La mayoría de los veterinarios sugieren cambiar a comida para perros mayores cuando su perro tenga alrededor de 7 años para las razas más grandes y 10 años para las razas más pequeñas. Sin embargo, esto es sólo una pauta general. A algunos perros mayores les puede ir bien con su dieta actual durante más tiempo, especialmente si todavía están activos y sanos.
Te recomendamos estar atento a signos como disminución de la actividad, aumento de peso o pelaje sin brillo. Es importante consultar a tu veterinario, ya que puede evaluar las necesidades individuales, la salud y el nivel de actividad de tu perro para determinar el mejor momento para realizar la transición a una dieta para personas mayores para su salud general en la tercera edad.
Ahora exploremos las dietas más beneficiosas para el bienestar de tu perro anciano.
La artritis es una preocupación común para los perros mayores. Por tanto, es beneficioso incluir ácidos grasos omega-3, especialmente EPA y DHA, en la dieta de perros mayores. Los estudios indican que estos podrían ayudar a aliviar las complicaciones de las articulaciones e incluso los problemas cognitivos.
Si decides agregar omega-3 directamente a la comida de tu perro, busca un contenido combinado de EPA y DHA de 700 a 1500 mg al día. Comienza con una dosis más baja y aumenta gradualmente. Reduce la cantidad si tu perro experimenta síntomas gastrointestinales como diarrea o vómitos.
Al igual que nosotros, los perros necesitan agua para prosperar. Mantiene su digestión avanzando, regula la temperatura y amortigua sus articulaciones para facilitar el movimiento.
La deshidratación puede convertirse en una preocupación mayor para los perros ancianos. Para mantener a tu compañero mayor feliz y saludable, proporciónale agua limpia y fresca en todo momento.
Vigila su plato y rellénalo con frecuencia. Recuerda, algunas condiciones de salud, como los riñones débiles, pueden aumentar la sed de un perro. Si notas un aumento significativo en el consumo de agua, consulta a tu veterinario.
A medida que los perros envejecen, sus necesidades dietéticas suelen cambiar debido a problemas de salud relacionados con la edad. Es importante consultar a un veterinario o nutricionista veterinario, especialmente si tu perro anciano desarrolla afecciones como diabetes, insuficiencia renal o enfermedad hepática. Las dietas especializadas pueden controlar eficazmente estas afecciones y mejorar la calidad de vida de tu perro.
Por ejemplo, los perros con enfermedades cardíacas pueden beneficiarse al cambiar a alimentos para perros ancianos bajos en calorías y sodio para ayudarlos a controlar su peso y reducir la tensión en sus corazones. Los perros diabéticos necesitan alimentos que ralenticen la absorción, evitando picos repentinos de azúcar en sangre. En tales casos, se recomiendan dietas bajas en grasas y ricas en fibra.
Además, los perros ancianos que padecen estreñimiento pueden encontrar alivio con una dieta rica en fibra que promueva las deposiciones regulares. Muchos alimentos para perros ancianos están diseñados con fuentes de proteínas de mayor calidad, que no solo ayudan a mantener la masa muscular sino que también reducen la tensión en los riñones, lo que aborda un problema común en los perros de edad avanzada.
Fuentes: Cornell University College of Veterinary Medicine, PetMD, The Kennel Club, AKC Canine Health Foundation, All About Dog Food