Incluso los panaderos experimentados pueden ser sorprendidos por estos ingeniosos consejos para preparar correctamente una receta de una torta, torta helada, trabajar con la masa de galletas de azúcar, y más. Verás que despues de leer este artículo, todo será más sencillo.
1. Ignoras las comas en las recetas
En ocasiones las recetas también son exámenes de gramática. Cada corte o instrucción de la lista después de un ingrediente se debe hacer después de que se mide el ingrediente. Así, "nueces 1 taza, picados" significa que se miden las nueces enteras en un recipiente de 1 taza y luego picados en una tabla de cortar. Es necesario, entonces recordar que una taza de nueces picadas es muy diferente de una taza de nueces, picadas.
2. Te gusta chequear la torta mientras se encuentra en el horno
Nunca abras la puerta del horno antes de que la torta (o galletas o tarta) ha comenzado estar firme, cosa que suele ocurrir cuando han pasado por lo menos los 20 minutos de cocción en las tortas. Abrir la puerta del horno libera el suficiente aire caliente como para cambiar la temperatura del horno, lo que puede hacer que una torta salga menos cocida o despareja.
3. Utilizas ingredientes fríos
Debes utilizar siempre ingredientes de temperatura ambiente (a menos que la receta lo requiera de otra manera). Tome el azúcar como un ejemplo. Cuando se mezcla con mantequilla a temperatura ambiente para hacer la masa de galletas, sus bordes dentados producen diminutas bolsas de aire en la mantequilla, estas bolsas de aire permiten que el polvo de hornear o bicarbonato de sodio, agregado luego puedan ampliar y crear una textura ligera a la masa. Si la mantequilla está demasiado fría, el azúcar no puede crear esos bolsillos tan fácilmente y puede afectar la esponjosidad del resultado final.
4. Te salteas la "lamina de migajas" del glaseado
El glaseado es probablemente la parte más difícil de hacer de la torta: Es posible que el glaseado se desmorone con se llene de trozos de torta o que se sobre-glasee y eche a perder el sabor de la torta. Para evitar esto, es mejor comenzar con una delgada "capa de migajas", o una base fina de glaseado que mantenga las migas sueltas en su lugar para que el glaseado no se mezcle con las migas de la torta. Después de aplicar esta capa, coloca en el pastel en la heladera durante 15 minutos. El enfriamiento ayuda a endurecer la capa de migajas y ayuda a que las próximas capas de glaseado puedan ser untadas sin dificultad.
5. Tu horno es demasiado fuerte
Si la parte superior de los cupcakes toman forma de cúpula en lugar de forma chata (que sea chata ayuda a la colocación del glaseado luego), el horno probablemente se encuentre demasiado caliente. Debes tener cuidado, ya que a veces el indicador digital del horno dice que ese encuentra en determinada temperatura y no es 100% preciso especialmente si tienes un modelo antiguo. Use un termómetro de horno para asegurar el calor preciso.
6. Cortas la masa de las galletas a temperatura ambiente
Para que las galletas salgan perfectas, debes cortarlas cuando la masa se encuentra refrigerada para poder mantener los bordes crujientes durante la cocción. Prueba el método de "triple enfriamiento" de las galletas de azúcar: enfría la masa antes de estirar, enfría la masa después de estirar y enfría la masa cortada antes de hornear.
7. Utilizas la bandeja para hornear incorrecta
Las placas de horneado oscuras, no brillantes pueden absorber mucho calor, causando que las gallegas se puedan quemar en la parte inferior. Bandejas para hornear aisladas con un borde de 1.5 cm requieren un tiempo de cocción más largo, haciendo que las galletas se pasen de cocción. Es por ello que Martha Stewart sugiere que la bandeja para hornear ideal debe ser pesada de aluminio, brillante, sin bordes laterales.
8. No enfríes las bandejas entre cada tanda
Permitir que las bandejas de horno se enfríen entre cada tanda de galletas genera una diferencia en la temperatura de cocción. Procura que la bandeja siempre se encuentre en las mismas condiciones de temperatura en cada una de las tandas. Si comenzaste con la bandeja fría, continua igual, y viceversa.
9. El merengue podría contaminarse
Al hacer merengue, asegúrate de que el tazón y batidor estén libres de suciedades o migas de cualquier tipo, ya que la más mínima pizca de contaminante puede arruinar la mezcla y reducir su volumen.
10. Separas las claras de huevo de la yema utilizando las cáscaras
No pierdas el tiempo (y, posiblemente, los huevos) pasando las yemas de un lado al otro entre las dos mitades de la cáscara de huevo para obtener sólo la clara. Toma el una botella de plástico vacía para aspirar las yemas de las claras. Esta es una solución rápida y sin complicaciones.
11. Almacenas las magdalenas o cupcakes en un recipiente hermético
¿Piensas que un recipiente hermético podrá evitar que los bizcochos se vuelvan rancios? El almacenamiento de magdalenas frías en un recipiente hermético en realidad hace que los bordes se deshagan. El exceso de humedad que existe en un recipiente puede hacer que las magdalenas se humedezcan y se vuelvan pegajosas. Debes cubrir el recipiente con un pedazo de papel de aluminio en su lugar.
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Artículo Original: rd Fuentes: cooksillustrated.com, marthastewart.com, cookinglight.com, joythebaker.com, myrecipes.com |