El humilde cepillo de dientes: un compañero firme en nuestras rutinas diarias, frotando fielmente la mañana y la noche. Pero cuando llega al final de su deber dental, lo tiramos y lo reemplazamos con uno nuevo. Eso es lo que dicen los dentistas, ¿no? Sin embargo, tu antiguo cepillo de dientes puede ser una herramienta sorprendentemente útil para todo tipo de tareas en la casa. En lugar de dejar que se desperdicie, ¿por qué no reutilizarlo para limpiar o incluso preparar de manera sorprendente?
¡Así que desplázate hacia abajo y dale a tu antiguo cepillo de dientes una segunda vida siguiendo estos once consejos!
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Esas molestas líneas sucias en tu baño o cocina pueden ser una verdadera monstruosidad. Un cepillo de dientes viejo es perfecto para meterse en esos puntos apretados.
¡Simplemente mezcla un poco de bicarbonato de sodio y agua para formar una pasta, coloca el cepillo de dientes en la mezcla y después frota! Las cerdas son la rigidez correcta para abordar la suciedad y la mugre sin dañar las fichas. Te sorprenderá cuán más brillantes se verán tus superficies con una pequeña grasa en el codo y un cepillo de dientes viejo y confiable. ¡Es una manera rápida y fácil de refrescar su espacio!
Si tus joyas se ven un poco viejas, un cepillo de dientes viejo puede ayudar a recuperar su brillo. Las cerdas finas son lo suficientemente suaves como para limpiar los detalles intrincados sin causar daños.
Usa un poco de agua y jabón suaves, o un limpiador de joyas, y frota suavemente tus anillos, collares o aretes. El cepillo de dientes ayuda a eliminar la suciedad y los aceites de las grietas, dejando tus joyas brillantes como nuevas. Solo asegúrate de secar tus piezas a fondo después de limpiar para evitar manchas de agua.
Si tus zapatos deportivos se ven un poco viejos por el desgaste, tu cepillo de dientes puede ayudar a restaurarlos. Úsalo para eliminar la suciedad y las manchas en la tela o las partes de goma.
Mezcla un detergente suave con agua, sumerge el cepillo y frota suavemente. Las cerdas pueden alcanzar pequeñas grietas, ayudando a traer de vuelta ese aspecto fresco sin arriesgar daños al material. ¡Harás que tus zapatos se vean nuevos en muy poco tiempo!
Si tienes amigos peludos en casa, ¡sabes de lo que hablamos! Un cepillo de dientes viejo hace maravillas para recoger el pelo de las mascotas de los muebles y la ropa.
Arrastra las cerdas sobre las superficies de las telas y observa cómo el pelo se agrupa, lo que hace que sea más fácil de eliminar. Es una forma eficiente y gentil de ordenar sin dañar tu tapicería o ropa. Además, ¡es una gran excusa para pasar unos momentos más con tus mascotas mientras mantienes tu espacio limpio!
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Un cepillo de dientes viejo es perfecto para limpiar esas áreas difíciles de alcanzar en tu automóvil, como las costuras de los asientos, los respiraderos de aire y los botones alrededor del tablero. Las cerdas pueden meterse en puntos apretados donde la suciedad y el polvo tienden a acumularse, haciendo que el interior de su automóvil se vea fresco y bien mantenido. Simplemente combínalo con un limpiador suave o un poco de agua jabonosa, y te sorprenderás de la cantidad de mugre que puede eliminar con algunos matorrales suaves.
Para los neumáticos, frota suavemente el polvo de los frenos y la mugre de las tuercas, los pozos de los neumáticos y los intrincados diseños de borde. Las cerdas suaves no rascarán las superficies, y la cabeza compacta navega por espacios apretados con facilidad. Termina con un paño de microfibra y brillará como nuevo.
Los cepillos de dientes viejos son excelentes para aplicar adhesivos, selladores y lubricantes precisamente a áreas pequeñas y difíciles de alcanzar. Las cerdas suaves absorben y distribuyen material de manera uniforme, reduciendo el desorden y los desechos. Úsalos para aplicar el calafateo de silicona a los huecos ajustados, lubricar los pasadores de bisagra o unir piezas pequeñas. La aplicación controlada garantiza un enlace fuerte y preciso, ahorrándote tiempo y material.
La acumulación de minerales en grifos y cabezales de ducha puede conducir a un flujo de agua reducido y puntos antiestéticos. Un cepillo de dientes viejo es la herramienta perfecta para eliminar estos depósitos.
Sumerge el cepillo de dientes en una mezcla de vinagre y agua, luego úsalo para limpiar alrededor de las boquillas y otras áreas pequeñas. Esto ayuda a mantener tus accesorios de agua brillantes y asegura que la presión de agua se mantenga fuerte y consistente.