Según Marriam-Webster, el placer es "un estado de gratificación sensual, diversión frívola o un estado de deleite o alegría". Naturalmente, para cada individuo, hay diferentes experiencias que conducen al placer. En 1975, el psicólogo húngaro-estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi acuñó el término "flujo", que significa un estado mental altamente concentrado cuando uno está completamente involucrado en una actividad. Entonces, para darte cuenta de lo que te da placer, debes hacerte las siguientes preguntas:
1. ¿Qué te hace sentir una variedad de emociones positivas? ¿Qué te trae alegría?
2. ¿Qué te hace sentir en el flujo?
3. ¿Qué te pone la piel de gallina o te hace sentir hormigueo?
Las fuentes de placer pueden ser desde los deportes, mirar al cielo y ver una luna llena, un hermoso paisaje, el sabor de un batido de frutas o la compañía de alguien a quien amas. Cualquier cosa que te dé vida simplemente poniendo tu atención en ella. El secreto es hacer una pausa y saborearlo, estar presente es una parte esencial para nutrir una experiencia placentera. Si estar en el momento es algo que te resulta desafiante, una buena manera de comenzar sería aprender a practicar el mindfulness.
Es importante que aprendamos a distinguir entre el placer nutritivo saludable y un exceso de placer no saludable. Puede ser complicado, ya que el placer tóxico está muy presente en nuestra vida diaria; Se origina por la sobreestimulación de las pantallas, comer en exceso, beber en exceso o hacer demasiadas cosas en un día. Si necesitas "recuperarte" de una experiencia, es probable que no sea nutritiva.
Si bien participar en las actividades mencionadas anteriormente puede ser divertido de vez en cuando, este no es el tipo de placer que pretendemos describir en este artículo. Este tipo de experiencias nos hacen perder energía y, de hecho, adormecen nuestros sentidos y nos hacen menos sensibles al placer saludable.
Experimentar placer no solo tiene beneficios para la salud mental, sino también físicos.
Menos estrés: cuando te concentras en las cosas y las personas que te emocionan y estimulan de manera positiva, aumentas tu sensación de alegría y felicidad. Esto aumenta los niveles de la hormona oxitocina, la misma hormona que se libera en tu cerebro cuando te acurrucas con alguien, y reduce el impacto de la hormona del estrés, el cortisol.
Sistema inmunológico más fuerte: la alegría y el equilibrio hormonal también pueden aumentar la inmunidad y estimular tu sistema circulatorio, que consta de tu corazón, venas, vasos sanguíneos, sangre y linfa. “Las mariposas en el estómago, las expresiones faciales, incluso los cambios en la temperatura de tus dedos… todo esto puede depender de tus emociones. Los efectos en el sistema circulatorio pueden presentarse de diferentes maneras físicamente”, explicó la Dra. Diana Samuel, MD, profesora adjunta de psiquiatría clínica en el Centro Médico de la Universidad de Columbia.
Alivia el dolor: según un estudio reciente, otro efecto de la oxitocina es minimizar el dolor. Los investigadores señalan que la hormona se puede liberar a través de estimulación sensorial, como el tacto de un ser querido, ciertos tipos de luz y sonido e incluso una comida favorita. "Estimular nuestro cuerpo para que libere esta hormona podría ser un método potencial para el tratamiento del dolor", concluyeron los investigadores.
Aumento de los niveles de energía: el tiempo y la energía que las experiencias negativas, o incluso el placer tóxico, nos quitan para recuperar el cuerpo y la mente pueden dejarnos agotados. Esto, a su vez, puede provocar otros problemas de salud y una falta de motivación para disfrutar de los placeres nutritivos más pequeños. Los placeres nutritivos simples hacen lo contrario, no nos agotan, sino que nos dan energía.
Como se mencionó al principio del artículo, diferentes personas experimentan placer a través de diferentes medios. También es importante recordar que diferentes sentidos necesitan más atención en diferentes momentos. Para explorar esto de manera sencilla, puedes probar:
Una vez que tomes esa decisión, el método es bastante simple:
La belleza de estos tipos simples de placer es que vienen de adentro y son accesibles para todos. La próxima vez que te encuentres con algo que despierte este estado en ti, como un lindo perro en la calle, por ejemplo, recuerda que está bien detenerse y dar espacio a esta sensación de placer. Es un alimento esencial.