La meditación está bien establecida en todo el mundo hoy en día, y sus beneficios para la salud y el bienestar se extienden mucho más allá de las propiedades calmantes, y tienen un efecto beneficioso en todo, desde el insomnio hasta la presión arterial alta y la memoria. Y aunque está claro que todos podemos cosechar algunas recompensas de la meditación, algunos de nosotros podemos sentirnos intimidados por la idea de tener que sentarnos en la postura del loto durante largos períodos de tiempo.
Esto es completamente comprensible, ya que pocos pueden describir la posición retorcida de las piernas entrecruzadas como cómoda. Sin embargo, saber cómo sentarse en la posición de loto no es necesario para comenzar y mantener una práctica de meditación. De hecho, hay muchas posiciones de meditación accesibles para sentarte, pararte e incluso moverte, puedes intentar disfrutar de la meditación y obtener todos sus beneficios cómodamente. Aquí nos centraremos en las mejores posiciones de meditación estática para probar, pero también tenemos una excelente guía para la meditación caminando que definitivamente también deberías leer.
Comencemos con la posición de meditación que todos podemos hacer cómodamente: una posición acostada. Aquellos de ustedes que alguna vez han intentado hacer yoga reconocerán esta posición como savasana, o la pose del cadáver, ya que es una asana esencial en el yoga que finaliza cada práctica de yoga. Pero una posición acostada no solo está reservada para el yoga, cualquiera puede meditar en savasana.
Ten en cuenta que meditar de esta manera puede causar somnolencia, y deberás concentrarte en la respiración y prestar atención a las diferentes áreas de tu cuerpo para mantener una mente activa y no quedarte dormido. Una excelente técnica para practicar es un escáner corporal, donde te enfocas en una parte del cuerpo a la vez, moviendo tu atención desde la punta de tus dedos hacia la parte superior de tu cabeza.
Aunque podrías pensar que no necesitas instrucciones para savasana, la alineación es crucial incluso en esta pose aparentemente simple. Aquí hay algunos puntos a considerar:
Cualquier posición cómoda para sentarte puede convertirse en su postura de meditación. Puedes doblar las piernas en una posición entrecruzada o incluso sentarte en una silla si sentarte en el piso, el bloque o el cojín no es cómodo para ti. El elemento más importante a tener en cuenta no es la posición en la que estás sentado, sino más bien qué tan recta está tu columna vertebral en esa posición, porque encorvarte no te permitirá sentarte cómodamente y respirar profundamente.
Si estás sentado en una colchoneta o tapete de yoga y sientes que te resulta difícil sentarte derecho y sientes tirones o molestias en la parte inferior de la espalda, puedes levantar la pelvis por encima de las rodillas sentándote sobre una pila de libros, un bloque de yoga o un cojín. Una vez que encuentres una posición cómoda, ya sea en una silla o en el piso, levanta el pecho y baja los hombros para extender aún más la columna y mira un poco más alto que el nivel de la nariz para mantener el cuello recto.
Coloca las manos sobre los muslos, las rodillas o donde sea que caigan naturalmente. Relaja la mandíbula, baja un poco la barbilla y cierra los ojos. Deberías sentir el apoyo del piso y sentirte cómodo cuando comiences a respirar profundamente y comiences a meditar.
Si sientes que sentarte en el piso está presionando tu cóccix o es difícil para tu columna vertebral, puedes intentar la posición de rodillas, lo que hace que sea más fácil mantener una columna recta mientras meditas. Ten en cuenta que esta posición puede ser difícil para las personas con problemas de rodilla y puedes sentir un fuerte estiramiento en los pies cuando comiences a meditar en esta posición.
Puedes aliviar el estrés en las rodillas y los pies apuntalando ambos con una manta o almohada. En esta posición, es importante relajar los hombros y mantener la mirada recta para no poner exceso de peso en las rodillas. Las personas con lesiones en la rodilla o problemas con los pies deben evitar esta posición.
La última sugerencia que te dejaremos es una práctica de meditación de pie. Si bien esta posición puede dificultar que algunas personas se relajen y entren en un estado de meditación profunda, también tiene muchos beneficios. Por un lado, es más fácil para la columna vertebral, las rodillas y los pies, ya que no requiere mucha flexibilidad. La meditación de pie también es beneficiosa para aquellos cuya mente tiende a divagar y te duermes fácilmente o te distraes mientras meditas en otras posiciones, ya que estar de pie requerirá más concentración mental. Por último, la meditación de pie ayudará a fortalecer tu cuerpo a largo plazo.
Para meditar de pie, sigue estos consejos:
Al meditar de pie, te aconsejamos que no cierres los ojos. En cambio, concéntrate en un objeto específico, un punto focal, esto te ayudará a mantener el equilibrio en el cuerpo. Meditando en cualquier posición, un punto interesante para recordar es enfocarse en las sensaciones del cuerpo. Encuentra las partes del cuerpo donde sientes tensión o dolor, y usa tus exhalaciones profundas para aliviar esa tensión.