Puede que te resulte familiar este "escenario": se acerca la hora de dormir, ya te estás preparando para irte a la cama después de cenar, pero en realidad, tu estómago sigue rugiendo. Durante unos días o unas horas, tienes un fuerte deseo de comer algo sabroso, pero no muy saludable y ya no puedes resistirte. Puede ocurrir no sólo antes de acostarse, sino también en medio de la jornada laboral, al levantarse por la mañana o durante el fin de semana. Antojo, lujuria, deseo intenso, como sea que lo llames, el deseo que surge en ti por diferentes alimentos puede indicar claramente el estado de tu salud y de tu cuerpo. ¿cómo es posible? ¿qué es exactamente el antojo, qué indica cada tipo y cómo puedes reemplazar el antojo de alimentos poco saludables por una alternativa más sana? Esto y más lo descubrirás en el siguiente artículo.
¿Qué es exactamente el antojo?
El anhelo de comer se expresa a veces como un deseo intenso que te corroe, pero también plantea la pregunta: "¿Por qué quiero este alimento en particular? ¿Y por qué ahora mismo?". Hasta hace poco, los científicos e investigadores tampoco estaban seguros de las respuestas a esto, dice el profesor de la Universidad Estatal de Luisiana Frank Greenway, que también es director médico del Centro Pennington de Investigación Biomédica. Lleva décadas investigando el campo de los antojos de comida, pero sugiere que los científicos han llegado recientemente a una respuesta que puede haber puesto el dedo en la llaga.
"Nos hemos acostumbrado a pensar que el hambre está controlada por un área del cerebro, conocida como el hipotálamo, como una forma de asegurar la supervivencia. Pero investigaciones más recientes sugieren que en realidad es el sistema de recompensa del cerebro el responsable de muchos de nuestros hábitos alimentarios, incluidos los antojos", explica el Dr. Greenoy. Su investigación también descubrió que, en general, las mujeres manifiestan más antojos de comida que los hombres, y que todos manifiestan esos antojos más tarde en la noche que durante el día. Todo esto refuerza, sin duda, nuestra idea de que la sensación de antojo de comida tiene su origen en la percepción que tiene el cerebro de ciertos alimentos como recompensa".
El Dr. Greenway explica que comprender esta necesidad nuestra puede enseñarnos mucho sobre nosotros mismos, incluyendo importantes lecciones sobre nuestra salud mental y física. Para demostrarte lo cierto que es esto, a continuación repasaremos 7 antojos comunes por diferentes alimentos y te explicaremos qué es lo que probablemente esté detrás de tu intensa necesidad y antojo por cada uno de ellos.
1. Antojo de galletas y leche
¿Existe un antojo más clásico que el que anhela la combinación de unas galletas suaves y dulces con una leche deliciosa? Probablemente no, y muchas personas en todo el mundo lo experimentan. Por un lado, la leche es rica en triptófano, un compuesto que mejora el estado de ánimo, favorece la relajación y promueve el sueño. Pero esto es sólo en la medida en que se trata de una leche natural y que no existe una sensibilidad especial a ninguno de sus ingredientes. Por otro lado, las galletas pueden estar llenas de azúcares y grasas poco saludables para el organismo, por lo que combinarlas con leche puede aportarte una paz momentánea, pero en realidad no contribuirá a tu salud con el tiempo. Así que, si ese antojo te asalta a menudo, asegúrate de preparar galletas más sanas y nutritivas en lugar de las llenas de azúcar.
2. Antojo de pizza
¿Alguna vez has notado que cuando estás a dieta, de repente tiendes a desear mucho más los alimentos grasos como la pizza y el helado? Estos antojos tienden a estallar justo cuando comienzas a sentir que has movilizado con éxito la autodisciplina, lo que ciertamente no es el caso. Un estudio publicado en 2018 en el Journal of Brain Behavior Research descubrió que el aumento de los antojos puede estar relacionado con los propios hábitos alimenticios. Los investigadores descubrieron que ponerse a dieta aumentaba la producción de una sustancia química llamada "receptor 2 de neuromedina-U", que se encuentra en la misma zona del cerebro que regula la ingesta de alimentos y es responsable de la saciedad. De hecho, si se te antojan alimentos grasos como la pizza, puede indicar que tu dieta es demasiado extrema para ser práctica para ti y que deberías probar un método que se adapte mejor a tus necesidades pero que te permita perder peso.
3. Ansias de una hamburguesa
El mundo en el que vivimos está lleno de estrés, desde las noticias estresantes que escuchamos de vez en cuando hasta los problemas familiares y las preocupaciones diarias que todos tenemos en la cabeza. Estos sentimientos pueden convertirse en una condición crónica y provocar un fuerte aumento de los niveles de hormonas suprarrenales. Comer alimentos "reconfortantes" ricos en calorías y grasas, como las hamburguesas y las patatas fritas, puede frenar el aumento de estas hormonas y calmarte durante un tiempo, pero por otro lado introduce una serie de sustancias e ingredientes que promueven la inflamación y que no son nada buenos.
Por lo tanto, si sientes estrés crónico y te apetecen alimentos que te ayuden a regular esta sensación, no recurras a las hamburguesas y patatas fritas que engordan, sino a los alimentos saludables que se mencionan en el siguiente artículo, que son mejores y pueden ayudarte realmente a superar el estrés y a mantener el peso.
Una posible explicación de esto es que el chocolate negro contiene magnesio y teobromina, dos compuestos que han demostrado ser capaces de reducir los niveles de las hormonas del estrés en el cuerpo y promover la relajación muscular. Por lo tanto, si sientes que necesitas inyectarte cacao en la vena durante el día, busca siempre barras de chocolate que contengan más del 80% de cacao, y no las que están llenas de azúcar y leche, porque no te aportarán lo que realmente necesitas.
5. Antojo de refrescos de cola
Ya sea que desees un sorbo de la bebida de cola endulzada una vez al día, una vez a la semana o incluso solo una o dos veces al mes, es posible que lo que realmente desee sea cafeína. Un vaso de cola de 350 ml contiene aproximadamente 45 mg de cafeína, aproximadamente la mitad de la cantidad de una taza de café, por lo que puede obtener una pequeña inyección de energía, pero no un despertar real como el que experimentaría al beber café real. Aparte del hecho de que la bebida realmente no te despertará, también es importante saber que según un estudio publicado en 2017, el consumo diario de este tipo de refrescos puede dañar tu calcio y magnesio, lo que te hará más vulnerable, débil, cansado y conducen a un círculo vicioso. Por ello, es recomendable convertir tu ansia de refrescos de cola por energía en ansias de bebidas energéticas más sanas y nutritivas - el ejemplo de las 6 recomendadas en el siguiente artículo.
6. Ansia de bocadillos de patata
El antojo de varios aperitivos de patata o simplemente de patatas fritas de todo tipo es uno de los antojos alimentarios más reportados. Una dosis razonable no es un problema, pero si se "zampa" una bolsa tras otra de estos aperitivos, puede ser sin duda una señal de que tiene una deficiencia de ácidos grasos esenciales en general y de ácidos grasos omega-3 en particular. Nuestro cuerpo no produce estos ácidos grasos por sí mismo y, desde luego, no los obtendremos de los aperitivos industriales de patata, sino sólo de la ingesta de alimentos saludables como el salmón y otros pescados grasos, los aguacates, los frutos secos y el aceite de oliva.
Otra razón para desear estos aperitivos puede ser que quieras relajarte, ya que se ha comprobado que los alimentos elaborados con tubérculos pueden favorecer la tranquilidad. Si este es realmente el caso y se esfuerza por relajarse a través de tu dieta, se recomienda que simplemente comiences a prepararte los saludables bocadillos de patatas fritas que puedes reconocer en el siguiente artículo en lugar de optar por las opciones procesadas.
7. Antojo de queso
Los antojos de queso pueden provenir de una variedad de razones: la primera a tener en cuenta es que los quesos son una excelente fuente del aminoácido triptófano, que desempeña un papel importante en la producción del neurotransmisor serotonina, que es responsable de elevar el estado de ánimo. Los quesos también contienen la proteína caseína, que está involucrada en el proceso de liberación de dopamina en el cerebro, otro neurotransmisor que está específicamente relacionado con los sentimientos de recompensa y motivación. A la luz de esto, se puede decir que su ansia de queso puede provenir de un simple deseo de mejorar su sensación.
Otra razón que puede estar detrás de su deseo es que tiene dificultad para concentrarse y recordar. Un estudio de 2015 de la Universidad de Ciencias de la Salud de Texas encontró que las personas con TDAH tienen el doble de probabilidades de desarrollar antojos de queso que aquellas que no tienen este síndrome.