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Remedios Para Los Calambres y Espasmos Musculares

El Redactor: Laureano D. G.
Los espasmos musculares pueden ocurrir en cualquier momento del día. Pueden causar dolor repentino, palpitaciones y calambres que a veces pueden parecer insoportables. Si el dolor muscular te ha afectado, puede ser hora de realizar algunos cambios en tu dieta, postura, ingesta de líquidos y rutina de ejercicios. Pero antes de ver los tratamientos naturales que puedes hacer, descubre más sobre los espasmos musculares:
 
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¿Qué son los espasmos musculares?


Los espasmos musculares son contracciones involuntarias de uno o más músculos. Durante un espasmo, tu pierna, cuello o espalda pueden sufrir calambres y tensarse sin que hayas intentado moverlos. Tienden a permanecer así por un período de tiempo y no pueden fácilmente relajarse.
Los pies son el área más común de los espasmos musculares que se producen, pero es posible experimentarlos en cualquier parte, incluso alrededor del abdomen, las costillas, las manos y los tobillos. Los espasmos musculares van y vienen dependiendo de lo que has estado comiendo, tus patrones de sueño e incluso si es esa época del mes, en el caso de las mujeres.

Uno de los tipos de espasmos musculares más comunes e insufribles es el calambre, que causa por ejemplo una gran contracción en los músculos de la pantorrilla (gemelos) conocida como 
“subirse la bola”. El dolor puede ser tan malo que puede despertarte. Otros tipos pueden entrar en juego cuando te levantas de la cama por la mañana o simplemente después de hacer ejercicio.

 

Cuanto más mayor te hagas, es más probable que sufras espasmos musculares ocasionales, principalmente porque perdemos masa muscular cada año a medida que envejecemos. Esto significa que hay más presión sobre nuestros músculos restantes para soportar nuestro peso corporal.

Sin embargo, ya sea la edad o la pérdida de masa muscular o no, casi todo el mundo experimenta espasmos musculares en un momento u otro. Las personas que son especialmente propensas a lidiar con calambres musculares con frecuencia incluyen a cualquiera con una dieta deficiente, mala circulación, altos niveles de inflamación y atletas y mujeres que están embarazadas o que sufren de síndrome premenstrual. Cualquiera que sea la razón, aquí hay seis tratamientos naturales para los espasmos musculares:

6 Tratamientos naturales para los espasmos musculares
 
1. Prevén los desequilibrios electrolíticos

Una deficiencia en potasio o magnesio puede ser causa de espasmos musculares. Si has estado ejercitándote sin reponerte adecuadamente después, si estás comenzando tu ciclo menstrual pronto, o si sigues una dieta baja en alimentos frescos, podrías tener bajos estos dos nutrientes esenciales que ayudan a los músculos a contraerse normalmente.

El potasio bajo también conocido como hipocalemia, se desarrolla cuando el potasio en la sangre cae por debajo de lo normal. Es uno de los motivos más comunes por los que las personas se enfrentan a los calambres en las piernas, incluidos los que golpean en el medio de la noche. Tener bajo contenido de vitaminas B también puede aumentar los calambres, especialmente en las piernas. Obtén más vitamina B al aumentar tu ingesta de huevos, carne criada en extensivo (en pastos al natural) y peces silvestres, así como granos y legumbres.

 

2. Estira y masajea tus músculos

Mantenerte activo es una excelente manera de prevenir los espasmos musculares. Las personas que están en buena forma física mantienen más masa muscular, más tonificada y generalmente tienen menos inflamación. También tienden a ser más flexibles. Es importante calentar adecuadamente y refrescarse antes y después del ejercicio, ya que esto puede ayudar a evitar que los músculos se fatiguen demasiado, se tensen y se lleguen a acalambrar.

Antes de entrenar, intenta calentar haciendo footing, aumentando el ritmo cardíaco y realizando movimientos dinámicos que lleven sangre a los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones principales. Al terminar de entrenar, pasa los últimos 10 a 15 minutos estirando tus principales grupos musculares, sosteniendo los estiramientos durante al menos 20 a 30 segundos. Concéntrate en las áreas más vulnerables, especialmente los isquiotibiales, cuádriceps y tobillos. Además, asegúrate de disfrutar del suficiente descanso para la recuperación muscular adecuada como medida preventiva.

Si se trata de un calambre, intenta estirar una vez que el dolor se presenta. Siéntate con las piernas rectas frente a ti y tira de los dedos de los pies / parte superior de los pies hacia ti para estirar el tendón de la corva. Si la parte posterior de tu muslo se ve afectada, dobla la pierna afectada y toma tu pie hacia atrás, tirando de él hacia la espalda, estirando la parte delantera de tu muslo.

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3. Mantente hidratado

La deshidratación puede ser causa de espasmos y calambres en los músculos. Asegúrate de beber suficiente agua todos los días según el tamaño de tu cuerpo. Recuerda que si el clima es muy cálido y estás sudando, o si has estado haciendo ejercicio o bebiendo alcohol, debes tomar más agua de la que normalmente  ingieres para mantenerte hidratado. Esto ayuda a prevenir problemas musculares causados por agotamiento por calor, sed intensa o sudoración intensa.

 

4. Usa bolsas de hielo o calor en los músculos sensibles

Cuando se trata de dolor, opresión o calambres, el calor relaja los músculos. Intenta aplicar calor a las áreas donde frecuentemente tienes espasmos usando una almohadilla térmica. Una sala de vapor o sauna también puede ser una buena opción. Lo mismo se puede hacer usando una compresa de hielo, que se aplica a las áreas hinchadas o doloridas varias veces al día.

 

5. Ajusta tu postura

Si te encorvas durante varias horas al día, o haces ejercicio y caminas con mala postura, puede estar exponiéndote al riesgo de dolor muscular, incluidos espasmos en la espalda o espasmos musculares en las piernas y el cuello. La cifosis es una afección causada por el redondeamiento o curvatura hacia adelante de la columna vertebral que puede provocar espasmos en la espalda, dolor de espalda general y rigidez general.

El encorvarte puede debilitar los músculos de tu cuello con el tiempo y también causar tensión en los músculos de la espalda. Esto aumentará la inflamación en la parte superior de la espalda y el hombro. Ver a un quiropráctico para que realice esos reajustes que puedes necesitar o a un fisioterapeuta si la condición se vuelve frecuente y lo suficientemente grave.

 

6. Toma un baño con sal de Epsom

Las sales de Epsom son naturalmente ricas en magnesio que se filtra en la piel para llegar a los músculos tensos cuando se agrega a un baño tibio. También ayudan a prevenir la deficiencia de magnesio, aliviar el estrés, calmar los músculos y desintoxicar el cuerpo. Un baño caliente también ayudará a relajar los músculos y aliviar la ansiedad.
 

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