Los científicos han descubierto que el tejido de las vejigas de los cerdos se puede secar y convertir en un polvo que se puede utilizar para hacer crecer los dedos humanos. La matriz extracelular se diferencia de otros tejidos en los mamíferos porque contiene una proteína que estimula el recrecimiento total del tejido. Esto es similar a cómo los lagartos pueden volver a crecer sus colas. Se ha utilizado para volver a unir los dedos cortados, desarrollar nuevas yemas de los dedos e incluso regenerar los músculos de un veterano de la guerra de Irak herido.
La seda de araña es hasta cinco veces más resistente que el acero, pero el problema siempre ha sido encontrar la forma de cosecharla en grandes cantidades. Sin embargo, en los últimos tiempos, los científicos han descubierto una forma de insertar genes de seda de araña en las cabras para que su leche contenga proteína de seda, que luego se puede recolectar y usar para crear miembros artificiales, chalecos antibalas y otros productos.
Los científicos han inyectado células madre embrionarias humanas en el cerebro de ratones fetales y descubrieron que estas células continuaron desarrollándose junto con las células cerebrales de los ratones después de su nacimiento. Se cree que esta tecnología se puede utilizar para avanzar en la investigación sobre los trastornos del cerebro humano y mejorar las pruebas de medicamentos experimentales en un futuro próximo.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos aprobó recientemente la implantación de chips de identificación por radiofrecuencia en seres humanos, lo que abre la puerta a las cárceles, hospitales y empresas que utilizan dichos chips para rastrear la ubicación de las personas, el historial médico e incluso otorgar o denegar el acceso a habitaciones y documentos. De hecho, las instalaciones correccionales ya las están utilizando para monitorear la ubicación y el comportamiento de los reclusos.
De acuerdo, esto en realidad aún no ha sucedido, pero se está intentando mientras hablamos. Por ejemplo, el material genético de un tigre de Tasmania, una especie que se ha extinguido desde 1936, se ha empalmado con el ADN de un ratón de laboratorio. De manera similar, los científicos están trabajando arduamente para desarrollar un mamut lanudo del siglo XXI utilizando sangre de 10,000 años que ha sido bien conservada.
Este es probablemente el más espeluznante de la lista. DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, ha financiado a científicos de la Universidad de California para implantar electrodos en escarabajos gigantes de las flores. Hacer esto les ha permitido enviar señales a los escarabajos de forma remota y hacer que giren, despeguen o incluso floten en pleno vuelo. DARPA tiene como objetivo utilizar los bichos para ayudar con las misiones de búsqueda y rescate y la vigilancia del gobierno.
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Una empresa de biotecnología holandesa ha modificado genéticamente la leche de vaca para que contenga la proteína humana, lactoferrina, que se encuentra más comúnmente en la leche materna humana. Esta proteína es excelente para estimular el sistema inmunológico e incluso combatir una amplia gama de infecciones. El objetivo de esta investigación es crear productos lácteos infundidos con esta proteína para que las personas puedan obtener los beneficios para la salud de esta.
La industria de la carne es responsable de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera mundial todos los días, así que imagínese si la carne pudiera cultivarse sin que los animales reales tuvieran que ser sacrificados. Esta posibilidad ha surgido porque los investigadores pudieron utilizar células madre de cerdo para hacer crecer células musculares de cerdo. El único obstáculo es que el tejido muscular requiere ejercicio para volverse apetitoso.
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La caminata espacial es riesgosa para los astronautas que necesitan salir de los confines de una nave espacial para realizar reparaciones, así como para realizar tareas serviles o potencialmente mortales en el interior de una nave espacial. Es por eso que la NASA desarrolló el Robonaut, un torso robótico que trabajó en la Estación Espacial Internacional durante varios años.
Un robot llamado Energy Autonomous Tactical Robot tiene la capacidad de consumir biomasa con sus garras y motosierras y convertirla en energía de vapor a través de un horno de vapor. Está financiado por una agencia del Departamento de Defensa de EE. UU., que espera utilizar el robot para realizar misiones de largo alcance sin necesidad de repostar manualmente.