1.1 Cambio de color y forma de la piel
1.2 Dolor
1.3 Entumecimiento y hormigueo
1.4 Hinchazón
1.5 Picazón constante: probabilidad de hongos
1.6 Cambio repentino al caminar
1.7 Pies fríos
2. Causas y sus consejos asociados
2.1 Pies Fríos
2.2 Dolor de pies
2.3 Síndrome de Raynaud
2.4 Dolor de tobillo
2.5 Arrastrar los pies
2.6 Dedos hipocráticos
2.7 Pies hinchados
2.8 Heridas en el pie que no se curan
2.9 Dolor repentino en el dedo gordo del pie
2.10 Dolor en los dedos pequeños del pie
2.11 Picazón constante en los pies
2.12 Uñas amarillentas
3.1 Intenta mantenerte seco
3.2 Utiliza medias cada vez que puedas
3.3 Prepara tus zapatos
3.6 Usa suelas de cuero porosas
3.8 Utiliza una horma de cedro
3.9 Usa talco para pies
4. Pies inflamados o hinchados
5.1 Causas
5.2 Alivio instantáneo
5.3 Prevención
6. Ejercicios para eliminar el dolor
1.1 Cambio de color y forma de la piel
Desafortunadamente, nuestra tendencia natural es ignorar completamente nuestros pies hasta que duelen, cuando de hecho funcionan como cualquier otro órgano en el cuerpo, y pueden aludir "silenciosamente" a una variedad de enfermedades, incluido el cáncer. Según la podóloga estadounidense Jane Andersen, el cáncer de piel es una de las enfermedades más comunes en el área de los pies, ya que muchos de nosotros no lo protegemos con protector solar como lo hacemos con la parte superior del cuerpo y la cara. "Si ves un lunar que ha crecido anormalmente o notas cambios de color inexplicables en la piel, debes acudir al médico".
Además, la Dra. Andersen recomienda encarecidamente no saltarse los dedos de los pies y las uñas en busca de puntos oscuros que puedan indicar el desarrollo del melanoma, uno de los cánceres de piel más comunes.
1.2 Dolor
Todos sufrimos dolor en el pie de vez en cuando, especialmente después de un largo día corriendo de un lugar a otro. Pero, ¿qué sucede si el dolor aparece sin razón aparente? Según la Dra. Andersen, el dolor inexplicable puede indicar una serie de enfermedades, y el dolor intenso que ocurre inmediatamente cuando salimos de la cama y se desvanece a lo largo del día puede indicar la aparición de inflamación en una de las articulaciones, que se calientan al estar activas y se endurecen cuando están en reposo.
Para prevenir la inflamación, se recomienda ir cambiando de calzado, sobre todo los deportivos. Si este es un dolor que empeora durante el día, este síntoma puede indicar una fractura por estrés causada por una rutina de entrenamiento desequilibrado, que puede empeorar con el tiempo, por lo que es recomendable que consultes a un especialista lo antes posible si experimentas este tipo de dolor.
1.3 Entumecimiento y hormigueo
Hormigueo en los pies es un fenómeno bien conocido que aparece cuando inadvertidamente bloqueamos el flujo de sangre al sentarnos con las piernas cruzadas, al estilo de loto o al colocar un pie sobre una pierna. Si notas que hay una sensación de hormigueo que aparece sin que te sientes en una de estas posiciones, la Dra. Andersen advierte que este síntoma puede indicar serios problemas de salud debido a la diabetes y al consumo excesivo de alcohol.
La diabetes reduce el flujo de sangre a los pies y en casos extremos puede provocar daños en los nervios e incluso puede requerir la amputación debido a la formación de necrosis. Además, el entumecimiento en las piernas puede ser causado por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, debido a los productos de la descomposición del alcohol que causa la destrucción de las células nerviosas en el cuerpo.
1.4 Hinchazón
Además de hincharse los pies después de permanecer de pie durante largas horas sin descansar, los pies hinchados también pueden indicar enfermedades cardíacas, hepáticas y renales. Según la Dra. Andersen, puede producirse hinchazón excesiva en un área sin antecedentes de lesión física o esfuerzo inusual como resultado de la acumulación de sales y líquidos, que se considera uno de los síntomas conocidos de insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal. La enfermedad hepática también puede conducir a la acumulación de líquido en las piernas, debido a la falta de una proteína llamada albúmina producida en el hígado, que es responsable del equilibrio de los fluidos en el cuerpo.
1.5 Picazón constante: probabilidad de hongos
Además del picor constante y el mal olor, si los hongos del pie que no se tratan a tiempo también pueden causar daño en las uñas e incluso aumentar las posibilidades de infecciones en los pies. Además, los hongos tienen una tendencia a atacar e infectar otras partes del cuerpo, lo que solo puede prolongar el tratamiento. Vale la pena saber que a medida que envejeces, la capacidad de tu cuerpo para combatir infecciones disminuye y aumentan las posibilidades de que la enfermedad empeore y se desarrolle más allá de una infección específica, por lo tanto, es importante tratarla cuando se note por primera vez.
En casos de esclerosis múltiple, el daño al sistema nervioso puede provocar el "entumecimiento" de las áreas del pie, a veces sin que lo notemos. Otra razón que puede causar cambios en la marcha es el dolor en la zona posterior debido a diversas infecciones y lesiones físicas, que pueden hacer que cambiemos nuestra forma de caminar y postura inconscientemente para evitar colocar una carga pesada sobre el área afectada.
2.1 Pies Fríos
Si tus pies están siempre fríos, es posible que sufras de una deficiencia en la circulación de la sangre, que podría estar asociada a la hipertensión, las enfermedades cardíacas o el consumo de cigarrillos. El daño nervioso producido por la diabetes también puede hacerte sentir frío en los pies. Otras posibles causas incluyen el hipotiroidismo y la anemia. En cualquier caso, es necesario realizar una consulta con un especialista para determinar si la temperatura de tus pies se debe a la existencia de alguna condición médica o si solo es una característica natural de tu cuerpo.
Consejo casero: Tratamiento en remojo
Llena un recipiente con agua caliente y otro con agua fría, y colócalos uno al lado del otro. Siéntate en una posición cómoda, sumerge los pies en el agua fría durante dos minutos, y luego llévalos al recipiente con agua caliente por no más de un minuto. Repite el procedimiento durante 20 minutos, alternando las temperaturas para mejorar la circulación sanguínea en los pies.
2.2 Dolor de pies
De acuerdo a las encuestas, 8 de cada 10 mujeres afirma que sus zapatos les causan dolor de pies. Sin embargo, el dolor que no proviene del uso de tacos altos o plataformas podría deberse a la presencia de una factura de estrés o una pequeña lesión en el hueso. Por lo general, las causas de este problema son el exceso de ejercicio, en especial cuando es de alto impacto, o la debilidad en los huesos causada por osteoporosis u otras afecciones óseas.
Consejo casero: Pies en alto y frío
Recuéstate con las piernas elevadas sobre dos o tres almohadas, aplicando una bolsa de hielo sobre los pies durante 15 minutos. Luego aplica un aceite esencial de eucalipto o romero con movimientos suaves para restaurar el flujo sanguíneo y aliviar el dolor.
2.3 Síndrome de Raynaud
El síndrome de Raynaud puede hacer que los pies adquieran una tonalidad blanca o azulada por unos minutos y luego retornen a su color normal. La causa de esta reacción es un estrechamiento de las arterias que se conoce como vasoespasmo y se produce ante situaciones de estrés o cambios fuertes de temperatura. Esta condición también puede estar asociada a la artritis reumatoide, al síndrome de Sjögren’s, o a problemas de tiroides.
Consejo casero: Calor
Cuando aparecen los síntomas de esta condición, es fundamental aplicar calor sobre las zonas afectadas. Para ello puedes cubrir tus manos con guantes y masajearlas, o dejarlas en remojo en un recipiente con agua tibia (no caliente) por algunos minutos.
2.4 Dolor de tobillo
La principal causa del dolor de talones es la fascitis plantar, una inflamación que se produce en el punto donde el ligamento se conecta con el calcáneo. Por lo general el dolor suele ser más agudo por la mañana, cuando se dan los primeros pasos y se ejerce presión sobre el pie. La artritis, el exceso de ejercicio y el uso de calzado inadecuado también pueden causar dolor de tobillo, e incluso tendinitis. Las causas menos comunes incluyen infecciones óseas, tumores o fracturas.
Consejo casero: Compresión
Cubre el tobillo afectado con una banda elástica, sin ajustarla demasiado. Al mismo tiempo, puedes aplicar una bolsa de hielo sobre la zona afectada, para reducir la inflamación y neutralizar el dolor.
2.5 Arrastrar los pies
Muchas veces, los primeros indicios de un problema son los cambios en la forma de caminar. Dichos cambios pueden deberse a una pérdida progresiva de la sensibilidad normal en los pies, causada por daños periféricos en los nervios. Aunque cerca del 30% de estos casos están asociados a la diabetes, también pueden ser el resultado de infecciones, deficiencias vitamínicas o alcoholismo. Otras causas posibles incluyen problemas en el cerebro, en la columna o en los músculos.
Consejo casero: Alimentación
Debido a que este problema está asociado a ciertas condiciones médicas, como la diabetes, es importante llevar una alimentación equilibrada para evitar empeorar el cuadro o producir daños más severos en los nervios. Al igual que en otros casos, el uso de calzado adecuado también es un factor crucial.
2.6 Dedos hipocráticos
Esta afección produce cambios en la forma de los dedos, que engrosan el tejido debajo de la uña y hacen que éstas se vuelven más redondeadas en los extremos y curvas hacia abajo. Aunque las enfermedades pulmonares son una de las principales causas, esta condición también puede deberse a ciertas infecciones y enfermedades cardíacas, hepáticas o gastrointestinales.
Consejo casero: Prevención
La mejor forma de tratar este problema es tomando las medidas de prevención necesarias para evitar el desarrollo de las condiciones médicas que lo causan y que podrían derivar en problemas más serios para la salud. Dejar de fumar, realizar ejercicio y llevar una alimentación adecuada son algunos de los pasos a seguir.
2.7 Pies hinchados
A pesar de ser una molestia temporaria, los pies hinchados nos pueden causar mucho dolor e impedir realizar nuestras tareas diarias. Además, este problema puede deberse a la presencia de una condición médica más seria, como problemas circulatorios, alteraciones en el sistema linfático, coágulos sanguíneos, problemas renales o mal funcionamiento de las glándula tiroides. En caso de que la hinchazón sea persistente, te recomendamos consultar con un especialista.
Consejo casero: Aumento de la ingesta de magnesio
El magnesio es un mineral esencial a la hora de combatir la hinchazón de piernas y pies. Puedes incorporar a tu dieta alimentos que sean ricos en magnesio, como bananas, nueces, pescado, vegetales de hoja verde, legumbres o avocado, o consultar con un especialista que te indique un suplemento en cápsulas adecuado para tu condición.
2.8 Heridas en el pie que no se curan
Las heridas en el pie que no se curan normalmente son uno de los indicios más claros de la diabetes. Esta enfermedad afecta la sensibilidad, la circulación sanguínea y el proceso de curación en los pies, por lo que hasta una pequeña ampolla puede tardar meses en curarse. Por esta razón, los pacientes diabéticos son más propensos a desarrollar infecciones en los pies.
Consejo casero: Cuidado de los pies
Es fundamental que las personas que padecen diabetes laven y sequen sus todos los días, controlando que no haya ninguna lesión cutánea. En caso de haberla, es importante consultar con un especialista e iniciar un tratamiento lo antes posible para evitar una posible infección.
2.9 Dolor repentino en el dedo gordo del pie
La gota, una enfermedad causada por el exceso de ácido úrico en el organismo, produce dolor repentino en la articulación del dedo gordo del pie, acompañado por enrojecimiento e hinchazón. La osteoartritis también puede ser responsable de la aparición de estos síntomas. Si la articulación se vuelve rígida, podría tratarse de hallux rigidus, una afección que impide la dorsiflexión del dedo gordo del pie.
Consejos caseros: Beber abundante agua y aplicar frío
Si el dolor no es demasiado agudo, intenta aplicar compresas frías sobre la zona afectada, para reducir la inflamación y neutralizar el dolor. Por otro lado, es importante mantenerse hidratado, ya que la falta de agua en el cuerpo puede elevar aún más los niveles de ácido úrico.
2.10 Dolor en los dedos pequeños del pie
Si sientes que estás caminando sobre mármol, si presentas un dolor agudo en el tercer interespacio de los dedos, o una separación entre el segundo y el tercer dedo, es posible que padezcas el Neuroma de Morton, un trastorno que produce un engrosamiento del nervio interdigital en el espacio que existe entre el tercer y cuarto dedo del pie. Esta condición es 10 veces más común en mujeres que en hombres.
Consejos caseros: Calzado adecuado
La recomendación típica para estos casos es el uso de calzado adecuado que no tenga punta angosta ni sea ajustado. En caso de ser necesario también se pueden utilizar plantillas ortopédicas que ofrezcan mayor soporte para el pie. En cualquier caso, te recomendamos consultar con un especialista.
2.11 Picazón constante en los pies
La picazón y las escamas en la piel de los pies pueden indicar la presencia de pie de atleta, una infección fúngica muy común. La reacción también puede deberse a una reacción alérgica ciertos productos cosméticos que causan dermatitis. Por otro lado, si la piel de la zona afectada tiene una apariencia gruesa y con una especie de espinilla, es posible que se trate de psoriasis.
Consejo casero: Baño con bicarbonato
Sumerge tus pies en un recipiente con agua tibia y dos cucharadas de bicarbonato de sodio. También puedes aplicar una pequeña cantidad de yogur sobre la zona afectada para eliminar los hongos y restaurar la salud de la piel. En ambos casos es importante secar bien los pies luego de terminar el tratamiento.
2.12 Uñas amarillentas
Las uñas dicen mucho sobre el estado general de salud de una persona. Las infecciones fúngicas suelen causar uñas amarillentas. Sin embargo, detrás de esta coloración se pueden esconder causas más serias, como linfedema, problemas pulmonares, psoriasis o artritis reumatoide.
Consejo casero: Vinagre blanco
En caso de tratarse de una infección fúngica, el vinagre podría ser la solución. La naturaleza ácida de este producto cambia los niveles de pH en la piel y ayuda a eliminar los hongos. Prepara una solución con partes iguales de agua y vinagre y utilízala como tratamiento tópico sobre las uñas. Consulta con un médico para determinar si la causa de esta alteración está asociada con una condición médica de mayor gravedad.
Cuando los calurosos meses de verano llegan, los pies sudorosos y malolientes pueden ser imposibles de ignorar. Una de las primeras cosas que hay que saber para entender por qué huelen de esta manera, teniendo en cuenta que el sudor es virtualmente inodoro, son las bacterias que corren a través de las células muertas de la piel. Esto se desarrolla, principalmente, en ambientes calurosos y cerrados, creando un olor que puede ser molesto tanto para tí como para otras personas.
3.1 Intenta mantenerte seco
De acuerdo con la Dra. Rebecca Baxt, dermatóloga certificada, la mejor forma de prevenir el olor en los pies es manteniéndolos secos. Adopta la costumbre de secar tus pies luego de tomar un baño, poniendo especial atención al espacio entre los dedos. Luego frótalos con un talco fungicida que te ayuda a mantener tus pies secos y prevenir la formación de hongos.
3.2 Utiliza medias cada vez que puedas
Aunque las medias y los tacones no son una combinación favorable, cuando no las usas, los pies no tienen nada que pueda absorber el sudor que producen de forma natural, y el olor termina quedando atrapado entre tus pies y tus zapatos. Si planeas usar un calzado que no requiere medias, asegúrate de colocar talco antitranspirante dentro de los zapatos y entre tus dedos.
3.3 Prepara tus zapatos
Adopta el hábito de colocar talco dentro de tus zapatos antes y después de usarlos. Además, de vez en cuando, debes asegurarte de sacar tu calzado del armario y sacarlo afuera para poder airearlo y prevenir la acumulación de humedad que genera un ambiente propicio para la formación de hongos.
3.4 Recurre al armario de bebidas
Si tus pies siguen oliendo mal a pesar de haber tomado cartas en el asunto, frótalos con una toalla humedecida en vodka para poder eliminar el olor. Esto es como utilizar alcohol etílico para quitarnos el olor a cebolla o ajo de las manos. El contenido de alcohol presente en el vodka ayuda a desinfectar y secar los pies de forma natural, eliminando hongos y bacterias causantes de olor, y previniendo la acumulación de humedad que genera un ambiente propicio para el desarrollo de estos organismos.
3.5 Usa desodorante
Los antitranspirantes previenen y evitan el sudor, lo que a su vez elimina la formación de bacterias. Aunque la mayoría de las marcas hacen muy bien este trabajo, debes elegir un producto que también seque al instante tus pies.
3.6 Usa suelas de cuero porosas
Este tipo de suelas transpirables le permitirán a tus pies refrescarse con el tránsito del aire. El cuero nunca huele, a diferencia de otros productos sintéticos como los elaborados con poli-algodón. Opta por uno que proporcione un tratamiento antibacteriano, como Ecco.
3.7 Usa medias invisibles
Las medias invisibles están llenas de revestimientos (tales como los descritos en la imagen superior), los cuales te ayudan a absorber la humedad adicional.
3.8 Utiliza una horma de cedro
Las hormas de cedro ayudan a los zapatos a mantener su forma. Actúan como un mimbre antihumedad, y naturalmente absorben cualquier exceso de sudor. De vez en cuando dale a tus zapatos un descanso, permitiendo que el cedro los refresque.
3.9 Usa talco para pies
Los polvos en talco o fécula de maíz trabajan excepcionalmente bien. Mantienen los pies secos y evitan las bacterias.
3.10 Acude a un especialista
Si a pesar de haberlo intentado todo continúas sin poder controlar este problema, te recomendamos realizar una consulta con un dermatólogo, y solicitar la prescripción de un antitranspirante específicamente formulado para reducir la cantidad de sudor producida por los pies.
4. Pies inflamados o hinchados
La hinchazón de los pies puede ser muy incómoda y se puede causar por múltiples factores como estar mucho tiempo de pie o demasiado tiempo sentado. También puede ser el resultado de un exceso de sal en la dieta diaria o uno de los síntomas del embarazo. Por otra parte, también puede ser un síntoma subyacente de una enfermedad más grave, tal como un problema con los riñones o el corazón. O puede indicar la presencia de un coágulo de sangre.
4.1.1. Dejar de fumar
Es un hecho bien conocido que fumar puede ser perjudicial para la salud. Y una de sus muchas consecuencias es la hinchazón en las extremidades.
4.1.2. Mantente hidratado
La deshidratación puede causar la hinchazón de los pies, y otros síntomas negativos y desagradables.
4.1.1. Come bien
Una dieta saludable, rica en frutas y verduras frescas, es ideal para prevenir la inflamación e hinchazón en los pies. Recuerda que tu dieta saludable debe contener fibra de alta calidad y proteínas de alta calidad.
4.1.2. Una nutrición adecuada
Incluír multivitaminas de alta calidad como parte de tu dieta diaria te garantizará contar con el suficiente magnesio, para prevenir la hinchazón de las extremidades. Los problemas con los tobillos y los pies hinchados pueden ser un problema de deficiencia de magnesio. Consulta con tu médico de cabecera para saber si puedes tomar 350 mg de magnesio al día.
4.1.5. Reduce el consumo de sal
Si te es posible, trata de evitar los alimentos procesados, ya que contienen una gran cantidad de sal, y entra en el hábito de degustar la comida antes de poner sal en ella. Como alternativa, puedes utilizar especias saludables como la cúrcuma, el pimentón, el comino y el chile en polvo para añadir más sabor a tus alimentos, sin la necesidad de utilizar la sal.
4.1.6. Ejercítate varias veces a la semana: No hay mejor manera de cuidar nuestro corazón y nuestro sistema circulatorio que haciendo ejercicio tanto como sea posible. Trata de hacer de 15 a 20 minutos de ejercicio todos los días: esto puede incluir caminar, nadar, yoga, bailar, montar en bicicleta o cualquier deporte que te guste. Como resultado, gozarás de una buena circulación de la sangre, lo que te ayudará a prevenir la hinchazón de las extremidades.
4.1.7. Toma un descanso
Particularmente si pasas mucho tiempo sentado en tu escritorio. Ponte de pie durante un par de minutos cada media hora, y durante tu hora de almuerzo adquiere el hábito de ir a dar un paseo. Levántate y estírate para mover y estirar tu cuerpo cada 30 minutos, así ayudarás a mejorar tu circulación y evitarás problemas más graves como la trombosis.
4.1.8. Mantén tus pies y tobillos apoyados
Las medias de compresión son una gran manera de apoyar los pies y los tobillos, sobre todo cuando hay que sentarse durante largos períodos de tiempo. También son una buena idea a la hora de viajar, para prevenir que tus pies y tobillos se inflamen y aparezcan las molestas venas varicosas.
4.1.9. Levantar los pies
Una gran manera de prevenir y tratar la hinchazón de los pies y los tobillos es poner los pies en alto. Mantenlos en una posición elevada mientras ves la televisión o mientras duermes; al hacerlo, ayudarás a drenar el exceso de líquido en los pies y los tobillos.
La hinchazón de los pies como resultado de un esfuerzo excesivo, o de estar sentados por mucho tiempo puede ser tratado con remedios sencillos, y ciertos cambios en los hábitos diarios.
1. Mima tus pies: La sal de Epsom es un excelente tratamiento para los pies hinchados y un alivio general para el estrés y los dolores musculares. También puedes añadir un poco de sal marina a tu baño para empaparte de sus efectos calmantes.
2. Obtén un masaje de pies
Después de remojar los pies en la sal de Epsom, utiliza algunos aceites curativos para darte un masajes en los pies. El aceite de coco es una buena opción, ya que tiene antifúngicos naturales y propiedades antibacterianas. Para mayores efectos antiinflamatorios y aromaterapia, añade un par de gotas de un aceite esencial como el eucalipto, el árbol de té, la menta y el aceite de limón - los cuales son buenos para reducir la inflamación. También puedes añadir unas gotas de lavanda o manzanilla para promover la relajación.
3. Usar aceite de ricino: Para un tratamiento estimulante, masajea tus pies con aceite de ricino junto con unas gotas de aceite de mostaza. El aceite de ricino tiene fuertes propiedades antiinflamatorias, mientras que el aceite de mostaza ayuda a generar calor y mejorar la circulación. El aceite de mostaza también contiene magnesio y selenio que puede ser absorbido por la piel después de un masaje. Una vez que hayas masajeado tus pies, envuélvelos en una toalla caliente y mantenlos en posición elevada durante al menos media hora.
Si estos métodos y tratamientos simples no funcionan, consulta a tu médico, ya que éstos síntomas pueden ser consecuencia de enfermedades más graves.
Un calambre en el pie puede ocurrirte en cualquier momento. Puedes estar tranquilo en tu escritorio, en medio de una sesión de ejercicios, y hasta dormido. El dolor repentino puede empezar en cualquier lugar, y nuestra reacción inmediata no es otra que intentar que el dolor se detenga ... Si bien es cierto que hay una serie de cosas que puedes probar para aliviar o detener el dolor, es mejor saber qué tipo de cosas no debemos volver a hacer para evitarlo, ¿Te has detenido a considerar qué es lo que causa calambres en tus pies?
5.1 Causas
Se cree a menudo que el ejercicio es uno de los culpables de esta situación. Sin embargo, mientras que algunos ejercicio como correr pueden causar calambres en los músculos del pie, es más probable que ocurra debido a las deficiencias nutricionales como la falta de potasio, sodio, magnesio y calcio. Otra posible causa que te puede hacer más susceptible a los calambres es el insuficiente movimiento de las piernas por lo tanto, no estirar los dedos de los pies, las pantorrillas y los músculos del muslo antes y después del ejercicio y antes de acostarte puede causar calambres.
5.2 Alivio instantáneo
Durante un calambre en el pie, tira de los dedos del pie hacia adelante, con el pie y músculos de las piernas o las manos. Este simple estiramiento le permite a los músculos relajarse. Otra alternativa es la de ejercer presión directamente sobre el músculo o darse un masaje en los pies. Sin embargo, si los calambres persisten, coloca una compresa caliente en el pie pues la presión y el calor ayudará a estimular la circulación de la zona, proporcionando un nuevo suministro de sangre oxigenada, restaurando el equilibrio nutricional.
Una vez que los calambres se hayan ido, pon dos pulgadas de sal en 12 onzas de agua y bebe (consulta con tu médico si sufres de presión arterial alta). El agua salada ayudará a restaurar tus niveles de agua y electrolitos. Comer la mitad de un plátano también puede ayudar. Son una buena fuente de magnesio y potasio, dos sustencias que alivian los calambres musculares. Toma otra dosis extra de agua salada y plátano si el calambre persiste.
5.3 Prevención
5.3.1 Bebe mucha agua
Asegúrate de tomar buenas cantidades de agua en el transcurso del día. La mitad de tu peso corporal es agua purificada. Por lo tanto, si pesas 150 libras, necesitas tomar cerca de 75 onzas de agua, equivalentes a 9 tazas. Mantenerte hidratado mantendrá funcionando tus huesos de manera óptima. Si te cansas de tomar agua todo el día, añádele un poco de sabor con algunas frutas
5.3.2 Aumenta la ingesta de magnesio: Las bananas son una excelente fuente de magnesio. Aumenta tu consumo de hojas verde oscura , junto con algunos frutos secos, semillas, pescado, legumbres, cereales integrales, aguacates y chocolate negro.
5.3.3 Date un masaje de pies regularmente
Adquiere el hábito de masajearte los pies y las piernas cada mañana y cada noche. Mantén los músculos fuertes y flexibles.
5.3.4 Usa zapatos cómodos: Esto no debe ser una sorpresa para nadie. El último consejo es nada más y nada menos que usar un buen par de zapatos. Los zapatos que te quedan muy apretados o tacones muy alto, pueden causarte calambres, principalmente porque este tipo de zapatos mal ajustados pueden causar rigidez muscular que puede conducir a calambres.
6. Ejercicios para eliminar el dolor
• Utiliza un escalón, un taburete o cualquier superficie elevada que te permite estar de pie cómodamente en la planta de los pies. Mantén tus talones en el aire, con el apoyo adecuado para inclinarse hacia adelante.
• Coloca las yemas de tu pie izquierdo en la superficie, manteniendo la otra mitad de su pie en el aire.
• Cruza tu pie derecho detrás de tu pie izquierdo, como se ve en la foto. (1)
• Baja lentamente extendiendo el pie izquierdo. (2)
• Mantén esta posición durante 30-60 segundos. Repite este ejercicio con el pie opuesto.
• Lleva a cabo dos repeticiones por pierna.