Hemos preparado una guía completa para todos los entusiastas de las plantas. Cubre ocho signos de enfermedades de las plantas y brinda soluciones para restaurar su salud y belleza.
¿Tu planta muestra signos de hojas doradas o bordes amarillos? Estos podrían indicar problemas como riego inadecuado, exposición inadecuada a la luz solar o la presencia de hongos dañinos. Pero, ¿cómo puedes interpretar estas señales y cuidar a tu amada planta para que recupere su antigua gloria? Para ayudarte, hemos preparado una guía completa para todos los entusiastas de las plantas. Cubre ocho signos de enfermedades de las plantas y brinda soluciones para restaurar su salud y belleza.
Por lo general, las hojas completamente marrones son una parte natural del proceso de envejecimiento de una planta y no un motivo de preocupación relacionado con el cuidado o las condiciones ambientales.
Qué hacer: dado que estas hojas están esencialmente muertas y agotan la energía de la planta, no hay necesidad de conservarlas. Simplemente recórtalas con un cuchillo o unas tijeras.
Las hojas con una punta marrón indican un suministro insuficiente de agua a las plantas. Esto ocurre debido al proceso de transferencia de fluidos dentro de las plantas. Al regar plantas en macetas, el agua viaja desde el suelo a través de las raíces hasta el resto de la planta, incluidas las hojas. La insuficiencia de agua en la planta y el suelo afecta principalmente a las hojas, provocando un pardeamiento en las puntas.
Este fenómeno indica varios problemas potenciales, que incluyen riego poco frecuente, suelo de mala calidad que no puede absorber el agua de manera efectiva y raíces dañadas debido al riego excesivo o la falta de espacio en una maceta pequeña.
Para abordar este problema, existen dos soluciones para mantener la humedad adecuada del suelo:
1. Coloca una esponja en el fondo de la maceta, que absorba el exceso de agua y la suelte cuando la planta requiera hidratación.
2. Inserta una botella de plástico con pequeños agujeros en el suelo permite que la planta beba agua según sea necesario.
A veces nos preocupamos por regar en exceso nuestras plantas, lo que puede provocar el crecimiento de hongos y la aparición de manchas marrones en el centro de las hojas. Estas manchas pueden extenderse hacia los bordes de las hojas si no se soluciona el problema.
Lo que puedes hacer: permite que los 12 cm superiores de tierra se sequen antes de volver a regar tus plantas y evita dejar la maceta inundada de agua. Si el suelo permanece constantemente húmedo incluso después de regar, puede ser necesario ajustar la cantidad de agua utilizada.
El uso de papeles de filtro de café en el fondo de la maceta o maceta puede ayudar a drenar el exceso de agua y mantener un nivel saludable de humedad para la planta.
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No es raro que las plantas más viejas experimenten este fenómeno, por lo que si ha estado cuidando algunas plantas durante mucho tiempo, no se sorprenda si sus hojas se vuelven amarillas y se caen. Sin embargo, si esto ocurre en plantas más jóvenes y afecta a varias hojas, es probable que se deba a problemas con el riego, la ubicación de la maceta, las fluctuaciones de temperatura o el clima seco.
Si solo las hojas superiores de tu planta en maceta se vuelven amarillas y el resto permanece verde, el problema puede ser un exceso de calcio en el agua de riego.
Para abordar el problema, primero, encuentra la ubicación óptima para tu planta. Sin embargo, evita moverla con demasiada frecuencia ya que las plantas tardan en adaptarse a nuevos entornos. Si el problema está relacionado con el exceso de calcio, considera cambiar la fuente de agua de riego.
De manera similar a lo que describimos en la sección 3, la presencia de manchas oscuras en las hojas a menudo es causada por el crecimiento de hongos, que ocurre en climas cálidos y húmedos. Esta condición también puede indicar una exposición excesiva a la luz solar.
Para abordar este problema, si la planta está en macetas en el interior, se recomienda aislarla de otras plantas para evitar una mayor infección. Además, asegúrate de que la planta no esté demasiado cerca de las ventanas para eliminar la posibilidad de que la exposición al sol sea la causa de las manchas. Recorta la hoja infectada y deja que el resto de la planta se cure.
Si la planta se cultiva en un patio o jardín, puedes considerar fertilizarla con sustancias a base de azufre y cobre. Otra opción es utilizar una solución natural casera que consiste en ½ cucharadita de bicarbonato de sodio en polvo mezclado con 4 litros de agua para tratar la planta.
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Si notas que los bordes de las hojas de tu planta se han vuelto pálidos o amarillos de repente, podría ser una señal de que les faltan nutrientes esenciales. Esto puede suceder cuando la planta no puede absorber los minerales necesarios del suelo debido a factores como la alta acidez, la sequedad o la evaporación del agua.
Para abordar este problema, puedes usar cáscaras de huevo como una solución natural. Las cáscaras de huevo son ricas en calcio y potasio, que son beneficiosos para las plantas. Simplemente agrega 5 cáscaras de huevo secas, ya sea enteras o trituradas en polvo, al suelo de la planta una vez por semana.
Otra opción es regar la planta regularmente con agua que se haya usado para remojar huevos duros durante la noche.
Durante las etapas iniciales del crecimiento de su planta, mostró hojas grandes y hermosas. Sin embargo, es posible que haya notado que las hojas más nuevas ahora son más pequeñas. Esto podría ser el resultado de la luz solar insuficiente, lo que hace que la planta produzca hojas más pequeñas que requieren menos energía y esfuerzo.
Aunque hayas colocado la maceta cerca de una ventana y reciba la luz adecuada, es posible que se haya acumulado una capa de polvo sobre las hojas, dificultando la penetración de la luz solar y reduciendo la capacidad de fotosíntesis de la planta.
Para abordar este problema, puedes seguir algunos pasos. Si el problema se debe a la falta de luz solar, considera reubicar la maceta en un lugar cerca de una ventana o en un área más iluminada.
Si la luz del sol no es el problema, puedes ponerte guantes suaves y quitar suavemente el polvo que se ha depositado en las hojas. Al hacerlo, ayudarás a la planta a recuperar su capacidad de prosperar y crecer.
Algunas de las plantas que compramos y traemos a nuestros hogares u oficinas provienen de regiones tropicales con altos niveles de humedad. Sin embargo, estas plantas pueden tener dificultades para adaptarse a la menor humedad y al espacio limitado en nuestros ambientes interiores. En consecuencia, sus hojas pueden desarrollar curvas antiestéticas, dando a las plantas un aspecto descuidado.
Para evitar esto, es importante evitar colocar las macetas cerca de rejillas de ventilación o difusores de calor, ya que pueden dañar las plantas. Además, puedes mejorar el nivel de humedad alrededor de tus plantas agrupando varias macetas, rociándolas regularmente con agua y aumentando la frecuencia o la cantidad de riego. Sin embargo, es crucial tener cuidado y evitar el riego excesivo.