Durante años, los médicos trataron el apéndice como un órgano vestigial que es más dañino que útil. Los apéndices pueden inflamarse y romperse, lo que representa una grave amenaza para nuestra vida. Los médicos realizan apendicectomías innecesarias en apéndices sanos durante años, como medida preventiva.
Sin embargo, después de años de investigación, los investigadores finalmente descubrieron la razón por la que todavía tenemos el apéndice: proporciona un refugio seguro para las bacterias buenas que viven en nuestros intestinos en tiempos de enfermedades graves, manteniéndolos seguros mientras el cuerpo combate la infección permitiéndoles volver al sistema digestivo, aumentando nuestra inmunidad.
3. Un nudo en la garganta
¿Alguna vez has sentido que hay algo en tu garganta cuando sabes muy bien que no hay nada allí? Esto es más común cuando recibimos malas noticias o cuando estamos a punto de llorar. Esta reacción es parte del mecanismo de "lucha o huida" en humanos cuando están bajo estrés severo o están en peligro. Parte de la respuesta incluye respiración acelerada.
Esto se ve ayudado por la expansión de tus cuerdas vocales para permitir una mayor entrada de aire. Cuando intentas tragar, tus músculos trabajan eficazmente uno contra el otro, causando la sensación de bultos.
Ese escalofrío en la base de la columna vertebral, a menudo acompañado de piel de gallina, puede ocurrir en diferentes situaciones. A menudo ocurre mientras experimenta una situación estresante, cuando tu cerebro libera grandes cantidades de adrenalina en tu sistema, aumentando tu estado de alerta y tiempo de reacción.
La adrenalina también hace que los vellos se ericen y los músculos se contraigan. Esto también puede suceder cuando experimentas otras emociones intensas, como el amor o cuando escuchas música que realmente te gusta, ya que también pueden causar la liberación de adrenalina.
Probablemente notaste que después de pasar un tiempo prolongado en un baño o una piscina, tus dedos de las manos y tus pies se arrugan. Los científicos ahora creen que han resuelto este misterio. Los experimentos han demostrado que las personas con dedos de manos y pies arrugados tienen un mejor agarre de las superficies mojadas.
Se cree que esto ha ayudado a nuestros antepasados a utilizar mejor las herramientas en condiciones de agua. Sus habilidades mejoradas mejoraron su tasa de supervivencia, lo que llevó al gen que causa que las arrugas de los dedos se extiendan tan ampliamente como lo es hoy.
Esto conduce a una sensación de desequilibrio dentro del oído interno que a su vez provoca náuseas, que, si no se curan, pueden provocar vómitos.
A todos nos han hecho cosquillas en algún momento de nuestra vida. Puede ser divertido, pero a la mayoría de las personas no les gusta y prefieren evitarlo por completo. Recientemente, una investigadora llamada Christine Harris ofreció una explicación que podría sorprenderle: ella afirma que puede ser una forma de enseñarnos habilidades de lucha.
Ella señala que los miembros de la familia a menudo hacen cosquillas, lo que hace que el receptor se convulsione e intente "escapar" de la sensación rápidamente y, por lo tanto, le enseña al receptor cómo escapar de un atacante sin causar daño físico o psicológico.