La vida está llena de cosas temporales que pueden caducar o ser arrebatadas, como años perdidos, dinero, propiedades, amigos y cónyuges. Si bien es natural sentir amargura por estas pérdidas, es reconfortante saber que algunas cosas no se nos pueden quitar y están bajo nuestro control.
Al reflexionar sobre nuestra infancia, podemos reconocer los brotes de nuestro espíritu y esencia que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Es importante celebrar y reconocer estas cosas. Descubre las diez cosas que no se pueden quitar, incluso en momentos de pérdida, como tu singularidad.
1. Tu singularidad
Como los copos de nieve, somos criaturas únicas e irremplazables. Aunque infinito en número, cada uno de nosotros posee características únicas. En el tratado del Sanedrín, hay una declaración desconcertante que dice: "Todos y cada uno deben decir, para mí fue creado el mundo". A primera vista, esto puede parecer egocéntrico y jactancioso. Sin embargo, tras un examen más detenido, podemos apreciar la responsabilidad y la elegancia que transmite. Si el mundo fue creado para nosotros, entonces tenemos el deber de asumir la responsabilidad de lo que sucede en él. Parte de esta obligación es vivir una vida completa y plena ya que todo en el planeta fue puesto aquí para nosotros. Cuando comprendemos la idea de la individualidad, podemos ver el encanto de la vida, que también reside dentro de nosotros. Merecemos la felicidad y el éxito no por lo que poseemos o hacemos, sino por lo que somos: seres humanos frágiles, resistentes, imperfectos y milagrosos.
2. Tu autoimagen
Muchos cometen el error de pensar que la baja autoestima es evidencia de pudor, pero lo cierto es que es fuente de autodestrucción. Nuestra imagen proviene, entre otras cosas, de adoptar la mirada crítica del entorno sobre nosotros, y nos lleva mucho tiempo aprender a no juzgarnos a través del punto de vista de los demás hacia nosotros. Si nos volvemos porque todos vinimos al mundo para descubrir nuestra vida y su significado y no para vivir la vida y los sueños de los demás, podemos sentir la amplitud y la riqueza de las posibilidades en el mundo. Si estás ocupado pensando en lo que tus padres esperan de ti, si el jefe te aprecia y lo que la persona con la que saliste ayer pensó de ti, esto es comprensible pero innecesario. Al final, solo te aleja de tu naturalidad. Recuerda que debes atraer a tu vida a quienes te quieran y aprecien en la versión más natural y no se base en tratar de complacer y adaptarte a las situaciones y personas.
3. Tu intuición
En muchas deliberaciones por las que pasaremos en la vida, estamos decididos, confundidos, sin rumbo, y temerosos de tomar decisiones equivocadas. Podemos preguntar a nuestros familiares qué debemos hacer, qué nos conviene y qué es lo "correcto" para elegir. Muchas veces después de que decidimos, de una forma u otra, descubriremos que hubo una tendencia o un vago sentimiento en nosotros que nos jaló en cierta dirección y lo ignoramos, y en ocasiones incluso lo notaremos en retrospectiva o en tiempo real. las pistas que nos empujaron a la elección que hicimos. A medida que nos volvamos más abiertos y conectados con nosotros mismos, reconoceremos los mensajes que se nos envían como señales de intuición, que vienen a conectarnos con el camino correcto para nosotros. Nunca compares tu viaje con el de los demás y trata de comportarte como ellos. Un monje budista llamado Mathieu Ricard, quien fue declarado el "hombre más feliz del mundo", afirmó que "la comparación humana con los demás es lo que mata la felicidad". Recuerda que las respuestas a la mayoría de los problemas se encuentran dentro de nosotros mismos y no en mirar afuera a otras personas.
4. Tu pasión
El presente es el momento ideal para perseguir tu pasión y participar en actividades que tienen un significado personal. El proceso de identificar tu pasión puede parecer arduo y poco interesante, e incluso puedes sentirte avergonzado de reconocerlo. Sin embargo, si te permites la libertad de vivir sin autocrítica negativa y sin limitaciones sociales y culturales que dictan lo que debes hacer según tu edad, estatus o personalidad, puedes explorar tus pasiones. Perseguir actividades que te brinden alegría, satisfacción y una sensación de desafío indica que estás aprovechando tus pasiones. Tener un impacto positivo en tu entorno es un resultado inevitable de seguir tus pasiones.
5. Tu determinación
A menudo se aconseja a los aspirantes a escritores que comiencen sus historias con un protagonista que enfrenta obstáculos u oposición, ya que superar las dificultades es una parte crucial del desarrollo personal. Si bien no se recomienda buscar activamente el dolor y el sufrimiento, la vida naturalmente nos presenta dificultades que pueden ser dolorosas pero que también brindan oportunidades para el crecimiento, la transformación y una prueba de nuestro coraje y resiliencia. Nuestros errores y problemas no son permanentes, y si mantenemos una actitud determinada y persistente frente a los desafíos y nos mantenemos abiertos a nuevas posibilidades, eventualmente encontraremos lo que estamos buscando.
6. Tu actitud
Una cosa que no se le puede quitar a un individuo es la elección de su reacción hacia lo que otros dicen o hacen. A pesar de no ser consciente de ello, cada uno tiene la libertad de elegir su actitud en diferentes circunstancias. Optar por la positividad debe surgir de la comprensión de que, si bien puede ser difícil encontrar la felicidad dentro de nosotros mismos, es imposible descubrirla en otros lugares. Somos la fuente de la que brotan las reacciones, y el enfoque que adoptamos es nuestra decisión. Si bien podemos tener quejas válidas sobre cómo las personas han impactado negativamente en nuestras vidas, todavía poseemos la libertad de elegir nuestros caminos y reacciones después de superar los desafíos de la vida.
7. Tu habilidad para mostrar bondad y amor
La felicidad y el valor de nuestras vidas no se pueden medir por las posesiones que acumulamos, sino por los actos de bondad y generosidad que realizamos. Estos actos de entrega no tienen por qué limitarse a nuestros seres queridos ni implicar ningún costo, ya que una simple sonrisa o un oído atento pueden encarnar el espíritu de caridad. Aunque muchos evitan declarar explícitamente la felicidad como el objetivo de sus vidas, es una aspiración realista y alcanzable. Este viaje de difundir el amor y la bondad es uno en el que actuamos como consumidores y dueños de negocios, adquiriendo un sentido de identidad y realización.
8. Tu esperanza
Cuando se les pregunta a las personas sobre qué les causa la angustia emocional, uno podría atribuirlo al peso de las responsabilidades y los desafíos que conllevan. Sin embargo, no es la carga en sí misma sino la forma en que se maneja lo que afecta el estado emocional de uno. El principal obstáculo para lograr los objetivos de la vida es el nivel de motivación y determinación que uno posee. En tiempos difíciles, la voz interior que susurra "quizás" y "posiblemente" es la voz de la esperanza, una fuerza vital que impulsa nuestra existencia, amor y futuro.
9. Tu conocimiento y experiencia
A medida que navegamos por los desafíos de la vida y superamos los obstáculos, obtenemos la sabiduría y la experiencia que viene con el tiempo. El crecimiento no se limita a una edad específica. Podemos conservar nuestro espíritu juvenil permaneciendo abiertos al cambio. Nuestros fracasos pasados allanan el camino para nuestro éxito futuro, ya que la experiencia nos brinda conocimientos y fortaleza para actuar de manera diferente. Es importante no lamentar los intentos negativos, ya que contribuyen a nuestro crecimiento. Cuando estés de luto por el final del amor, recuerda que planta las semillas para el próximo y mejor. En última instancia, seguir adelante es una elección que conduce al crecimiento personal.
10. La decisión de seguir adelante
Es vital evitar que los errores del pasado y las relaciones dañadas obstaculicen tu progreso futuro. Es importante aprender a minimizar el dolor y el impacto negativo causado por las personas o los fracasos. Uno debe aprender de la experiencia, aceptar la pérdida, llorar y luego decidir seguir adelante. El perdón y la reconciliación deben abordarse gradualmente y sin miedo. El perdón no pretende justificar la injusticia o el dolor; es la clave de nuestra libertad y liberación. No se basa en buscar el perdón de la parte infractora. Avanzar en la vida demuestra nuestra confianza en nuestra capacidad para superar, desarrollar y encontrar la felicidad. Las cicatrices de nuestro pasado servirán como recordatorios de dónde hemos estado, pero no dictarán la dirección de nuestro futuro.