Debido al creciente aumento de la población, la propagación de enfermedades infecciosas se ha convertido en un problema muy común en las sociedades modernas. Una de las infecciones más frecuentes proviene de un grupo de bacterias que se encuentran en muchos alimentos y en las heces de los animales, lo cual significa que hay ciertos cuidados y precauciones que deberíamos tomar en la vida cotidiana.
Por todo esto, es importante comprender cuales son estos gérmenes y cuál es el impacto que producen en nuestro organismo.
E. Coli
Esta bacteria habita en el colon de los seres humanos y de los animales, como vacas, cabras y ovejas. La mayoría de las E. coli no causan problemas y, de hecho, son requeridas para desempeñar diferentes funciones en el sistema digestivo. Sin embargo, cuando entran contacto con las heces, se genera el riesgo de infección. La bacteria se propaga a través de carne cruda, agua contaminada y productos lácteos no pasteurizados.
Los síntomas de esta enfermedad incluyen diarrea severa, dolor de estómago, y vómitos que pueden durar entre 5 y 10 días. Además, esta bacteria puede ocasionar infecciones urinarias, especialmente en mujeres.
Si bien la gran mayoría de estas bacterias no representa un problema para la salud, existen algunos tipos que pueden causar diarrea hemorrágica, insuficiencia renal y, en algunos casos, hasta la muerte.
Para evitar contraer esta enfermedad, asegúrate de consumir carne que esté bien cocida, no olvidarse de lavar las frutas y verduras, y evitar consumir leche o jugos no pasteurizados. Asegúrate de lavarte bien las manos luego de ir al baño y de limpiar la cocina o las superficies que estuvieron en contacto con la carne cruda.
Campylobacter
El Campylobacter jejuni, una bacteria que se encuentra en las heces de los animales, es una de las principales causas de gastroenteritis en todo el mundo. A pesar de que estas bacterias pueden un efecto debilitante y desgastante, solo en raras ocasiones constituyen una amenaza para la vida.
Por lo general, la C. Jejuni está asociada con las aves de corral, ya que usualmente se la encuentra en el tracto digestivo de estas especies. Un estudio reciente ha demostrado que el 30% de los estorninos europeos de las granjas en Oxfordshire, Reino Unido, era portador de C. jejuni.
Evita beber agua contaminada o leche no pasteurizada, dos de los medios de propagación más comunes. Los alimentos contaminados son la principal causa de infecciones, siendo la carne de ave una de las principales.
Listeria
La listeria se encuentra en el suelo y en el agua. Por eso, la podemos encontrar en alimentos crudos como frutas, verduras, carnes, pescados y productos lácteos no pasteurizados. A diferencia de otras bacterias, la listeria puede crecer y propagarse en las temperaturas más bajas del refrigerador.
Aunque el sistema inmune se encarga de evitar que esta bacteria ingrese al organismo, en algunos casos, el esfuerzo no es suficiente y la bacteria termina ingresando en el organismo y causando
Listeriosis.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad incluyen escalofríos, fiebre, dolores de cabeza, y vómitos. Las personas más propensas a contraer esta enfermedad son las mujeres embarazadas, los adultos mayores de 50 años, y las personas con un sistema inmune débil.
De un promedio de 1600 personas que contraen esta enfermedad a nivel mundial, 206 terminan siendo víctimas fatales.
Para evitar contraer esta infección debes seguir los mismos consejos que mencionamos anteriormente y que están relacionados a la higiene personal y del hogar.
Vibrio
El Vibrio parahaemolyticus vive en el agua salada, y usualmente se encuentra en pescados y mariscos crudos. Esta bacteria causa intoxicación por alimentos, una enfermedad que viene acompañada por síntomas como diarrea, calambres estomacales, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos. En los casos más severos, aparece sangre y mucosidad en las heces.
Las personas que consumen pescado y mariscos crudos pueden infectarse con esta bacteria en tan solo 24 horas, y padecer los síntomas durante 3 o 4 días. Las infecciones severas son poco frecuentes, pero las personas con sistema inmune débil son más propensas a contraerlas.
Para evitar esta enfermedad se recomienda consumir pescado o mariscos cocidos.
Toxoplasma
De acuerdo con el Centro Para Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC Center for Disease Control), millones de personas en todo el mundo son portadoras del parasito Toxoplasma Gondii. Sin embargo, son pocas las personas que presentan síntomas ya que a la mayoría de estas bacterias las combate el sistema inmune. Las personas incluidas en el primer grupo son las que pueden son las que pueden desarrollar toxoplasmosis y sufrir una severa infección.
Los síntomas son similares a los de la fiebre e incluyen debilidad, fiebre, dolores musculares y aumento de los ganglios linfáticos. Este parasito también puede causar daños en el cerebro, los ojos, el hígado y los pulmones.
Como en los casos anteriores, los grupos de riesgo son las mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmune débil.
A pesar de que se encuentra en la mayoría de los animales, el toxoplasma gondii solo puede reproducirse en el estómago de un gato. Por eso, los gatos son considerados los principales propagadores. Los gatos contraen este parasito de la carne cruda, los vegetales sucios, o las heces de otros gatos.
Salmonela
La salmonela es una bacteria que se encuentra en la carne cruda (de ave y de res), los huevos, y las frutas o vegetales sin lavar. El contacto con comida o animales infectados con esta bacteria puede ocasionar una inflamación en el sistema digestivo. Esta condición recibe el nombre salmonelosis, y sus síntomas incluyen fiebre, diarrea, y dolor de estómago y de cabeza que puede durar hasta 7 días.
Aunque la mayoría de las personas se curan sin requerir ningún tratamiento, la salmonelosis puede tener consecuencias fatales en adultos mayores, bebés, y personas con enfermedades crónicas.
Para evitar infectarse, hay que desterrar la carne o huevos crudos de la dieta, mantener la carne cocida separada de la carne cruda, y mantener la higiene de la cocina.
Norovirus
Este virus, conocido como “fiebre del estómago”, puede causar daños en el estómago y los intestinos. Aunque el norovirus suele encontrarse en comidas y bebidas contaminadas, también puede propagarse mediante el contacto con superficies o personas infectadas.
El nororvirus es una de las causas de la gastritis (inflamación de los intestinos). Los síntomas incluyen fatiga, diarrea, náuseas, dolor de estómago y de cabeza, fiebre y vómitos que pueden durar varios días.
Para evitar contraer este virus, se recomienda mantener una buena higiene personal, de los alimentos y de la cocina.
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