Wolfgang Amadeus Mozart es uno de los compositores clásicos más célebres y reconocidos de todos los tiempos. Desde la cuna de un bebé hasta el majestuoso Royal Albert Hall, la música de Mozart se escucha en todo el mundo hasta el día de hoy. Y este solo hecho es testimonio del perdurable legado del compositor.
Nacido en la ciudad austriaca de Salzburgo en 1756, el joven Mozart comenzó rápidamente a demostrar su talento musical. Y al final de su trágica y breve carrera, interrumpida por la repentina muerte del compositor en 1791, Mozart había escrito más de 600 obras. Descubre a continuación 11 datos sobre la extraordinaria vida y el inesperado legado del afamado compositor.
El padre de Mozart, Leopold, era compositor y músico. Naturalmente, Leopold también comenzó a enseñar a tocar instrumentos musicales a sus dos hijos supervivientes: Maria Anna, de 7 años, y Wolfgang, de 3. Tras tan solo cuatro años de formación, entre 1763 y 1766, Leopold comenzó a viajar por Europa con sus dos hijos y a actuar en cortes reales como la de María Teresa, emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue durante esta época que el joven Wolfgang se labró su reputación de niño prodigio.
El padre de Mozart comenzó a escribir las obras del joven compositor cuando este tenía tan solo 5 años. Leopold escribió todas estas primeras composiciones en el llamado Nannerl Notenbuch. Los historiadores musicales establecieron que Andante en Do mayor, K. 1a, una breve composición para clavicémbalo, fue probablemente la primera pieza musical de Mozart.
Apolo y Jacinto es la primera ópera de Mozart, que completó en 1767. Sorprendentemente, Mozart tenía solo 11 años en ese momento. La obra está dividida en tres actos y se basa en el mito griego del dios Apolo, quien accidentalmente mata a su amante Jacinto al lanzar un disco. La ópera solo se representó una vez durante la vida de Mozart, pero fue uno de los primeros encargos del compositor.
A pesar de la diferencia de edad de más de 20 años entre los dos compositores austriacos, Mozart y Haydn eran amigos. Haydn, un compositor ya consagrado, era conocido por elogiar al joven Mozart. En una carta, Haydn le escribió a un amigo: "Si tan solo pudiera grabar las inimitables obras de Mozart en el alma de todo amante de la música, y en particular en el alma de las grandes figuras, con la misma profundidad, con la misma comprensión musical y con el mismo sentimiento profundo con el que yo las entiendo y siento, las naciones competirían entre sí por poseer semejante joya".
¿Recuerdan que mencionamos cómo la familia Mozart tocó para la emperatriz María Teresa cuando el joven Wolfgang tenía solo 7 años? Hay una dulce historia relacionada con este concierto de la primera infancia de Mozart. Según el relato, Mozart resbaló en el pulido suelo de la residencia de verano de los Habsburgo, y la joven archiduquesa María Antonieta, solo dos meses mayor, lo ayudó a levantarse. Encantado por la futura reina francesa, se dice que Mozart le propuso matrimonio.
El extraordinario talento e inteligencia de Mozart trascendían lo puramente musical. Dado que viajó por el mundo desde muy joven, también aprendió muchos idiomas. En la adolescencia, Mozart ya sabía alemán (su lengua materna), italiano, francés, inglés e incluso algo de latín. Los historiadores también afirman que Mozart hablaba un idioma inventado con su esposa, que ambos hablaban entre sí.
Mozart tuvo muchas mascotas a lo largo de su vida: un perro, un caballo, un canario e incluso un estornino. Su estornino, un ave capaz de imitar prácticamente cualquier sonido, fue su compañero inseparable y su mascota más querida. Compró el ave en una tienda de mascotas de Viena en 1784 e incluso le enseñó a cantar su Concierto para piano n.º 17 en sol mayor (K453).
El compositor austriaco es autor de numerosas sinfonías, conciertos y óperas. En resumen, escribió 21 obras para teatro y ópera, más de 50 sinfonías, 27 arias de concierto, 26 cuartetos de cuerda, 25 conciertos para piano, 17 sonatas para piano, 12 conciertos para violín y 15 misas. Como sabrán, Mozart falleció trágicamente a los 35 años. Así que se preguntarán cómo logró Mozart una carrera tan prolífica.
Los testigos afirman que era un trabajador muy diligente, con un horario flexible dividido en tres bloques: uno por la mañana, otro por la tarde y otro por la noche.
Debido a los síntomas vagos de Mozart y a su repentino fallecimiento a los 35 años, los científicos aún no se ponen de acuerdo sobre la causa exacta de su muerte. Una hipótesis popular sugería que fue su rival, el compositor italiano Antonio Salieri, quien lo envenenó. Huelga decir que esta versión se popularizó e incluso apareció en posteriores adaptaciones escritas y cinematográficas de la vida de Mozart.
Pero es muy probable que estos rumores sean falsos. Según el informe forense, el famoso compositor murió de "fiebre miliar severa", y la mayoría de los médicos e historiadores coinciden hoy en que probablemente murió de algún tipo de infección o envenenamiento por mercurio.
La Misa de Réquiem en re menor (K626) es la última composición de Mozart; esto es bien sabido. Sin embargo, muchos desconocen que fue Franz Xaver Süssmayr, alumno de Mozart, quien la terminó y se la entregó a quien la encargó para el funeral de su esposa, el conde Franz von Walsegg. Algunos incluso creen que el conde quiso hacer pasar el Réquiem como obra suya, pero el nefasto plan fracasó.
Hay algo especial detrás de la música de Mozart. Y aunque no sabemos exactamente qué es, varios estudios modernos sugieren que ciertas composiciones, especialmente su Sonata para dos pianos en re mayor, K448, tienen un efecto beneficioso en el desarrollo y la salud humana.
En un artículo anterior, explicamos cómo se demostró que escuchar la sonata mejora los síntomas de la epilepsia. Otro estudio de 1990 sugirió que puede mejorar el razonamiento espacial, y madres de todo el mundo permiten que sus bebés escuchen la sonata con la esperanza de que impulse su desarrollo cognitivo.
Por último, varias empresas ponen música de Mozart en huertos y plantaciones para mejorar el crecimiento y la maduración de sus productos. No podemos confirmar que funcione, pero al menos los jardineros disfrutan de música de calidad.
Y, sin duda, estos ejemplos hablan por sí solos de cómo las obras de Mozart se convirtieron en parte esencial de la cultura mundial. Para concluir, les dejamos con una cita célebre del famoso compositor: "La música no está en las notas, sino en el silencio entre ellas".