Si bien puedes estar evitando activamente tus propios factores desencadenantes del estrés, otras personas a tu alrededor podrían estar incrementando tus niveles de estrés sin saberlo. Un estudio alemán de 2014 descubrió que los participantes que observaban que otros estaban estresados por las tareas tenían niveles crecientes de cortisol, una hormona del estrés.
El estrés también puede ser provocado por traumas de quienes nos rodean, como las personas que padecen enfermedades. Te recuerdan que estas cosas pueden suceder cerca de casa y caes en un patrón de pensamiento lleno de ansiedad y negatividad, lo que te estresa innecesariamente.
2. Ser multitarea
Puede parecer que estás siendo eficiente, pero esta palabra de moda en realidad disminuye la productividad y aumenta el estrés. En 2012, un estudio en la Universidad de Irvine examinó a las personas que trataban con correos electrónicos mientras trabajaban, así como a las personas que trataban con correos electrónicos en un momento separado. Los primeros fueron menos productivos en sus otras habilidades diarias.
Físicamente, su ritmo cardiaco también mostró más variabilidad, lo que indica estrés mental. Hacer una cosa a la vez es más fructífero y mejor para su salud. Puedes hacer un buen trabajo y te sorprenderá descubrir que tendrás más tiempo.
La respuesta es luchar por el equilibrio, pasar la cantidad de tiempo adecuada juntos, comunicación abierta y honesta, compromiso y recordar por qué amas a tu pareja y luego reconocer esto a diario. Deja que tu pareja sea un factor de liberación de estrés en tu vida, y no la causa de ello.
4. Tomar un descanso
Si bien tomar un descanso de una situación estresante para ver una película, o conocer a un amigo puede ser útil, a veces estás tan ansioso que no puedes dejar ir y disfrutar el presente.
El pensamiento regresa a tu mente, haciéndote mala compañía y aplicando más estrés a tu mente y cuerpo. Durante esos momentos, es importante trabajar para ser consciente y centrarse en el presente. El estrés y la ansiedad desaparecen temporalmente cuando estás realmente absorto en tu entorno.
Pequeños encuentros desafortunados diarios, como un servicio al cliente grosero o esperar en largas filas, tienen un mayor efecto en tu estado de ánimo de lo que crees. Si desea presentarte como compuesto y por encima de las cosas. Tu reacción, ya sea que adapte y conjures un nuevo plan, o que organices una fiesta de lástima y te enojes, marca la diferencia.
Si eres más como este último, esto puedes contribuir a una mentalidad cargada de pesimismo y victimización, que eventualmente te comerá. Debes ser realista, reconocer que algunas cosas están más allá de tu control y recordarte que estás haciendo lo mejor que puedes.
6. Soluciones fáciles
Muchos de nuestros métodos de afrontamiento para combatir el estrés son contraproducentes. Trabajar más horas, dejar de hacer ejercicio o comer más comida chatarra. Parecen soluciones fáciles, pero la verdad es que la alimentación saludable y la actividad física en realidad afectan a tu cuerpo, porque estas acciones fortalecen la capacidad de nuestros cuerpos para combatir el estrés de manera efectiva.
8. Dispositivos electrónicos
Ya sea por negocios o placer, la tecnología puede arruinar tus patrones de sueño si usas tu teléfono inteligente, tableta o computadora demasiado cerca de la hora de acostarte. Del mismo modo, los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles significan que siempre estamos en contacto, lo que contribuye al fenómeno del desplazamiento del trabajo.
Al consultar el correo electrónico fuera del horario de oficina, tu estrés laboral entra en tu tiempo libre. Los correos electrónicos te recuerdan tus responsabilidades y es realmente difícil dejar de lado esas ideas, especialmente si te están bombardeando a todas horas del día.
Si bien no es tan grave como la mala salud, centrarte demasiado en mantener tu salud a través de la dieta y el ejercicio puede tener un efecto adverso en tus niveles de estrés. Se ha demostrado que las dietas con restricciones de carbohidratos aumentan la tristeza y el estrés, mientras que otros planes de comidas restrictivos conducen al cansancio.
Este enfoque en el perfeccionismo puede tener efectos secundarios peligrosos, como la ortorexia y la gmoremorexia, condiciones modernas en las que la obsesión extrema por la comida sana y el ejercicio, respectivamente, afectan su capacidad de funcionar adecuadamente.
10. Ver tu deporte favorito
Todos los fanáticos de los deportes saben que ver jugar a tu equipo favorito no es una actividad pasiva. Hay una mezcla de tensión, emoción, frustración y euforia, ya sea que tu equipo gane o pierda. El problema es que tu cuerpo no puedes distinguir entre el estrés bueno o malo, y ver deportes puede activar tu sistema nervioso simpático.
Esto significa que se libera adrenalina y se puede reducir el flujo de sangre a tu corazón. A corto plazo, esto tiene pocas consecuencias, pero la exposición repetida puede provocar presión arterial alta y aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca.
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