1. Cocinar alimentos bociógenos
Las sustancias bociogénicas son compuestos naturales que se encuentran en diversos alimentos que hacen que la glándula tiroides se hinche. Los alimentos que contienen estas sustancias interfieren con la formación de tiroxina. Los bociógenos se encuentran en la mostaza, el rábano picante, los nabos, la col, los rábanos, el brócoli y la col rizada.
Si tienes hipotiroidismo, debes tener cuidado con el consumo excesivo de sustancias bociogénicas no procesadas. Las enzimas que se encuentran en estos alimentos, que son responsables de las sustancias activas, pueden neutralizarse en el proceso de cocción, freír o cocinar al vapor. Si tienes una tiroides hiperactiva, consulta a un nutricionista o médico sobre cómo cambiar tu menú.
2. Aceite de coco: ¿una medicina milagrosa?
El aceite de coco es reconocido como un medicamento milagroso para las enfermedades de la tiroides, pero esto no es cierto. El aceite de coco no soluciona los problemas de tiroides, pero se descubrió que no interfiere con la actividad glandular, por lo que es un sustituto seguro para los aceites de otros tipos.
3. La soja debe evitarse
La soja es una sustancia bociógena y también inhibe la absorción de las hormonas tiroideas, lo que la hace particularmente problemática para las personas con hipotiroidismo. No es aconsejable consumir demasiada soja, especialmente alimentos procesados de soja con un alto nivel de fitoestrógenos, como batidos, polvos, leche de soja, aperitivos y suplementos nutricionales. Si aún prefieres consumir soja, lo mejor es hacerlo solo en forma de tempeh, en pequeñas cantidades y no como fuente principal de proteínas. Si tienes hipertiroidismo, consulta a tu médico o nutricionista acerca de cómo incorporar la soja en tu dieta diaria.
4. El café es problemático
Aunque el café no tiene ningún efecto sobre la glándula tiroides, puede dañar la absorción de los medicamentos y su efectividad. Por lo tanto, se recomienda que no tomes café durante una hora después de tomar un medicamento o un reemplazo hormonal. Si sientes que debes tomar café cerca de tomar el medicamento, consulta a tu médico. Algunos tipos de medicamentos líquidos o cápsulas no se ven afectados por el consumo de café.
5. Ten cuidado con los suplementos de calcio y hierro
Aquí también hay un problema con el consumo después de tomar los medicamentos, y no con los alimentos mismos (a menos que haya otras sustancias en los alimentos que interfieren con la actividad de la glándula). Los suplementos dietéticos o alimentos ricos en calcio y hierro pueden perjudicar la absorción del medicamento en el cuerpo. Se recomienda esperar tres o cuatro horas entre tomar el medicamento y consumir suplementos.
6. Alimentos con yodo
El yodo juega un papel importante en el equilibrio hormonal del metabolismo del cuerpo. La mayor parte del yodo que consumimos llega a la glándula tiroides y se usa para producir hormonas. Nuestro cuerpo necesita yodo para la actividad normal, pero demasiado puede causar hiperactividad. Por lo tanto, no hay necesidad de exagerar con los alimentos ricos en yodo, simplemente consume estos alimentos con moderación. Ejemplos de alimentos ricos en yodo son algas, pescado y mariscos.
7. El gluten debe evitarse
Las personas con celiaquía o intolerancia al gluten generalmente no sufren de actividad tiroidea anormal. La razón de esto es que una dieta libre de gluten elimina los anticuerpos y crea una remisión en las enfermedades relacionadas con la glándula tiroides. Por lo tanto, la recomendación es tratar de reducir u omitir por completo los alimentos con gluten, incluso para aquellos que no tienen una sensibilidad especial, ya que esta medida puede ayudar a la actividad de la tiroides.
8. Alimentos ricos en fibra
Los pacientes con enfermedades relacionadas con la tiroides generalmente sufren de estreñimiento y exceso de peso, por lo que una combinación de alimentos ricos en fibra puede ayudar. Vegetales (aguacates, frijoles, zanahorias, garbanzos, berenjenas, papas, calabazas, guisantes, pimientos y ñames); las frutas (manzana, plátano, bayas, kiwi, naranja, pera, ciruela y frutos secos), champiñones, salvado y nueces son alimentos ricos en fibra y no bociógenos que pueden ayudar.
Es importante saber que un gran consumo de alimentos con alto contenido de fibra puede afectar la absorción de los medicamentos, por lo que se recomienda verificarlos una vez cada dos o tres meses por si se necesitan cambios en la dosificación.
9. Comidas pequeñas y comidas grandes
Las personas que están interesadas en mejorar el metabolismo corporal tienden a comer comidas más pequeñas durante todo el día para permitir que el sistema digestivo trabaje más tiempo, con la misma cantidad de alimentos que comerían en 2-3 comidas. Esto puede ser adecuado para algunas personas, pero para aquellos con actividad anormal de la tiroides, esto no se recomienda en absoluto, incluso para aquellos que intentan perder peso. Para aquellos con actividad inusual para crear realmente grandes intervalos entre comidas. Esto ayuda a equilibrar los niveles de insulina y leptina en el cuerpo, que son responsables de regular el apetito.
10. El agua juega un papel importante
Beber agua es una de las herramientas más poderosas que se usan en pacientes con enfermedades relacionadas con la tiroides. El agua ayuda a la tasa metabólica, reduce el apetito, mejora los procesos digestivos y combate el estreñimiento. La mayoría de los problemas causados por la actividad anormal de la glándula tiroides se pueden aliviar con un consumo adecuado de agua durante el día.
Este artículo no sustituye el consejo médico. Si te preocupa el poder dañar tu actividad tiroidea de alguna manera, solicita a tu médico consejo y un examen completo.