Desde que éramos jóvenes, a la mayoría de nosotros nos han enseñado todo sobre los hábitos de higiene personal. Todo, desde cepillarse los dientes, ponerse ropa limpia, bañarse y lavarse las manos antes de comer, se enseña a una edad muy temprana. Estos hábitos se convierten en una parte normal de la vida, pero no terminan ahí.
De hecho, los adultos continúan siendo más conscientes de la higiene como un paso hacia una vida saludable y libre de enfermedades. Sin embargo, cuando se trata de higiene personal, muchos de nosotros cometemos errores comunes de higiene y ni siquiera nos damos cuenta. No importa cuán limpio creas que eres, algunos hábitos notables podrían estar haciendo más daño que bien.
Aquí hay 10 errores de higiene personal que debes dejar de cometer.
Es muy importante cubrirse la boca al toser o estornudar para evitar que los gérmenes se propaguen por todas partes. Pero lamentablemente, un porcentaje sorprendentemente alto de personas no sigue este hábito higiénico. Según una encuesta de 2010 de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, aproximadamente una de cada cuatro personas observadas en un entorno público no se cubrió la boca al toser o estornudar. Esta observación se llevó a cabo en tres áreas públicas: una estación de tren, un hospital y un centro comercial en Wellington, Nueva Zelanda.
Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar no solo es de buena educación, sino que también ayuda a prevenir brotes de enfermedades infecciosas. Cuando estás enfermo, es mejor quedarse en casa para que sus gérmenes no se propaguen a otras personas. Sin embargo, si debes salir, cúbrete la boca con un pañuelo al toser o estornudar.
2. No lavarse las manos después de usar el baño
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lavarse las manos es una de las formas más efectivas de evitar enfermarse a sí mismo o a otras personas. Sin embargo, muchas personas se saltan el lavado de manos, especialmente después de usar el baño. Incluso las personas que se lavan las manos pueden no estar haciéndolo correctamente.
Un estudio de 2013, publicado en el Journal of Environmental Health, analizó los patrones posteriores al baño de 3,749 personas y descubrió que el 10% se saltó el lavabo, el 33% se saltó el jabón y casi todos los demás no se hicieron espuma lo suficiente. Ya sea que estés usando el baño en casa o en público, lávate las manos con agua y jabón. Sin embargo, es mejor no usar jabones antibacterianos, ya que causan más daño que bien al mundo.
3. No cuidar tu cepillo de dientes
Cuando se trata de la salud bucal, la forma en que cuidas tu cepillo de dientes es muy importante. La mayoría de nosotros tenemos la costumbre de enjuagar nuestro cepillo de dientes después de cada uso, pero después de eso lo guardamos todavía húmedo. Este es un error de higiene común que también puede estar cometiendo.
Un cepillo de dientes húmedo es un caldo de cultivo para las bacterias, y la próxima vez que lo uses, estás poniendo más bacterias en la boca, lo que puede causar mal aliento y enfermedades de las encías. Después de enjuagar el cepillo de dientes, sacude el agua extra y guardalo con una tapa que permita que se seque. De vez en cuando, coloca tu cepillo de dientes al sol, dejándolo secar.
Siempre reemplaza tu cepillo de dientes cada tres meses.
4. Usa algodón para limpiar cerumen
Probablemente, desde la infancia, te hayan enseñado a usar hisopos de algodón para limpiar tus oídos para que no se acumule cera. Bueno, resulta que la cera no es tan mala para ti.
La cera en los oídos previene las infecciones del oído y también evita que partículas extrañas como el polvo y pequeños insectos ingresen al canal auditivo. Además, usar un hisopo de algodón puede ser dañino ya que empuja la cera más profundamente en el canal auditivo y daña el tímpano. Si tienes una acumulación de cera en los oídos, haz que un médico te la quite.
5. Evitar la ducha después del gimnasio
Hacer ejercicio es una excelente manera de mantenerse en forma y ponerse en forma. Si haces ejercicio en casa o en el gimnasio, estás siguiendo un buen hábito. Sin embargo, si no te duchas después de un entrenamiento, estás cometiendo un gran error. Hay muchos beneficios en una ducha post-entrenamiento. En primer lugar, hará que tu cuerpo huela bien al eliminar el sudor. En segundo lugar, se encargará de la transpiración que queda en la piel que permite el crecimiento de bacterias, lo que a su vez puede provocar erupciones y brotes.
Además, una ducha tibia justo después de hacer ejercicio alentará el flujo sanguíneo suave en todo el cuerpo, dando a tu piel un brillo saludable y aliviando cualquier dolor muscular. Entonces, no importa qué tan tarde llegues después de hacer ejercicio, báñate rápidamente.
6. Bañarse excesivamente y lavarse las manos
Ya sea para bañarse o lavarse las manos, puede hacer más daño que bien si se hace en exceso. Tomar un baño o una ducha todos los días es excelente para eliminar la suciedad, las bacterias y el sudor de tu cuerpo, pero exagerar podría provocar irritación e infección en la piel. De hecho, bañarse demasiado es tan malo como no bañarse lo suficiente.
Un estudio, publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology en 2014, muestra que la exposición temprana a bacterias y alérgenos puede ayudar a desarrollar una inmunidad fuerte. El estudio informa que tener un ambiente excesivamente limpio aumenta el riesgo de desarrollar eccema y asma. Del mismo modo, el lavado excesivo de manos puede provocar piel seca y agrietada, lo que aumenta las posibilidades de que las bacterias ingresen al cuerpo y causen infecciones.
7. No limpiar objetos domésticos comúnmente usados
No importa cuánto mantengas tu casa limpia y agradable, si no limpias los objetos domésticos usados, como mandos a distancia, teclados, pomos de las puertas, teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y cabezales de ducha, no estás haciendo el trabajo correctamente.
Un proyecto de 2013 realizado en la Universidad de Surrey ilustró excepcionalmente bien cómo los teléfonos celulares son un caldo de cultivo para los gérmenes. Asegúrate de limpiar con frecuencia estos artículos domésticos comunes para deshacerse de las bacterias y gérmenes que viven en ellos. Este es un paso importante para protegerte y proteger a tu familia de las infecciones.
8. Eliminación inadecuada de productos de higiene femenina
Los adultos deben tener en cuenta que no todo fue hecho para tirarlo por el inodoro. Esto es cierto con las toallas sanitarias y los tampones. Pero este es otro error de higiene que muchas mujeres suelen cometer. No importa cuán seguro sea el inodoro de un producto que dice ser, deja de tirar tus tampones y toallas sanitarias, ya que pueden obstruir completamente el sistema de drenaje.
Tirarlos a la basura tampoco es muy higiénico. Pueden convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias que causan enfermedades, que pueden infectar a humanos y mascotas, así como dejar un mal olor. Por lo tanto, tómate un momento para envolver su tampón o almohadilla con una hoja de papel antes de tirarlo a la basura. Además, asegúrate de que el bote de basura se vacíe diariamente.
9. No usar hilo dental en los dientes
Usar hilo dental puede parecer una tarea rutinaria, pero es un paso importante de higiene bucal que no debe omitir. Si no usas hilo dental al menos una vez al día, puede provocar el crecimiento de bacterias dentro de la boca y eventualmente causar problemas con las encías. Incluso si te cepillas regularmente, usar hilo dental ayuda a mantener tus encías saludables al eliminar las bacterias debajo de la línea de las encías y prevenir la gingivitis, el mal aliento y la recesión de las encías.
Si bien usar hilo dental una vez y cepillarse dos veces al día es ideal, hacer más que esto puede dañar tus dientes y encías. Puede conducir a la recesión de las encías, así como a la erosión acelerada del esmalte dental que protege tus dientes. Así que no te excedas.
10. Exfoliando tu piel con demasiada frecuencia
La exfoliación es una forma brillante de eliminar las células muertas de la piel y revelar la capa celular viva y brillante debajo. Sin embargo, cuando se hace en exceso, estás cometiendo un gran error para la salud de su piel.
Exfoliarse todos los días puede irritar la piel sensible y propensa al acné al despojarla de sus aceites naturales, lo que puede causar brotes. Además, puede hacer que tu cara se vea más roja al causar pequeñas lágrimas en la piel. Por lo tanto, asegúrate de exfoliar solo 2-3 veces a la semana si tienes la piel normal, y solo una vez a la semana si tienes la piel sensible.
Fuente: top10homeremedies