1. Chamois, Italia
Chamois es un pintoresco pueblo alpino situado a 1.814 metros sobre el nivel del mar en el Valle de Aosta, en el norte de Italia. Es el único pueblo de Italia al que no se puede acceder en coche, lo que fue una decisión consciente tomada por los lugareños como forma de preservar las montañas vírgenes y la vida silvestre que rodea su pueblo. De hecho, Chamois es una de las 19 llamadas Perlas Alpinas, el lugar de vacaciones más prístino y ecológico de los Alpes. Los visitantes pueden llegar a Chamois en teleférico. ¡Qué divertido es eso!
2. Hidra, Grecia
Viajemos al sur, a la joya de la corona de las islas Sarónicas de Grecia: la isla de Hidra. La isla es famosa por sus inmaculadas playas de piedras y su antigua arquitectura histórica, que incluye antiguas iglesias y monasterios. A diferencia de la siempre ruidosa y ajetreada capital griega, Hidra es tan bucólica y tranquila que casi se siente como si se hubiera viajado al pasado, aunque la isla esté a sólo dos horas de Atenas en ferry.
Los únicos dos tipos de coches que se encuentran en la isla son los camiones de la basura y las ambulancias. La mayoría de la gente se desplaza en barcas, mulas o burros, o con sus propios pies, para orientarse en la isla.
3. Isla Mackinac, Michigan EE.UU
La diminuta isla Mackinac está situada en la frontera entre el lago Hurón y el lago Michigan. Es uno de los pocos lugares de EE.UU. donde están prohibidos todos los vehículos motorizados, salvo los de emergencia y de servicio. Desde 1898, tanto los lugareños como los visitantes se desplazan en bicicleta, en coche de caballos o simplemente a pie.
Los visitantes pueden llegar a la isla de Mackinac en barco o en avioneta. Y el viaje merece la pena, ya que la ausencia de coches hace que la isla esté llena de belleza natural y aire fresco. Ni que decir tiene que éstas no son las únicas ventajas de visitar la isla de Mackinac; la roca caliza Arch Rock y el fuerte Mackinac son visitas recomendadas.
4. Islas Cies, España
Las Islas Cíes son un archipiélago formado por tres islas en el norte de España. Las islas son una reserva natural utilizada por las aves durante sus migraciones naturales y albergan distintos tipos de vida vegetal y marina. La única forma de llegar a las Islas Cíes es en ferry, lo que las convierte en el lugar perfecto para una escapada de un día para los excursionistas. Las rutas de senderismo están claramente delimitadas, y está prohibido sobrepasarlas en un intento de preservar el ecosistema único de las islas.
5. Fez El Bali, Marruecos
A veces, un lugar está libre de coches por necesidad. El laberinto de callejuelas que conforma la parte más antigua de la ciudad medieval de Fez, en Marruecos, es demasiado estrecho para los coches. Y esas callejuelas están repletas de puestos y tiendas que extienden sus mercancías por la calle, lo que hace difícil recorrerlas incluso en mula y bicicleta.
Sin embargo, recorrer este laberinto de 9.400 callejones y descubrir tiendas de artesanía, palacios, mezquitas, una universidad del siglo IX y otros tesoros ocultos es, sin duda, una aventura que muchos disfrutarán.
6. La Cumbrecita, Argentina
La Cumbrecita es un antiguo y clásico pueblo alemán, con casitas de madera, hablantes de alemán y restaurantes que sirven cerveza alemana, schnitzel y chucrut. La única sorpresa es que no está en Alemania. El pueblo argentino está enclavado en el Valle de Calamuchita, entre espesos bosques y pintorescos paisajes naturales. Para completar el ambiente de cuento de hadas del pueblo, los coches están prohibidos en La Cumbrecita.
Se pide amablemente a los visitantes que dejen sus vehículos en el estacionamiento cercano a la entrada. Al fin y al cabo, en la Alemania del siglo XV no había coches.
7. Halibut Cove, Alaska
Halibut Cove es un tranquilo pueblo situado en el magnífico Parque Estatal de la Bahía de Kachemak. En el pasado, Halibut Cove era un pueblo de pescadores, pero hoy es una comuna de artistas y un destino turístico. No hay carreteras asfaltadas, por lo que el transporte se limita a la navegación, el hidroavión, los vehículos todoterreno o el senderismo. Ni que decir tiene que Halibut Cove rebosa de vistas inolvidables de montañas, glaciares y el océano. La ciudad también alberga un anfiteatro flotante y la única oficina de correos flotante de Estados Unidos.
8. Sark
Sark es una pequeña isla de la Bailía de Guernsey, que forma parte de las Islas del Canal. La isla cuenta con una naturaleza magnífica: acantilados escarpados, una increíble vista del Canal de la Mancha, cuevas misteriosas y antiguas casitas de piedra. La isla también tiene uno de los cielos nocturnos más despejados del mundo, por lo que es un lugar de viaje muy popular entre los observadores de estrellas.
Lo más interesante es que Sark no pertenece al Reino Unido ni a Francia y tiene su propio parlamento y leyes basadas en el derecho normando. Se puede llegar a Sark en ferry desde el puerto de San Pedro, en Guernsey. Aquí no se ven coches, sólo carros de caballos.
9. Giethoorn, Países Bajos
Y por último, pero no por ello menos importante, en nuestra lista de destinos sin coches está Giethoorn, más conocida como la Venecia de los Países Bajos. Con sus granjas del siglo XVIII, sus canales en lugar de carreteras y sus puentes de arco de madera, esta ciudad es perfecta durante todo el año. Los visitantes pueden desplazarse por Giethoorn en bicicleta o en barco.
En invierno, los canales congelados son perfectos para patinar sobre hielo.
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