Siempre nos alegra descubrir los diferentes usos que podemos hacer de la gama de productos que siempre tenemos en casa, como el champú perfumado que utilizamos para lavarnos el pelo y mantenerlo sano. Así como tiene la capacidad de limpiar el cuero cabelludo y dejarlo libre de suciedad, caspa, grasa y otros contaminantes, este producto también puede ser de gran ayuda en algunas otras tareas diarias y hacernos la vida más fácil. Así que si siempre pensaste que tu champú solo estaba destinado a mantener tu cabello sano y hermoso, ¡estás a punto de descubrir 10 sorpresas particularmente útiles!
El champú tiene una notable capacidad para combatir las manchas de grasa más difíciles y puede usarse para limpiar tu automóvil. Añade un cuarto de taza de champú en un balde de agua y limpia a fondo el auto. Para eliminar las manchas especialmente difíciles, vierte una pequeña cantidad de champú directamente sobre un paño de limpieza y frota la zona rebelde. Te sorprenderá lo brillante y reluciente que lucirá tu automóvil después de darle este tratamiento especial.
El cuidado de los pies puede resultar agotador en ocasiones: frotar, limar, cepillar, hacer pedicuras y manicuras, todas acciones que muchas personas realizan de forma rutinaria para disfrutar de unos pies suaves y limpios. Te sorprenderá saber que no siempre es necesario todo este lío y que puedes cuidarlos de forma excelente con champú, sin ningún esfuerzo especial. Todo lo que necesitas hacer es aplicar un poco de champú en los pies antes de acostarte, ponerte un par de calcetines de algodón ligeros e irte a dormir. Cuando te despiertes y te quites los calcetines, tendrás los pies suaves y limpios como la seda.
No necesitas aceites, cremas ni productos especiales para darle nueva vida a tus artículos de cuero desgastados. Carteras, bolsos de cuero, zapatos queridos... puedes revivirlos todos pasando un paño con un poco de champú sobre las zonas desgastadas. Esta acción devolverá el color y el brillo a tus artículos de cuero y, en el caso de los zapatos, también puede protegerlos de diversas manchas.
¿Limpias y cepillas tus brochas de maquillaje lo suficiente? Lo más probable es que no necesariamente, pero una vez que te des cuenta de que en tu baño se esconde un producto sencillo y fácil de usar para ayudarte a hacerlo, ya no tendrás excusas para posponer la limpieza. Todo lo que necesitas hacer es seguir estas instrucciones: retira todo el pelo y la suciedad que se pueda sacar fácilmente de la brocha, luego llena un recipiente o frasco pequeño con agua tibia y agrega un poco de champú. Coloca las brochas en el recipiente y déjalas allí durante 10-15 minutos. Luego déjalas secar al aire y, al final, estarán limpias y listas para usar nuevamente.
La próxima vez que de repente te des cuenta, justo antes de afeitarte, de que tu gel o espuma de afeitar se ha acabado, no tienes que renunciar a la tarea básica ni apresurarte a comprar un producto en ese momento. Simplemente puedes mezclar dos productos que se encuentran comúnmente en casi todos los baños: champú y acondicionador para el cabello. Esta mezcla crea una excelente crema de afeitar que te ayudará a suavizar el vello y a retirarlo de forma suave y agradable.
Las cremalleras que adornan nuestra ropa suelen atascarse, dejándonos sin poder cerrar la prenda correctamente. Existe una forma sencilla y sin complicaciones de solucionar este molesto problema: aplica un poco de champú sobre la cremallera atascada y asegúrate de que el producto penetre en todos los pequeños huecos y espacios que hay en ella. Deja que la cremallera se seque durante unos minutos y luego vuelve a intentar destaparla, es probable que esta vez funcione con más facilidad.
Todos conocemos la frustración que supone no poder quitar la suciedad y las manchas que se acumulan en las paredes de nuestro hogar, ya sea por el desgaste natural o porque nuestros hijos las tocan y las ensucian. ¿Qué se puede hacer para deshacerte de estas manchas tan difíciles, te preguntarás? Muy sencillo: ¡se desprenderán fácilmente con un ligero toque de champú! Moja un paño en agua tibia, añade un poco de champú y empieza a frotar las manchas. No pasará mucho tiempo hasta que la pared vuelva a su color original y bonito.
Las tiritas son una excelente solución para pequeñas heridas, arañazos y cortes, ayudándonos a vendar la zona lesionada y evitar infecciones. Sin embargo, el momento de retirarlas una vez cicatrizada la herida o cuando queremos volver a colocarlas puede resultar muy incómodo y, en ocasiones, incluso doloroso y quemante para la piel. Para reducir esta molestia al retirar una tirita de cualquier parte del cuerpo, lo único que tienes que hacer es aplicar un poco de champú sobre la propia tirita y un poco sobre la piel que la rodea. Esto suavizará el dolor al retirar la tirita, debilitará el adhesivo y evitará cualquier daño en la piel.
Como hemos explicado en apartados anteriores, el champú tiene unas propiedades desengrasantes excelentes, por lo que te recomendamos utilizarlo para deshacerte de la grasa acumulada en las superficies y utensilios de tu cocina. Lo único que tienes que hacer es verter un poco de champú sobre un paño húmedo y pasarlo por la zona engrasada. Deja que el producto se seque unos minutos, enjuaga bien con agua y verás la diferencia. Si quieres mejorar el poder de limpieza y acelerar el proceso, puedes espolvorear un poco de bicarbonato sobre el paño junto con el champú.
Más allá de todos los usos que hemos mencionado hasta ahora, el champú también puede servir como un excelente producto para limpiar e iluminar la piel del rostro. Si tienes prisa y no tienes tiempo para ducharte y cuidar la piel de tu rostro, puedes simplemente tomar un poco de champú, aplicarlo en tu rostro (¡cuidado con el contorno de los ojos!), lavarte bien con agua y el producto hará su trabajo. El champú ayuda a refrescar y limpiar la piel, y también actúa como hidratante, por lo que es adecuado para tratar la piel seca y agrietada.
Fuente de las imágenes: 1950sUnlimited, U.S. Air Force