Darle una alimentación adecuada, ponerle las vacunas necesarias, ayudarlo con su higiene, mimarlo, jugar con él, llevarlo al veterinario,…todo ello son formas de querer a tu gato y de demostrar que eres un gran dueño y amigo. Sin embargo ¿has pensado tal vez no le gusta que besuqueen, o que lo achuchen más de la cuenta o que te olvides de limpiar su bandeja?
Efectivamente, además de todas las atenciones que le prestas en general, resulta muy importante conocer aquellas cosas que tu mascota odia por encima de todo por naturaleza, porque de lo contrario, aunque sea con buena intención pero puedes estar actuando de forma que en ocasiones molestes a tu gato.
Por ejemplo, lo que tú puedes entender como una mirada cariñosa si te quedas mirándolo fijamente, él por instinto puede interpretarlo como una amenaza, con lo cual no le gustará nada, o si le das mimos sin que elija él el momento para ello, tampoco le gustará, o lo contrario, si le ignoras cuando se muere por unas caricias podrá llegar a tomar represalias tan poco educadas como orinar en alguna de tus pertenencias, como la cama.
Pero hay más cosas que tu peludo odia...
Aquí tienes 20 cosas que molestan a tu gato y que puede que no sepas:9. El limón
10. La suciedad
Tu gato agradecerá que su bandeja esté limpia y que le cambies la arena cuando esté con excrementos. Si no lo haces, puede que te arriesgues a que decida hacer sus necesidades en otro lugar de la casa.
11. Las mudanzas
Para tu gato cambiar de de sitio supone un cambio drástico en su vida, ya que como otras especies son animales territoriales, que se sienten estrechamente unidos al entorno que ya dominan, hasta el punto de que una mudanza puede ser causa de un gran estrés, e incluso de problemas de conducta y enfermedades para tu gato.
Si tienes que hacer una mudanza, habilita un espacio, una habitación para tu gato a modo de refugio en la que no le impacten tanto los ruidos y se sienta protegido. Y al llegar a la nueva casa, misma operación, para que se vaya adaptando los primeros días hasta que vayas teniendo la casa instalada.
12. Que lo acaricies fuerte
En este matiz los gatos difieren de los perros, que llevan mejor las caricias y juegos más intensos. Tu gato prefiere que se le acaricie con suavidad.
13. Que le atosigues
Es gracioso, pero no es extraño que cuando hay una reunión de amigos o familiares en una casa, el gato se acerque a la persona que menos caso le hace. Y sin embargo huye de las personas que les persiguen sin parar. ¿Por qué hacen eso? Porque en la ausencia de contacto visual y de tanto contacto físico ellos encuentran más confianza para su bienestar, no perciben amenaza.
14. Que lo ignores
No hay que llegar ni a un extremo ni a otro. A tu gato no le gusta recibir mimos excesivos pero ser ignorado reiteradamente en el momento que recurre a ti en busca de caricias le sentará aún peor, pudiendo hasta “castigarte” con alguna pequeña trastada como orinar en tu cama.
15. Las puertas cerradas
Si te paras a pensarlo: ser metido en un transportín, ser levantado del suelo y colocado en un espacio con un motor ruidoso y olores desconocidos, que además se mueve,… ¿Cómo le va a gustar?
20. Ser mirado fijamente.
Al igual que los perros, los gatos pueden entender las miradas fijas como amenazantes.
Es mejor demostrarle tu amor mirándole pero entrecerrando lentamente los ojos. La razón es que ellos mismos hacen esta caída de ojos cuando están a gusto.