Hombros descolgados, lumbares inclinados y cuellos de texto: todo esto parece que no es un gran problema, sobre todo si haces ejercicio con regularidad y te mueves mucho. Después de todo, ¿qué es lo peor que puede pasar? Un pequeño dolor de espalda y ya está, ¿verdad?
Por desgracia, la realidad es un poco más complicada que eso. El cuerpo humano está estrechamente interconectado, e incluso una cosa aparentemente menor como la postura puede tener un impacto masivo en tu salud general. Esto es lo que puede ocurrir si descuidas tu postura.
¿Qué es una mala postura?
Lo ideal es que tu cuerpo debe estar alineado de una manera específica cuando está en una posición neutral: la cabeza debe estar por encima de los hombros, y el torso debe estar alineado con las caderas. Esto favorece la llamada columna neutra, una posición en la que se mantienen las tres curvas de la columna (la cervical, la torácica y la lumbar).
Pero la vida interfiere, y tenemos que sentarnos en sillas incómodas, llevar zapatos mal ajustados y mirar el teléfono y el ordenador durante horas. Estas actividades pueden cambiar la forma y la alineación del cuerpo. Y cuando esta desalineación persiste, suelen aparecer problemas de salud.
Entonces, ¿qué puede ir mal cuando se tiene una mala postura? He aquí una breve lista:
Reducción de la capacidad pulmonar
La mala postura tiene un impacto negativo directo en tu sistema musculoesquelético, y más adelante enumeraremos varios problemas ortopédicos específicos que se derivan de un cuerpo mal alineado. Pero la mala postura también afecta a muchas funciones del cuerpo aparentemente no relacionadas, de las cuales la respiración es un gran ejemplo.
¿Cómo influye una mala postura en la respiración?
El efecto negativo puede observarse en dos medidas: la capacidad pulmonar y la fuerza respiratoria. Y ambas medidas están controladas en gran medida por el diafragma, un gran músculo plano situado justo debajo de los pulmones que divide el abdomen del pecho. Para inhalar y exhalar completamente, el diafragma necesita espacio suficiente para contraerse y relajarse con cada respiración. Cuando la columna vertebral no está bien alineada y está comprimida, esto puede comprometer la eficacia de la respiración.
En concreto, una postura de la cabeza hacia delante puede afectar a la capacidad respiratoria al comprimir los pulmones, según una investigación publicada en el Journal of Physical Therapy Science. Cuando la posición predeterminada de una persona es con la cabeza empujada hacia delante, le resulta más difícil respirar. Esta afección también se conoce como "cuello de texto", ya que suele darse en personas que utilizan mucho los teléfonos inteligentes.
Dolor de mandíbula
¿Has oído hablar alguna vez del trastorno de la articulación temporomandibular o ATM? Esta afección, cada vez más común, se produce cuando las articulaciones temporomandibulares, que son las dos articulaciones que conectan su mandíbula con el cráneo en las sienes, están desalineadas. La ATM suele producirse como resultado de una mala postura de la columna vertebral que cambia la alineación de su patrón de mordida.
Con el tiempo, la mala postura ejerce mucha presión sobre las articulaciones temporomandibulares, y como resultado pueden sufrir espasmos, calambres o bloqueos. La ATM causa mucho dolor de mandíbula y dificultad para hablar y comer, (especialmente en alimentos que requieren mucha masticación).
Acidez y problemas digestivos
Si alguna vez experimentas ardor de estómago, aunque no hayas comido nada especialmente ácido o graso, comprueba tu postura. Sentarse encorvado después de comer puede desencadenar ardor de estómago y reflujo ácido. Estar encorvado comprime el abdomen, y esto puede empujar los ácidos del estómago hacia el esófago. Por ello, te recomendamos que des un pequeño paseo inmediatamente después de comer si notas que tu postura puede afectar a tu digestión. Esto hará que te mantengas erguido, y contrarresta los efectos negativos de estar encorvado.
Una mala postura también puede afectar a tu salud intestinal. Según Harvard Health, "una mala postura en el inodoro -encorvado con las rodillas más bajas que las caderas- puede favorecer el estreñimiento". Una postura encorvada hace que los abdominales trabajen mucho más al defecar.
¿Alguna vez te has sentido cansado y malhumorado a pesar de haber estado sentado en el sofá todo el día? La culpa puede ser de tu postura. Cuando tu cuerpo está en una postura encorvada y antinatural durante mucho tiempo, tus músculos tienen que esforzarse y tus articulaciones y ligamentos sufren una gran tensión.
Por suerte, mejorar la postura tiene el efecto contrario, como demuestra un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry. La investigación descubrió que una buena postura puede "aumentar el afecto positivo, reducir la fatiga y disminuir la autoconcentración en personas con depresión de leve a moderada".
Problemas de vejiga
Cuando te sientas durante largos periodos de tiempo o lo haces en una mala postura, esto puede provocar incontinencia de esfuerzo, que se refiere a un tipo de incontinencia en la que una persona pierde una pequeña cantidad de orina al toser, estornudar o reír. "Estar encorvado aumenta la presión abdominal, lo que ejerce presión sobre la vejiga. Esta postura también disminuye la capacidad de los músculos del suelo pélvico para resistir esa presión", afirma Meghan Markowski, fisioterapeuta, a Harvard Health.
Además, sentarse con la parte inferior de la espalda inclinada hacia delante también puede ejercer una presión excesiva y continua sobre la vejiga, lo que hace que se vaya al baño con más frecuencia.
Problemas en la vida íntima
Cuando se desplaza el cuello hacia delante, la cabeza acaba por delante de la línea media vertical de la columna vertebral. Deja de estar alineada con los hombros y la línea media, lo que acaba forzando los músculos del cuello y las articulaciones cervicales. Esto puede provocar pellizcos en los nervios, espasmos musculares y dolor de cuello.
La llamada postura de cuello de texto también puede hacer que te sientas mareado o provocar dolores de cabeza por tensión. Como los músculos del cuello tienen que trabajar más para mantener la cabeza mirando hacia delante, pueden tensarse y contribuir a la tensión y el dolor de cabeza. Con el tiempo, este tipo de postura también puede aumentar la inflamación en el cuello, que también se sabe que contribuye a los dolores de cabeza.
Dolor en la columna vertebral y las costillas
Cuando te sientas con los hombros redondeados y encorvados hacia delante durante horas, los músculos de la pared torácica se tensan. Esto puede provocar dolor en las costillas y el esternón.
Del mismo modo, encorvarse o encorvarse hacia un lado mientras se está sentado puede comprimir los músculos de la columna vertebral y dañar los discos vertebrales. Con el tiempo, esto contribuirá a que se produzcan dolores de espalda, fracturas vertebrales y pinzamientos nerviosos. De este modo, una mala postura suele provocar dolor de espalda y de hombros.
¿Te hemos convencido de que merece la pena mejorar tu postura? Si es así, aquí tienes una práctica lista de referencias que te mostrarán cómo mejorar tu postura:
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Fuentes: TheHealthy, Forbes, US News, Harvard Health