Si te despiertas cansado después de una noche de sueño completo o si deseas dormir una siesta al mediodía, es posible que no estés bebiendo suficiente agua como para continuar. El agua es una fuente vital de energía en el cuerpo, lo que mantiene nuestra actividad enzimática y nuestros procesos corporales al día. Si no estás bebiendo suficiente agua, tu cuerpo absorberá el agua restante en su sistema para realizar sus diversas acciones, como la digestión. Antes de acostarte y después de despertarte, trata de beber al menos dos vasos de agua para asegurarte de que estás bien hidratado al final y al comienzo del día.
Si has empezado a sufrir de alergias repentinamente, es posible que no se deba al polen sino a que no bebes suficiente agua. Cuando estás deshidratado, el cuerpo restringe las vías respiratorias para conservar el agua y evitar que salga del cuerpo. Además, a medida que el cuerpo pierde agua, su producción de histamina aumenta y los síntomas de alergia empeoran.
Aunque la presión arterial fluctúa en respuesta a una serie de factores, es posible que uno de ellos sea la deshidratación. La sangre está compuesta por un 92 por ciento de agua cuando el cuerpo está completamente hidratado. Pero cuando estamos deshidratados, la sangre se vuelve más espesa, causando una cierta resistencia al flujo sanguíneo y, por lo tanto, resulta en presión arterial elevada y un riesgo aún mayor de coagulación.
Al igual que la presión arterial, el colesterol alto podría ser el resultado de una serie de factores, pero es cierto que la deshidratación no ayuda. Cuando el cuerpo está deshidratado, produce más colesterol para evitar la pérdida de agua en las células. Como tu cuerpo está en modo de defensa debido a que no bebe suficiente agua, el colesterol aumenta para compensar el cambio.
5. Desórdenes de la piel
Si sufres de piel seca, eccema o eres propenso a sarpullido y caspa, es posible que tu piel no esté recibiendo la humedad que necesita. Cuando estás deshidratado, la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas a través de la piel se ve afectada, por lo que es más vulnerable a todo tipo de trastornos de la piel y la sequedad. No beber suficiente agua podría incluso causar arrugas prematuras y decoloración en la piel, y gastando mucho dinero en un intento de encontrar una crema milagrosa que funcione. En cambio, si bebes 8-10 vasos de agua diariamente, puedes ahorrarle mucho esfuerzo a tu piel y a tu billetera.
6. Problemas de vejiga y riñón
La deshidratación provoca la acumulación de toxinas y desechos ácidos que crean un ambiente para que las bacterias prosperen. Estas áreas plagadas de bacterias pueden provocar problemas de vejiga y riñón, y aumentan las posibilidades de infección, inflamación y dolor en estas áreas.
7. Trastornos digestivos
No es ningún secreto que la clave para un buen sistema digestivo es beber suficiente agua, especialmente agua tibia (temperatura ambiente). La escasez de agua en tu cuerpo también significa una escasez de minerales alcalinos como calcio y magnesio. Estos minerales son esenciales para que tu sistema digestivo funcione eficazmente, y cuando tienes escasez, te vuelves más propenso a afecciones dolorosas e incómodas como úlceras, gastritis y reflujo ácido.
8. Estreñimiento
Posiblemente el más estresante de todos los trastornos digestivos, el estreñimiento es uno de los primeros y más claros signos de que tu cuerpo no está obteniendo el agua que necesita. Tu colon (donde tienen lugar las etapas finales de la digestión) es una de las principales fuentes de agua en el cuerpo. Cuando está deshidratado, el cuerpo sigue extrayendo agua del colon, pero esto significa que los desechos se mueven a través del intestino grueso mucho más despacio o no lo hacen en absoluto. Esto produce calambres dolorosos en la parte inferior del abdomen y estreñimiento e incomodidad frustrantes.
9. Dolor y rigidez en las articulaciones
Una de las partes más importantes de la articulación, el cartílago, está compuesto principalmente de agua, por lo que cuando está deshidratado, este cartílago se debilita. Esto hace que sea difícil mover y usar las articulaciones libremente, y si tienes un problema o lesión, las articulaciones se recuperarán y repararán mucho más lentamente.
10. Aumento de peso
Probablemente uno de los resultados menos obvios de la deshidratación, el aumento de peso puede ocurrir fácilmente cuando un individuo no está hidratado adecuadamente. Las células están agotadas de energía y parecen pedir más nutrientes. El problema es que la mayoría de las personas interpretan el grito de auxilio de las células como una razón para comer un emparedado, cuando lo que realmente necesitan es un vaso o dos de agua.
11. Envejecimiento prematuro
¡No dejes de beber agua hasta que seas demasiado viejo para contarlo! Cuando estás crónicamente deshidratado, los órganos del cuerpo, incluida la piel, comienzan a arrugarse y "marchitarse", tal como lo hacen tus manos después de estar demasiado tiempo en la bañera. Una vez que este proceso comienza, es difícil detenerlo, ¡y puede hacerte parecer mucho más viejo de lo que realmente eres!
Para controlar algunas de estas condiciones y mantenerse adecuadamente hidratado, se recomienda beber entre 8-10 (250 ml) vasos de agua todos los días. En especial, debes beber más agua cuando haces ejercicio, experimentas un cambio en el ambiente o cuando estás enfermo. Ten en cuenta que cada día perdemos alrededor de 10 vasos de agua con solo respirar y sudar, así que trata de mantener el equilibrio a tu favor.
Si no bebes agua todos los días y prefieres refrescos, recuerda que el agua tiene 0 calorías y muchos beneficios para la salud, mientras que una lata de refresco tiene 35 gramos de azúcar y 140 calorías. ¡Es bastante tonto obtener azúcar de las bebidas cuando todo lo que necesitas para mantenerte sano es un vaso de agua!
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