Una visita al consultorio del ginecólogo es una parte inevitable de la vida de una mujer, pero a menudo conlleva una buena cantidad de desafíos y momentos incómodos cuando se trata de hablar de asuntos íntimos. Tal vez te encuentres lidiando con preguntas como "¿Es normal el color de esta secreción?" o "¿Por qué huele diferente ahí abajo?"
No temas, porque tales preguntas son perfectamente razonables. Tu ginecólogo está bien versado en abordar estas preocupaciones. Son profesionales capacitados dedicados a abordar todos los aspectos de la salud de la mujer, sin importar cuán sensibles o torpes puedan parecer.
Mientras te preparas para tu próxima visita al ginecólogo, equípate con un repertorio de preguntas, incluidas estas preguntas frecuentes que no sorprenderán a tu médico con la guardia baja.
Anota tus preguntas.
Cuando estamos ansiosas, nuestros nervios pueden traicionarnos y hacer que olvidemos las mismas preguntas que anhelamos hacer. Hay una solución simple: pon la pluma en el papel. Garabatea todo lo que atormenta tu mente, abrazando sin miedo incluso los temas más incómodos. Recuerda, tu médico no es ajeno a estos asuntos y no se inmutará por tu franqueza.
Aborda la incomodidad de frente.
Antes de tu examen, tu médico generalmente te preguntará acerca de tu salud. Aprovecha esta oportunidad de oro para las preguntas. Armada con tu lista, utiliza este momento personal para abordar todas las preocupaciones que se han estado gestando en tu mente.
Responde honestamente a las preguntas de tu médico.
Cuando se trata de tu vida íntima, historial sexual o cualquier problema de salud, la honestidad reina suprema. Revela tus pensamientos de forma transparente a tu ginecólogo, sabiendo que están allí para brindar apoyo, no para juzgar. Sin embargo, si sientes un indicio de parcialidad o sientes que tu médico se ve obstaculizado por creencias personales, recuerda que tienes el poder de buscar un profesional de la salud que se adapte más a ti.
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Es completamente normal sentirse incómoda al exponerse a los demás, incluso en un entorno médico. Sin embargo, ten en cuenta que los ginecólogos se han encontrado con innumerables cuerpos de diversas formas y tamaños a lo largo de sus carreras. Para ellos, este es solo otro día en el consultorio. Además, entienden que este aspecto particular de la visita puede no ser el más cómodo para ti. Para aliviar tus preocupaciones, considera solicitar una conversación con el médico antes de desvestirte. Tomarte el tiempo para establecer una relación puede ayudarte a sentirse más cómoda, especialmente si es la primera vez que te encuentras con el médico.
Cada mujer tiene un olor único en su zona íntima, que puede variar según factores como la dieta, las bebidas que consume y los medicamentos que toma. Los alimentos con olor fuerte, las especias y el alcohol pueden llegar a las secreciones vaginales y dar como resultado olores distintivos. Tampoco es raro experimentar cambios en el olor vaginal durante la menstruación o después de una actividad física intensa. La conclusión clave es no preocuparte demasiado por los olores vaginales naturales. Sin embargo, si el olor te sigue molestando o adquiere un olor a "pescado", es recomendable que consultes a tu médico lo antes posible, ya que podría indicar una infección.
Sin duda, experimentar picazón en el área vaginal puede ser angustiante. La picazón puede indicar potencialmente enfermedades de transmisión sexual (ETS), infecciones por hongos o incluso el resultado de usar ropa demasiado ajustada. Dado que puede ser un desafío determinar cuándo es necesario preocuparte, es esencial informar a tu médico acerca de tus síntomas, especialmente si la picazón persiste incluso después de haberte duchado.
Es perfectamente normal experimentar descargas regularmente. El volumen, el color y la textura de su flujo pueden variar dependiendo de dónde se encuentre en su ciclo menstrual. Además, durante el embarazo, los cambios hormonales pueden provocar un aumento de la secreción. Sin embargo, si notas cambios significativos en la cantidad o el olor, o si experimenta molestias como dolor, ardor o picazón, podría ser indicativo de un problema subyacente, como una infección. En tales casos, es recomendable buscar una evaluación médica si tienes inquietudes.
Las mutaciones genéticas hereditarias del cáncer de mama 1 (BRCA1) y del cáncer de mama 2 (BRCA2) pueden aumentar significativamente el riesgo de por vida de una mujer de desarrollar cáncer de mama o de ovario. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades revelan que estas mutaciones representan alrededor del 3 % de los casos de cáncer de mama y afectan aproximadamente a 7500 mujeres al año. Además, estas mutaciones están relacionadas con aproximadamente el 10 % de los casos de cáncer de ovario y afectan a unas 2000 mujeres cada año. A pesar de esto, es importante tener en cuenta que no todas las personas con una mutación BRCA tendrán riesgo de cáncer.
La decisión de someterte a la prueba de mutación BRCA recae en última instancia en ti. No obstante, teniendo en cuenta tus antecedentes genéticos y tu historial médico, tu obstetra/ginecólogo o proveedor de atención médica podría recomendarte esta prueba. Participar en una conversación abierta y honesta sobre tus factores de riesgo e inquietudes específicas con tu proveedor de atención médica puede mejorar potencialmente las posibilidades de detección temprana, lo que a menudo conduce a tratamientos contra el cáncer más efectivos.
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Así como los individuos varían en apariencia y características, las vulvas también vienen en una amplia gama de formas y tamaños. Desafortunadamente, las expectativas sociales a menudo imponen estándares de belleza poco realistas, lo que lleva a muchas mujeres a sentirse inseguras o anormales con respecto a sus cuerpos. Si observas algún crecimiento o alteración inusual en tu vulva, asegúrate de comunicárselo a tu ginecólogo.
Un recurso que vale la pena explorar es el sitio web "The Great Wall of Vulva", que presenta una colección de imágenes que muestran diversas vaginas. Su objetivo es enfatizar que las variaciones naturales son completamente normales para que las mujeres comprendan.
Los médicos enfatizan que cuando las mujeres en la etapa de la menopausia experimentan una disminución en los niveles de estrógeno, esto puede afectar su deseo sexual. A diferencia de Viagra para hombres, no existe una solución única para tratar la libido baja en las mujeres. Por lo tanto, mantener una conversación abierta y honesta con un profesional de la salud, como un médico o un terapeuta sexual, se vuelve crucial si tener relaciones sexuales se convierte en una tarea tediosa en lugar de la actividad placentera que debería ser.
Incluso si no has tenido el hábito de prestar atención a tus senos, es importante que lo hagas. Aunque los casos de cáncer de mama en mujeres menores de 40 años son menos del 5%, es imperativo que todas las mujeres se examinen periódicamente las mamas para detectar cualquier alteración, incluidos bultos, irregularidades o cambios, ya que la detección temprana del cáncer de mama conduce a mejores resultados. Tu ginecólogo puede demostrar la técnica correcta para realizar un autoexamen y educarte sobre los signos que debes tener en cuenta. La incorporación de autoexámenes en tu rutina de cuidado personal, como durante su ducha diaria, es fácil de hacer.
Experimentar pérdidas de orina al estornudar o reírse es una preocupación común para muchas mujeres. Sin embargo, no hay necesidad de dejar que este miedo interrumpa tu vida diaria. Aunque las fugas de vejiga, también conocidas como "vejiga caída" o "incontinencia urinaria", son frecuentes entre las mujeres que han dado a luz, también pueden afectar a las mujeres sin hijos. Por lo tanto, si te encuentras orinando durante momentos de risa, estornudos o ejercicio, puedes estar segura de que es un hecho frecuente y no algo que debas soportar indefinidamente. Buscar la ayuda de tu médico puede proporcionar soluciones efectivas para abordar este problema.
La cuestión de mantener o no la limpieza vaginal ha suscitado una gran controversia en el campo de la salud de la mujer. Una amplia gama de productos de higiene femenina ha saturado el mercado, tentando a las mujeres a adoptar rutinas de autolimpieza. Sin embargo, los expertos en salud destacan que no es recomendable introducir limpiadores en la vagina. En cambio, el enfoque debe estar en una rutina de limpieza suave para la vulva y los labios usando agua y jabón sin fragancia todos los días. Si tienes alguna inquietud persistente con respecto al mantenimiento de la higiene íntima, sería útil plantearla durante tu cita programada con el profesional de la salud.
Si los síntomas de tu síndrome premenstrual están afectando significativamente tus relaciones personales o están obstaculizando su desempeño en el trabajo o la escuela, debes buscar una evaluación. Existe una condición llamada trastorno disfórico premenstrual (PMDD, por sus siglas en inglés) que puede provocar cambios de humor considerables, y esto puede evaluarse durante una visita al consultorio de tu médico.
A partir de los 21 años, generalmente se recomienda que las mujeres se sometan a un examen pélvico anual como parte de su atención médica de rutina. Sin embargo, si surge algún problema o inquietud, puede ser necesario un examen pélvico a una edad más temprana. Una prueba de Papanicolaou, que consiste en recolectar células cervicales para detectar anomalías precancerosas conocidas como "displasia", no se incluye en todos los exámenes pélvicos. Por lo general, las pruebas de Papanicolaou se realizan cada tres años si el resultado anterior fue normal. Para las mujeres de 30 años o más, se puede realizar una prueba de Papanicolaou combinada con una prueba de VPH cada cinco años.
Ten en cuenta que si bien la prueba de Papanicolaou en sí se realiza cada tres a cinco años, durante la visita anual, tu ginecólogo aún inspecciona visualmente su cuello uterino.
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Ten la seguridad de que no debes sentirte avergonzada por hacer esta pregunta, ya que tu médico está aquí para ayudarte. Los cambios en la sensación no son infrecuentes, particularmente durante la menopausia. Durante la menopausia, la falta de estrógeno puede provocar sequedad vaginal, especialmente durante las relaciones sexuales.
Afortunadamente, existen numerosas opciones de tratamiento disponibles para abordar este problema. Estos incluyen el uso de lubricantes para aliviar las molestias y tratamientos locales de estrógeno administrados en forma de cremas, píldoras vaginales o un anillo de estrógeno vaginal.
Además, incluyen píldoras orales de estrógeno que se dirigen específicamente al revestimiento vaginal sin afectar otros tejidos como los senos. Al explorar estos diversos enfoques, puedes encontrar una solución adecuada para mejorar tu comodidad e intimidad.
En realidad, es bastante raro que los senos sean perfectamente simétricos. En la mayoría de los casos, las diferencias en tamaño y forma son sutiles, pero ocasionalmente, los senos pueden diferir en un tamaño de copa completo o más. Si bien la forma y el equilibrio de los senos están influenciados principalmente por factores como el tejido mamario general y la distribución de la grasa corporal, el tamaño de los senos puede fluctuar, incluso a diario, según los niveles de estrógeno y factores como el embarazo o la lactancia.
Durante el embarazo y particularmente durante la lactancia, un número significativo de mujeres reportan cambios notables en el tamaño y la forma de los senos. Esto ocurre porque la grasa mamaria se absorbe en la leche que produce y consume el bebé.
Sin embargo, si alguna vez notas enrojecimiento, hinchazón o la presencia de un bulto junto con cualquier cambio en el tamaño de los senos, podría indicar una infección o un tumor en los senos. En los casos de hinchazón o enrojecimiento durante la lactancia, puede deberse a un conducto de leche bloqueado. Cualquiera que sea el caso, es crucial que busques atención médica de inmediato si observas alguno de estos síntomas.
La piel que rodea la región vaginal generalmente está cubierta por ropa y puede humedecerse, creando un entorno propicio para el crecimiento bacteriano. Esto puede conducir a una afección llamada "foliculitis", en la que las bacterias se infiltran en la piel y provocan enrojecimiento, inflamación, sensibilidad y la formación de bultos, ampollas o granos. Si te depilas con cera o te afeitas el área del bikini, es posible que encuentres protuberancias rojas o espinillas inofensivas causadas por los folículos pilosos irritados.
Si tienes granitos persistentes en tu zona vaginal, es recomendable consultar a tu médico para descartar la posibilidad de una infección de transmisión sexual, como verrugas genitales (virus del papiloma humano) o herpes. En el caso de acné vaginal o foliculitis, tu médico puede recomendar antibióticos para aliviar la infección.
Fuentes: The Healthy, WebMD, Moreland OB-GYN, Ochsner Health, Johns Hopkins Medicine Home, OB-GYN Women’s Centre of Lakewood Ranch