en la cirugía del hombro que, en los últimos años, han transformado la forma en que se tratan las lesiones, ofreciendo soluciones personalizadas que mejoran los resultados y al mismo tiempo reducen realmente el tiempo de recuperación que lleva un tratamiento de este tipo. Cada técnica quirúrgica aborda desafíos específicos, brindando opciones que van desde procedimientos mínimamente invasivos hasta reconstrucciones más integrales, asegurando que los pacientes puedan recuperar la movilidad y la función.
La cirugía artroscópica es ampliamente utilizada, ya que es una técnica mínimamente invasiva que es especialmente eficaz para reparar lesiones de tejidos blandos, como desgarros del labrum, desgarros del manguito rotador y daño de ligamentos. Durante el procedimiento, el cirujano realiza pequeñas incisiones alrededor del hombro, insertando una cámara y herramientas especializadas para reparar el daño con precisión. Al visualizar la articulación en un monitor, el cirujano puede restaurar las estructuras lesionadas con una alteración mínima del tejido circundante. Este enfoque da como resultado cicatrices más pequeñas y una recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta tradicional, aunque generalmente se reserva para casos con daño limitado al hueso o los tejidos blandos.
En el caso de pacientes con luxaciones recurrentes del hombro y pérdida ósea significativa, el procedimiento Latarjet suele ser la opción preferida. A diferencia de las reparaciones artroscópicas, esta técnica quirúrgica abierta aborda tanto las deficiencias estructurales como la inestabilidad. El procedimiento implica transferir un trozo del hueso coracoides desde la escápula hasta la parte delantera de la cavidad glenoidea, rellenando las zonas con pérdida ósea y reforzando la articulación del hombro. Este doble efecto (restaurar el contorno óseo y proporcionar una estabilización adicional a partir del tendón transferido) lo hace especialmente adecuado para deportistas que participan en deportes de alto impacto como el fútbol o el judo. Aunque es muy eficaz para prevenir más luxaciones, el procedimiento Latarjet altera la anatomía del hombro y requiere un tiempo de recuperación más prolongado que la artroscopia.
La cirugía de reemplazo de hombro es otra opción transformadora, diseñada para casos de degeneración articular avanzada o daño irreparable. En el reemplazo anatómico del hombro, la cabeza humeral dañada y la cavidad glenoidea se reemplazan con componentes protésicos que imitan la articulación natural. En el caso de pacientes con una función del manguito rotador comprometida, se suele realizar un reemplazo inverso del hombro, invirtiendo las posiciones de la cabeza y la cavidad para permitir que el músculo deltoides compense el manguito rotador debilitado. Estos procedimientos proporcionan un alivio significativo del dolor y pueden restaurar una amplia gama de movimientos, aunque normalmente se recomiendan para adultos mayores o personas con daño articular grave debido al tiempo de recuperación prolongado y la vida útil limitada de los implantes.
En situaciones en las que las reparaciones tradicionales de tendones ya no son viables, como en los casos de desgarros crónicos del manguito rotador con atrofia muscular grave, la cirugía de implantes con balón ofrece una solución innovadora. En este procedimiento mínimamente invasivo, se coloca un balón biodegradable en la articulación del hombro, que proporciona amortiguación y redistribuye las fuerzas para reducir el dolor y mejorar la movilidad. Si bien no restaura los tendones desgarrados, esta técnica puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes que, de lo contrario, podrían enfrentar limitaciones permanentes. La recuperación es relativamente corta y el procedimiento es particularmente adecuado para pacientes mayores con menores demandas de actividad.
Otro enfoque moderno que complementa los tratamientos quirúrgicos es la terapia con plasma rico en plaquetas (PRP). Aunque no es una técnica quirúrgica, las inyecciones de PRP se utilizan a menudo junto con la cirugía o en lugar de ella para lesiones de tejidos blandos. Al inyectar una solución concentrada de plaquetas y factores de crecimiento del propio paciente en el área afectada, el PRP promueve la reparación del tejido y reduce la inflamación de forma natural. Si bien no es una solución definitiva para todos los casos, es una opción prometedora para los pacientes que buscan mejorar la curación sin procedimientos invasivos.
Recuperación y rehabilitación
La recuperación posquirúrgica suele implicar el uso de un cabestrillo durante algunas semanas, seguido de meses de fisioterapia. La duración de la recuperación depende de factores como la edad del paciente, la extensión de la lesión y el cumplimiento de los protocolos de rehabilitación. Las técnicas quirúrgicas avanzadas y la intervención temprana generalmente mejoran los resultados, lo que permite a los pacientes recuperar la funcionalidad y volver a sus rutinas.
Para asegurarte de recuperarte en un tiempo récord, sigue estas reglas importantes:
Sigue las instrucciones posoperatorias: sigue estrictamente las pautas de tu cirujano con respecto a la medicación, el cuidado de las heridas y las restricciones de actividad para evitar complicaciones y promover la curación.
Realiza fisioterapia: participa diligentemente en la fisioterapia prescrita para recuperar la movilidad, la fuerza y la función de su hombro. La constancia en la realización de los ejercicios recomendados es vital para una recuperación completa. No creerás lo importante que puede ser hacer fisioterapia para la futura amplitud de movimiento y plena capacidad. Asegúrate de seguirlas y hacer toda tu "tarea".
Controla el dolor de manera eficaz: utiliza los analgésicos recetados según las indicaciones e incorpora métodos como aplicar hielo en el hombro para reducir la hinchazón y aliviar las molestias. ¡No te excedas! Es difícil dejar la adicción a los analgésicos, por lo que es mejor ser honesto contigo mismo todos los días sobre tu necesidad real de tomarlos. No queremos que tengas dolor, pero es muy fácil volverte adicto.
Posición para dormir: duerme en posición vertical o semi-reclinada para minimizar las molestias. El uso de almohadas para apoyar el brazo operado puede evitar movimientos involuntarios que pueden causar dolor.
Evita fumar y beber alcohol: evita fumar y limita el consumo de alcohol, ya que ambos pueden impedir el proceso de curación y aumentar el riesgo de complicaciones.
Asegúrate de tener una nutrición adecuada: mantén una dieta equilibrada rica en vitaminas y proteínas magras para favorecer la reparación de los tejidos y la recuperación general. Los nutrientes como las vitaminas C y E son especialmente beneficiosos para la curación.
Prepara el entorno de tu hogar: organiza tu espacio vital para adaptarse a la movilidad limitada, asegurándote de que los elementos esenciales estén al alcance de la mano y que los caminos estén despejados para evitar accidentes.
Controla las complicaciones: debes estar atento a los signos de infección, como un aumento del enrojecimiento, la hinchazón o la fiebre, y comunícate con tu proveedor de atención médica de inmediato si se presenta alguna complicación.
Regreso gradual a las actividades: evita apresurarte a volver a realizar actividades extenuantes o levantar objetos pesados hasta que su cirujano lo autorice. La progresión gradual bajo la guía de un profesional garantiza que el hombro se cure correctamente.
Algunas palabras sobre cómo elegir al especialista adecuado
El éxito de los tratamientos de hombro depende de un diagnóstico preciso y de la experiencia del especialista en ortopedia que lo trate. Es fundamental consultar a un cirujano con amplia experiencia en el tratamiento conservador y quirúrgico de las lesiones de hombro para determinar el mejor curso de acción adaptado a las necesidades individuales. Estamos hablando del rango de movimiento, tu capacidad para utilizar partes de tu cuerpo que utilizamos todo el tiempo. Es fundamental que te sientas 100% seguro con tu especialista y cirujano.