Por: Luisa Acelas
Todas las emociones que experimentamos diariamente crean y envían sensaciones a nuestro cuerpo a través de las sustancia químicas que el cuerpo crea al ponerse en contacto con una emoción. No es lo mismo reírse a carcajadas y manifestar sentimientos de alegría, compasión y agradecimiento, que estar triste, deprimido, con culpa y rencor. De hecho, un estudio publicado por la revista PNAS, de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, afirma que las sensaciones, positivas o negativas, despiertan reacciones físicas en el organismo.
Por ejemplo, si tu cuerpo libera un producto químico llamado serotonina o dopamina, seguramente experimentarás constantes sentimientos de felicidad y alegría, mientras que si libera cortisol es probable que las nubes negras empiecen a invadir tu paisaje con frecuencia. Te preguntarás ¿Qué ocurre en tu cuerpo cuando sólo manifiestas pensamientos negativos todo el tiempo y si es posible combatirlos? Aquí te dejamos algunos consejos para que aprendas a lidiar con esos recurrentes pensamientos negativos que se vienen a nuestra cabeza de vez en cuando.
3. Escucha a tu cuerpo
Cuando la mente está mal, el cuerpo enferma, pero lamentablemente pocas veces lo escuchamos. Los efectos de la mente sobre el cuerpo son bastante profundos e innumerables, en el peor de los casos puede terminar en enfermedades. O irradias una actitud positiva que se combine con un estilo de vida saludable, lo que desencadena un vivo sentimiento de bienestar general, o por el contrario generas pensamientos negativos- autodestrutivos, cosechas malos hábitos de vida y, en el peor de los casos, enfermas. Nuestras emociones son energías que se acumulan en nuestra memoria celular, es por eso que aún guardamos dolores y malestares que dejaron huella en nuestro cuerpo en el pasado, en épocas presentes.
Cuando sientes dolor, rigidez o malestar en ciertas partes del cuerpo es porque tu cuerpo está gritando ayuda, una ayuda a la que tienes que responder. Cada parte de nuestro cuerpo está conectada a una emoción y por ende desencadena en una enfermedad. Préstale atención al patrón de pensamiento que sigues, ¿qué tipo de pensamientos e ideas corren por tu mente día a día? Recuerda que hay muchas actividades que incrementan y fomentan esos espacios de soledad y tranquilidad que tanto necesitamos para dialogar y escuchar a nuestro cuerpo. Prueba con ejercicios de Yoga, 10 minutos de meditación diaria mínima, y/o colorear.
Si solo te centras en las circunstancias negativas que se te presentan y olvidas todas las bendiciones y cosas buenas que te rodean, es hora de hacer un alto en el camino y volver a empezar. Es natural que debido a la rutina diaria, perdamos el enfoque sobre las cosas positivas que tenemos en nuestra vida: salud, familia, comida, trabajo, un techo donde vivir, ropa que ponernos, educación etc... Al igual que el cuerpo, la mente también se debe entrenar. Préstale especial atención a todo lo bueno que la vida te ha regalado y practica diariamente el don del agradecimiento. Recuerda que muchas veces las grandes felicidades se esconden en cosas pequeñas y que a veces la magia de la vida está justo frente a nosotros pero no nos damos cuenta. El que agradece es merecedor de mucho más.
Los pensamientos positivos mantienen al corazón sano y vivo, mientras que los pensamientos negativos llevan a la depresión.
¿En qué lado quieres estar?