Según un estudio reciente, las mujeres que tienen una dieta deficiente durante el embarazo tienen más probabilidades de dar a luz prematuramente que las mujeres que comemos de manera saludable durante el embarazo. Por lo tanto, una dieta bien balanceada, con un enfoque específico en ciertos tipos de nutrientes que son beneficiosos para el desarrollo fetal, es una parte necesaria y algo desafiante del embarazo. A continuación se muestra una lista de 12 de los mejores alimentos para comer durante el embarazo.
Los huevos son una fuente de alimento versátil, baja en calorías y alta en proteínas, pero durante el embarazo, los ácidos grasos omega-3 presentes en ellos, especialmente el DHA, son particularmente beneficiosos. Se sabe que esto estimula el desarrollo del cerebro y la formación de ojos sanos.
El calcio es uno de los principales elementos de la dieta de una mujer embarazada, y el mejor tipo de alimentos para un suministro constante y directo de calcio son los productos lácteos. Además, el alto contenido de vitamina A, vitamina D y proteínas de la leche y el queso es igualmente importante para el desarrollo de los recién nacidos.
Son excelentes para comer durante el embarazo, ya que ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud. Por ejemplo, el contenido de ácido fólico asegura el correcto desarrollo del tubo neural en el bebé, la vitamina C estimula el desarrollo de un sistema inmunológico saludable, mientras que otras vitaminas B hacen todo, desde mejorar el desarrollo de los tejidos hasta prevenir las náuseas matutinas. Además, los aguacates son muy ricos en grasas saludables, por lo que pueden ayudarnos a sentirnos satisfechas si tenemos antojos de comida.
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Aunque muchas personas tienden a mantenerse alejadas de la sal para mejorar su salud, aumentar la circulación y disminuir la presión arterial, la sal marina contiene un elemento importante para el desarrollo fetal adecuado: el yodo. Como a la mayoría de las mujeres embarazadas se nos dice que evitemos el sushi (y las algas llenas de yodo que a veces acompañan a este plato), la sal marina suele ser el mejor método para agregar esta importante hormona a la dieta durante el embarazo.
Este alimento es un tema de debate para una dieta de embarazo. La razón de esto es que algunos pescados pueden contener trazas de mercurio y otros oligoelementos y compuestos dañinos que podrían ser muy poco saludables, incluso peligrosos, para el bebé por nacer. Sin embargo, pescados como el salmón, las sardinas, el arenque y la caballa tienden a tener niveles mucho más bajos de minerales peligrosos y están repletos de nutrientes saludables como los ácidos grasos omega-3, que son extremadamente importantes para el desarrollo fetal adecuado.
La vitamina A es una parte importante de la dieta del embarazo, ya que garantiza la correcta formación de los ojos, la piel, los dientes y los huesos. Además, el alto contenido de fibra mantiene el movimiento intestinal regular, evitando el molesto estreñimiento durante el embarazo.
Esta fruta es una maravillosa fuente de vitamina A, vitamina C y potasio, que estimula el desarrollo fetal y mejora la presión arterial y el sistema inmunológico durante el embarazo, los cuales son víctimas notorias del estrés del embarazo. Además, los mangos también ayudan a asentar el estómago y reducir las náuseas matutinas.
La avena y otros tipos de granos están repletos de minerales esenciales, como el cobre y el hierro, así como una gran dosis de fibra. La fibra ayuda a mejorar la salud del corazón, que a veces sufre una fuerte paliza durante el embarazo, al mismo tiempo que regula los intestinos, reduce los calambres y otros problemas gastrointestinales que aparecen durante el embarazo.
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Si como yo estás embarazada, es muy probable que siempre estés buscando un refrigerio que te ayude a llegar a la próxima comida. Las nueces son un refrigerio saludable y fácil de llevar que nos proporcionará una gran cantidad de minerales como hierro, cobre, magnesio, selenio y zinc, todos los cuales juegan un papel importante en el mantenimiento de los niveles de minerales, así como el bebé que crece dentro de nosotras. Además de esto, las grasas omega-3 que se encuentran en las almendras, los pistachos y las nueces ayudan a desarrollar el cerebro del bebé.
La espinaca está llena de importantes nutrientes para el embarazo, como vitamina A, vitamina C, calcio, hierro, fibra y ácido fólico, así como una variedad de antioxidantes que pueden ayudar a proteger al bebé en desarrollo de cualquier enfermedad crónica. El alto contenido de hierro de las espinacas es particularmente importante para las mamás, ya que la anemia es una preocupación común durante el embarazo e inmediatamente después del parto.
Estos pequeños y sencillos refuerzos dietéticos son algunos de los artículos más ricos en folato que encontrarás en la tienda de comestibles, por lo que ayudan a proteger al bebé de los defectos del tubo neural mejor que casi cualquier otra cosa. Además, contienen altos niveles de hierro, fibra y carbohidratos complejos que mantendrán la sensación de saciedad y optimizarán la absorción de nutrientes y el proceso digestivo.
El pollo y otros tipos de proteínas magras son imprescindibles para el desarrollo del bebé, ya que la cantidad de proteína requerida es enorme. Sin embargo, asegúrate de obtener principalmente proteínas magras de alta calidad y evita las carnes demasiado procesadas, ya que a menudo pueden contener bacterias o sustancias químicas dañinas que no deberíamos poner en el cuerpo cuando estamos embarazadas.
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Fuente: organicfacts