La mayoría de los tratamientos existentes para el Alzheimer tienen como objetivo limpiar la "basura" que se acumula en el cerebro (placa) y causa estos cortes de energía, pero el problema es que no abordan los cortes de energía en sí. En cambio, la molécula recién descubierta, llamada DDL-920, sí puede hacer esto, como un electricista llamado para arreglar el cortocircuito, y gracias a ella, el futuro del tratamiento del Alzheimer parece mucho más prometedor.
"Realmente no hay nada parecido en el mercado ni en el campo experimental, y ningún otro tratamiento ha demostrado la capacidad de hacer esto", dice el Dr. István Módy, profesor de neurología en la Universidad de California en Los Ángeles, e investigador principal. De hecho, incluso los medicamentos modernos aprobados recientemente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), como Lecanemab, cuyo uso en Estados Unidos se aprobó en 2023, solo pueden limpiar la acumulación de placa en el cerebro, pero no pueden reparar el daño que causó. "Estos medicamentos pueden dejar un cerebro sin placa, pero todos los cambios patológicos en los mecanismos de cableado de las células nerviosas siguen dañados", dice el Dr. Módy, lo que significa que no abordan los problemas cognitivos que ya se han producido.
En otros estudios se intentó recuperar la memoria aumentando las oscilaciones de las ondas gamma con la ayuda de ayudas externas, como frecuencias magnéticas, pero sin éxito. Sin embargo, en el estudio actual, hay un avance significativo. En lugar de intentar influir en las oscilaciones de las ondas gamma utilizando ayudas externas, los investigadores decidieron intentar influir en el cerebro desde dentro, con la ayuda de moléculas, y la molécula DDL-920 tuvo éxito en la tarea.
En experimentos de laboratorio, se puso a prueba a ratones con síntomas de Alzheimer y ratones sanos, y aprendieron a navegar por un laberinto con pistas destinadas a guiarlos hasta la salida. A los ratones que sufrían Alzheimer se les administró una dosis de la molécula DDL-920 dos veces al día durante dos semanas y, como resultado, mostraron una mejora notable en su capacidad para navegar por el laberinto y encontrar la salida, funcionando tan bien como los ratones sanos en el mismo laberinto.
Además, no se observaron efectos secundarios negativos del tratamiento con la molécula, por lo que los investigadores especulan que el tratamiento con ella también será seguro para los humanos. Sin embargo, todavía se necesitan más ensayos en humanos para confirmar esta teoría. Si los ensayos muestran un éxito al mismo nivel, la molécula permitirá tratamientos efectivos no sólo para pacientes con Alzheimer, sino también para aquellos con esquizofrenia, depresión y personas con autismo.