Los científicos que estudian el cerebro y comprenden los procesos que ocurren en él recomiendan que resolvamos los problemas desde el final hasta el principio, es decir, debemos pensar en la solución, no en el problema. Esto se debe a que nuestro cerebro tiene dificultades para encontrar la solución cuando nos concentramos en el problema. A menudo está ocupado imaginando situaciones extremas que pueden surgir. Por lo tanto, el enfoque correcto para la resolución de problemas es reconocer que hay un problema y luego plantearle las posibles soluciones, antes de que la mente se inunde con todo lo que trae consigo.
Esto puede parecer obvio, pero debes asegurarte de concentrarte en resolver el problema correcto que realmente te perjudica. Por lo general, buscamos atajos para ayudar a solucionar nuestra situación rápidamente, pero esto no nos ayuda a resolver la raíz del problema y, por lo tanto, sus diversas formas continuarán surgiendo más adelante.
Por ejemplo, si tu problema es que te sientes agotado todo el tiempo, puedes pensar que lo que necesita es más sueño y descanso, pero es posible que tu problema no esté relacionado con la cantidad de sueño que disfrutas, sino con problemas de salud o estrés laboral. Así que para resolver un problema de este tipo, por ejemplo, ve al médico o coméntalo a tu superior en el trabajo y no te limites a una larga siesta de fin de semana para resolverlo.
3. Baja el ritmo
Los problemas nos hacen sentir incómodos, por lo que intentamos resolverlos lo más rápido posible. Sin embargo, es importante reducir la velocidad y tomarte tu tiempo cuando intentas pensar en una solución, en lugar de saltar inmediatamente sobre cualquier opción que te parezca apropiada. Esto no te ayudará a llegar a conclusiones y decisiones más correctas, sino que también podrás proveerte de espacio para respirar y un rápido descanso de los problemas que aún no se han resuelto.
Muchas veces, cuando dejas de pensar en un problema y regresa después de un tiempo, la solución se vuelve más clara y fácil de encontrar, porque incluso cuando dejas de tratar de resolver un problema, el subconsciente no lo olvida y aún trabaja para encontrar una solución. Esto es lo que te ayuda a crear nuevas ideas después de un descanso saludable.
4. No te estreses
Es fácil estresarse cuando nos enfrentamos a un problema que afecta nuestras vidas e interrumpe nuestros planes, pero esta presión afecta negativamente la claridad de nuestro pensamiento y creatividad cuando intentamos encontrar una solución a los problemas. Toda la adrenalina que inunda tu cuerpo te distrae y no te permite relajarte o pensar de forma equilibrada. Por lo tanto, para desarrollar habilidades adecuadas de resolución de problemas, respira un poco, sal a caminar y haz cualquier otra cosa para ayudarte a mantener la calma y mantenerte despierto.
7. Piensa ampliamente, no anticipes
Si continúas insistiendo en ese enfoque fallido para resolver un determinado problema, solo te estresarás continuamente cuando no se resuelva. Por ejemplo, muchos de nosotros queremos ponernos en forma y hacerlo mediante la creación de un programa que prometemos cumplir, pero la mayoría de las personas no cumplen con esa aspiración. Si continúas probando este enfoque sin avanzar, solo experimentarás sentimientos de culpa más fuertes que antes. En lugar de pensar desde el momento presente hasta el objetivo tan esperado, piensa de manera amplia y abre tu mente a otras opciones y soluciones. A veces, incluso un enfoque totalmente opuesto es el que te ayudará.
Por ejemplo, si planeas ir al gimnasio varias veces a la semana pero no terminas haciéndolo, es posible que desees “llevar el gimnasio a ti” de diferentes maneras. Puede ser en forma de contratar un entrenador personal que te hará sentir más motivado y comprometido con el programa, o ver videos de ejercicios en casa con regularidad y hacer todos sus ejercicios. Otra solución puede ser hacer ejercicio en un lugar que no sea el gimnasio, como un parque cerca de casa o incluso la playa.
8. Haz una larga lista con todas las soluciones posibles
Uno de los mejores consejos para resolver problemas es no decir "no" a ninguna solución. Escribe cualquier solución posible que te venga a la mente para un problema con el que estás lidiando, incluso si parece una tontería y no se puede llevar a cabo en ese momento realmente. ¿Por qué deberías hacer esto? Debido a que este método te permitirá barajar todas las opciones sin suprimir tu creatividad, y eso puede llevarte a soluciones más creativas y efectivas. Junto con todos los otros consejos que has aprendido aquí, este método te ayudará a resolver cualquier problema de la manera que más te convenga a ti y a tu estilo de vida.