1. Te niegas a cambiar tu vida
Cuando dejas de aprender, dejas de crecer y de desarrollarte, y como resultado permaneces estancado mentalmente. La mejor manera de aprender es desafiarnos a nosotros mismos y dejar de lado el miedo. Al mismo tiempo, recuerda en qué crees, pero asegúrate de mantener una mente abierta que te ayudará a aprender cosas nuevas sobre ti y tu vida. Ten en cuenta que este es el cambio más grande y significativo que la mayoría debe hacer para obtener la verdadera felicidad.
2. Te opones a la dirección a la que la vida te está empujando
Nada pesa más en la mente que intentar resistir la dirección a a que nos empuja la vida. Cualquier cambio en nuestra forma de vida a veces trae consigo algo de dolor o incomodidad. Todos los días se producen pequeños cambios en nuestras vidas a los que no prestamos atención, algunos positivos y otros negativos, y si miras hacia atrás el año pasado, te darás cuenta de cuán cierto es esto. Esta es la vida, y tenemos que aceptarla y seguir adelante en lugar de tener miedo y estar atrapados en una situación que no nos hace felices.
3. Permites que otras personas decidan lo que puedes hacer
No escuches ningún comentario negativo y dañino que provenga de personas que realmente no te importan. Te conoces a ti mismo y a tus planes para la vida, así que no dejes que tus palabras te hagan renunciar. La mayoría de las veces lo que dicen solo refleja lo que sienten sobre sí mismos y, por lo tanto, sus palabras no merecen respeto.
4. Te enfocas más en la vida de los demás que en la tuya
Puedes pasar toda tu vida tratando de ayudar a otra persona a que sea feliz, pero si te descuidas, verás que con el tiempo tus ambiciones y sueños, y la idea de que no has hecho nada para cumplirlos, te molestará más y más. Sé feliz con las personas que quieres, pero no permitas que los demás realicen sus sueños a tu costa: aprende a invertir en ti mismo.
5. Piensas demasiado en tus problemas
La vida está llena de dificultades, pero la mayoría de las veces no te enfrentas a grandes obstáculos, sino a pequeños problemas. La diferencia está en la forma en que miras los desafíos que enfrentas, y cuanto más cambias tu actitud, más pequeña se vuelve la dificultad. Mantén una actitud positiva y todo irá bien; tienes el poder de controlar tus pensamientos y te guiarán a una solución si dejas de pensar en tus dificultades como "grandes problemas". Concéntrate en tus objetivos y verás que en el camino los problemas se disiparán solos, o al menos se volverán menores.
6. Intentas tener la razón todo el tiempo
Cualquiera que intente tener la razón nunca aprende nada y no solo arruina las relaciones, sino que también permite que el orgullo sabotee su futuro. A veces tienes que optar por admitir que estás equivocado, y ésta es una habilidad muy importante para mantener una buena relación. Puedes hacer esto con la misma confianza en ti mismo que te dice que tienes razón, solo recuerda que cada persona está equivocada algunas veces y que no es algo malo.
7. Te niegas a dejar ir a una persona que está tratando de distanciarse de ti
Las buenas relaciones son parte de lo que nos hace felices a lo largo de los años, pero debemos asegurarnos de que la persona que queremos cerca también quiera estar cerca de nosotros. No hay lógica en tratar de forzar a una persona que no quiere nuestra compañía. Por lo tanto, no pierdas tu tiempo probando lo maravilloso y digno de atención que eres: si una persona no puede verlo por sí misma, es su problema. Dedica tu tiempo y energía a las personas que realmente quieren pasar tiempo contigo por ser como eres.
8. Amas a los demás más que a ti mismo
Debemos compartir el amor con personas que son queridas por nuestros corazones, pero recuerda amarte a ti también. No hay nada de malo en amar lo que eres, y probablemente no podrás ayudar a los demás si no te cuidas. Por lo tanto, no dejes que nadie te haga sentir mal por amarte a ti mismo a tu manera: puedes ser verdaderamente feliz solo si amas a la persona con la que pasas la mayor parte del tiempo, ¡y ese eres tú!
<9. Eres demasiado egocéntrico
Además de la sección anterior, no puedes pasar toda tu vida solo contigo mismo, hay otras personas en este mundo. Si solo te centras en ti mismo, te dejarán solo. Dar nos ayuda a sentir que podemos marcar una diferencia positiva en el mundo, incluso si es la acción más pequeña entre dos personas. Por lo tanto, pregúntate cómo tus objetivos te ayudarán a retribuir a los demás o a la sociedad, y trabaja en intentar cumplirlos.
10. Esperas que todos te amen todo el tiempo
Debes entender que no todos los que conoces te querrán de inmediato, y no todos querrán pasar tiempo contigo. Además, no todos serán amables contigo, y eso está bien, solo acéptalo y sigue adelante. No pierdas tu tiempo tratando de convencer a los demás de que te amen o te acepten, y en cambio, sé abierto al amor que las personas más cercanas quieren darte, pero no olvides devolverles el mismo amor.
11. Te niegas a dejar el pasado
Cada uno de nosotros debe dejar ir su dolor pasado para cultivar la felicidad verdadera en el presente y en el futuro. Si intentas aferrarte a cosas que una vez sucedieron, en realidad estás tratando de controlar y cambiar algo que no puede ser. En su lugar, intenta crear algo nuevo basado en tu experiencia de vida y aprende del pasado en lugar de simplemente sufrir por él.
12. Estás esperando la felicidad
La felicidad no es un evento que ocurre en el transcurso de la vida, y tampoco es un logro que una vez alcanzado permanezca con nosotros para siempre. Debes ser feliz en el momento presente, ya sea en casa, con amigos o en el trabajo. No esperes que suceda algo que te traiga felicidad, sino que has de elegir perseguirlo para lograrlo. Este enfoque positivo te ayudará a lograr tu objetivo, donde el viaje es una parte esencial del proceso, y si ya comenzaste el viaje, siéntete feliz con él.
