Cómo la meditación afecta tu cuerpo y mente
La meditación es la herramienta perfecta para ayudarte a mantener un equilibrio saludable entre tu cuerpo y tu mente. Es una técnica sencilla que puedes realizar en cualquier lugar y en cualquier momento. Al igual que con cualquier actividad constructiva, cuanto más practiques, más efectos positivos notarás en tu vida.
Según la Asociación Americana de Psicología, alrededor del 40% de las personas toman malas decisiones dietéticas o comen en exceso (o ambos) como resultado de altos niveles de estrés, mientras que el 46% de las personas tienen problemas para dormir por la noche por la misma razón.
Sin embargo, si estas personas hubieran hecho de las sesiones de meditación matutinas una parte de sus vidas, entonces sus niveles de estrés probablemente habrían sido más bajos, lo que habría aumentado significativamente sus posibilidades de tomar decisiones dietéticas saludables y de dormir bien por la noche. Esto se debe a que la meditación es la clave para obtener no solo una mente más clara sino también un cuerpo más limpio.
Un estudio de Harvard explicó cómo la meditación puede reducir los niveles de ansiedad y estrés, lo que a su vez ayuda a minimizar la inflamación dentro de nuestros cuerpos, mejorar la concentración, reducir la presión arterial y regular nuestros pensamientos y procesos de toma de decisiones.
Además de todo esto, la meditación también te ayuda a emprender el camino hacia la paz interior, que es el tipo de paz que preocupan a muchas tradiciones espirituales y que supera la comprensión humana típica. Uno de los objetivos principales de la meditación debe ser que te sintonices contigo mismo, lo que significa que tendrás que ponerte en contacto con la energía de la "unidad".
La meditación es una técnica que puedes usar para entrar en el espacio que se encuentra entre cada uno de tus pensamientos. Entre cada pensamiento que tienes, hay una quietud, que se dice que es la puerta de entrada a la mente infinita, que es donde ciertos individuos han sentido una conexión divina.
Deshazte de los obstáculos para la meditación matutina
Si te encuentras resistiendo la idea de la meditación matutina por cualquier razón, aquí hay algunas maneras de superar las quejas más comunes:
"No tengo suficiente tiempo".
Muchas personas creen incorrectamente que la meditación debe durar al menos media hora. Sin embargo, esto simplemente no es cierto. Puede comenzar tu rutina diaria meditando por tan solo cinco minutos cada mañana. Cuanto más practiques, más descubrirás que tu práctica diaria comienza a extenderse, y si realmente no tienes más de 5 minutos, aún cosecharás más recompensas de las que saltarías.
"No puedo quedarme quieto".
No necesariamente tienes que estar sentado quieto para tener una fructífera sesión de meditación. De hecho, el Dr. Kelly McGonigal sugiere que tales personas deberían intentar una meditación caminando de diez minutos en su lugar. Esto implica caminar durante diez minutos mientras pasa un minuto enfocándote en cada sentimiento o estímulo diferente que conozcas, como la respiración, la contracción de los músculos, los paisajes, los sonidos, los olores, la sensación del viento contra la piel, etc.
"Mi mente no se detiene".
Es normal sentirse frustrado como un recién llegado a la meditación. Sin embargo, alterar tus expectativas te ayudará fácilmente a superar ese obstáculo. Intenta concentrarte en realizar pequeñas mejoras de una sesión a la siguiente. De esta forma, podrás comenzar a comprender lentamente tu funcionamiento interno y aprenderás a cambiar constructivamente los pensamientos negativos.
Técnicas simples para la meditación matutina
Existen miles de técnicas de meditación diferentes, por lo que si una realmente no se siente bien para ti, sigue probando diferentes hasta que encuentres una con la que realmente hagas clic. Estas son algunos de los más simples para comenzar:
1. Meditación de respiración: la forma estándar de meditación, simplemente siéntate o recuéstate y concéntrate en tu respiración.
2. Meditación del mantra: similar a la meditación de la respiración, pero en lugar de prestar atención a tu respiración, simplemente repites una y otra vez una palabra o frase. Puede encontrar muchos mantras espirituales tradicionales en línea, pero a muchas personas les gusta inventar sus propios mantras que tienen un significado más profundo para ellos.
3. Mirar una vela: ideal para personas con períodos cortos de atención, este tipo de meditación implica simplemente mirar la llama de una vela durante el mayor tiempo posible. Si un pensamiento aparece en tu cabeza, simplemente deséchalo y vuelve a enfocarte en la vela.
4. Meditación guiada: a algunas personas les gusta ser guiadas por la voz de una persona o por música significativa. Hay muchos recursos disponibles en línea, e incluso podría haber una clase de meditación disponible en su área.
5. Meditación de atención plena: la atención plena se trata de ser consciente de lo que está sucediendo en el momento presente, incluyendo imágenes, sonidos, pensamientos y sentimientos. Se puede hacer con los ojos abiertos o cerrados, pero es importante no juzgar nada.
Configurar tu primera sesión de meditación de la mañana
El mejor momento para meditar es a primera hora de la mañana, incluso antes de cepillarse los dientes o tomar una taza de café. Esto asegurará que te prepares para un día tranquilo. Si no estás seguro por dónde comenzar, simplemente sigue esta sesión de meditación guiada:
1. Elige un buen lugar: busca un lugar libre de distracciones que sea lo más silencioso posible. Si lo deseas, puedes agregar velas, incienso, música de fondo o incluso difundir un aceite esencial relajante para que el lugar sea más cómodo.
2. Elige un horario: elige un horario que te convenga y comprométete a cumplir ese horario todos los días.
3. Usa ropa cómoda: tu pijama es lo mejor.
4. Ponte cómodo: si eliges meditar mientras está sentado, los cojines, sofás o sillas deberían ser ideales. Trata de mantener la espalda recta y evita usar cualquiera de las posturas complicadas de yogui como principiante, ya que solo servirán para distraerlo de tu propósito interno.
5. Establece un temporizador: sin uno, te mantendráa constantemente preocupado acerca de cuánto tiempo ha pasado.
6. Comienza con 5 a 7 respiraciones: asegúrate de que sean largas y profundas para que puedas liberar cualquier tensión interna antes de comenzar.
7. Elige un objeto de enfoque: podría ser tu respiración, la llama de una vela, un mantra, un sentimiento o cualquier otra cosa.
8. Sigue retrocediendo cada vez que pierdas el enfoque: es perfectamente normal que te distraigas de tu objeto de enfoque, especialmente como principiante. Tan pronto como te des cuenta de una distracción, haz un esfuerzo consciente para volver a la tarea en cuestión y con el tiempo se distraerá mucho menos.
9. Felicítate: cuando hayas terminado, es importante reconocer y honrarte por tomarte un tiempo de tu día para meditar. No esperes resultados inmediatos, pero debes saber que tus esfuerzos realmente valdrán la pena a tiempo.