En el vibrante mosaico de la expresión humana, pocos elementos nos cautivan tanto como el repique de la risa. Resuena a través de nuestros espacios compartidos, da calidez a nuestras reuniones y trasciende las barreras del idioma, la cultura y la edad. No hay sociedad de humanos que no se ría, o que no tenga humor. Es un lenguaje universal de alegría y conexión social, un faro radiante de nuestra humanidad compartida. Pero, ¿dónde se origina este enigmático comportamiento y reacción? A pesar de lo generalizado que es en nuestras vidas, el origen de la risa sigue siendo un enigma intrigante.
En nuestra búsqueda para comprender este fenómeno críptico, los académicos se han embarcado en exploraciones rigurosas, sus estudios los han llevado a lo largo de milenios, haciéndose una de las preguntas más simples pero más difíciles: ¿Por qué nos reímos?
Hay algunas cosas que todos sabemos acerca de la risa. Nos reímos más cuando estamos en compañía que solos. La risa es contagiosa. El humor se considera un rasgo positivo, que nos hace sentir bien y a gusto. Pero, ¿de dónde vienen el humor y la risa?
Aquí profundizamos en siete estudios realizados durante las últimas cuatro décadas que han iluminado nuestra comprensión de los orígenes de la risa y su profunda influencia en nuestras vidas.
1. Provine, R. R. (2000) - La risa: una investigación científica
Los albores del siglo XXI marcaron un avance significativo en nuestra comprensión de la risa con el innovador estudio del neurocientífico Robert Provine realizado en la Universidad de Maryland, condado de Baltimore, EE. UU. La risa desmitificada de Provine como un contagio social, una melodía contagiosa que une a los individuos en un coro armonioso. Sus observaciones revelaron que la risa es principalmente una construcción social, un vehículo para unir y reforzar los lazos sociales, más que una mera respuesta al humor.
La risa, al parecer, era una danza bellamente orquestada de conectividad interpersonal, un testimonio de nuestra necesidad innata de cohesión social.
2. Dunbar, R. I. M. et al. (2011), Universidad de Oxford, Reino Unido. - La risa social se correlaciona con un umbral de dolor elevado
Adentrándose más en el laberinto de la risa, Robin Dunbar y su equipo destacaron los beneficios fisiológicos de la risa en su estudio de 2011. Revelaron la capacidad de la risa para elevar los umbrales del dolor, insinuando la presencia de liberación de endorfinas. Esto proporcionó una nueva perspectiva, sugiriendo el papel de la risa como una herramienta de resiliencia, un mecanismo de defensa que ha evolucionado para ayudarnos a resistir, a prosperar en medio de la adversidad.
Así, nuestra risa surge no solo como un eco de alegría sino también como un escudo de fortaleza, que nos permite capear las tormentas de la vida.
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3. Fry, W. F., & Savin, W. M. (1988) - Risa alegre y presión arterial
Un estudio anterior pero igualmente notable realizado por Fry y Savin en 1988 en la Universidad de Stanford, California, reveló la intrigante relación entre la risa y nuestra salud fisiológica. Su estudio descubrió que la risa abundante podría conducir a una disminución de la presión arterial, reafirmando el antiguo adagio de que la risa es realmente la mejor medicina. Bajo esta luz, la risa se transforma en un sanador sublime, un bálsamo calmante que repara nuestro bienestar fisiológico y potencia nuestra vitalidad.
Estos hallazgos plantearon preguntas sobre el papel de la risa como una fuerza curativa real en nuestros cuerpos. ¿La risa y el humor comenzaron como una forma de relajar nuestros cuerpos para aceptar la curación? Otra teoría dice que tal vez el cuerpo humano necesita comprender que el peligro ha terminado, para que pueda relajarse y orientar sus recursos hacia la curación. La risa puede ser una forma en que el cerebro le indica al cuerpo que la situación actual es social o lo suficientemente tranquila. Después de todo, no te ríes en la cara de un tigre que te ataca (sé que no lo harías).
4. Meyer, M. et al. (2007), Universidad de Zúrich, Suiza - El humor como red cerebral común
Un salto en los avances tecnológicos permitió a Martin Meyer y su equipo profundizar en 2007 en el ámbito neurocientífico del humor y la risa. Sus hallazgos revelaron una red compleja de regiones cerebrales involucradas en el procesamiento del humor, ofreciéndonos así un vistazo a la intrincada coreografía cerebral que orquesta nuestros momentos de alegría. La risa, así, se reveló como un magnífico ballet de actividad neuronal, un gran espectáculo de sinfonía cerebral.
Si me permites una metáfora, uno podría imaginarse la corteza prefrontal (la parte frontal de nuestro lóbulo frontal, como detrás de nuestra frente) como el director sofisticado de esta orquesta cerebral, orquestando nuestra comprensión del contexto y los matices.
La amígdala y la corteza insular, por otro lado, tocan las cuerdas emotivas, encendiendo la chispa de la alegría, ya que son responsables de la mayoría de nuestras reacciones emocionales. Mientras tanto, la corteza prefrontal ventromedial, como procesador de información, se presenta como el crítico perspicaz, evaluando el contenido humorístico y la respuesta emocional subsiguiente.
Este estudio fascinante ofreció una visión poco común del intrincado funcionamiento de nuestro cerebro cuando se involucra con el humor, iluminando las complejas vías neuronales que subyacen en nuestros momentos compartidos de alegría. Subraya el profundo papel que juega el humor en nuestro funcionamiento cognitivo, transformando nuestra comprensión de él de una mera fuente de diversión a un proceso cognitivo complejo y multifacético.
5. Bryant, G. A., & Aktipis, C. A. (2014) - La naturaleza animal de la risa humana espontánea
El más reciente de nuestros estudios elegidos, realizado por Bryant y Aktipis en 2014, dio un paso atrás y examinó la risa en el contexto más amplio de la biología evolutiva. Propusieron los orígenes de la risa en el jadeo de nuestros ancestros primates durante el juego, insinuando las raíces primarias de la risa. Esta teoría fascinante posicionó a la risa como un lenguaje antiguo, un eco melódico que resuena desde nuestro pasado profundo.
Cuando vemos jugar a cachorros y gatitos, es casi obvio para nosotros que en realidad no tienen la intención de lastimarse, incluso si tuvieran los medios para hacerlo. Están participando en lo que llamamos "jugar". Los niños hacen lo mismo, imitando a los adultos en pequeños juegos que no son "serios". De esta manera, se puede pensar que la risa y el humor se originan en nuestra necesidad de decirle a otra persona: "Esto no es real, en realidad no me refiero a las cosas que hago y digo, esto es solo una actuación". Esto permite que el juego continúe sin que otros piensen que esto es real.
Otro ejemplo podría ser cuando vemos que alguien más se lastima y nos reímos sin querer. ¿Disfrutamos tanto de su sufrimiento, que nos reímos? La respuesta es no. Según esta teoría, la risa podría ser la forma que tiene nuestro cuerpo de calmarse a sí mismo y a las personas que te rodean, como si dijeras: "Esa persona estaba herida, pero yo estoy bien, la gente a mi alrededor está bien, no soy yo". Esto explicaría por qué a veces nos reímos cuando vemos caer a otros de alguna manera.
Sin embargo, cuando el dolor es muy grave, nuestro cuerpo rara vez reaccionará con la risa. Esto puede ser un punto en contra de la teoría, o puede ser que una situación tan grave puede tener consecuencias nefastas incluso si se ve, por lo que no debemos ESTAR relajados en ese momento.
6. Gervais, M. y Wilson, D. S. (2005) - La evolución y funciones de la risa y el humor
En la Universidad Estatal de Nueva York, Binghamton, EE. UU., Matthew Gervais y David Sloan Wilson propusieron una hipótesis convincente en 2005: la risa y el humor, sugirieron, están intrínsecamente ligados a nuestra evolución como seres sociales. Su revisión exhaustiva argumentó que la risa se originó como una expresión compartida durante el juego entre nuestros primeros ancestros primates. Esta risa, postularon, se convirtió en una herramienta social sofisticada en los humanos, con el humor emergiendo como una adaptación cognitiva para estimular la risa.
En esencia, Gervais y Wilson retrataron el humor como una llave artesanal, diseñada durante eones para desbloquear las ricas recompensas de la risa social. Su trabajo pinta la risa y el humor como una parte integral de nuestro viaje evolutivo compartido, una deliciosa danza de interacción cognitiva y social que continúa dando forma a nuestras vidas.
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7. Hurley, M. M., Dennett, D. C., & Adams, R. B. Jr. (2011) - Inside Jokes: Uso del humor para hacer ingeniería inversa de la mente
En un estudio histórico realizado en la Universidad de Tufts, Massachusetts, EE. UU., Matthew M. Hurley, Daniel C. Dennett y Reginald B. Adams Jr. se embarcaron en 2011 en un ambicioso viaje hacia la ingeniería inversa del humor. Propusieron una teoría evolutiva novedosa: el humor, argumentaron, funciona como un sistema interno de "depuración" que nos ayuda a corregir suposiciones erróneas al recompensarnos con la risa cuando las reconocemos.
Esta perspectiva revolucionaria transforma el humor de una mera fuente de diversión en un poderoso arquitecto de la percepción, moldeando y refinando nuestra comprensión del mundo. Este estudio, entonces, nos ofrece una nueva lente para ver el humor y la risa, no solo como ecos de diversión, sino como maestros integrales en el gran cosmos de la cognición.
En conclusión...
A medida que observamos la percepción humana, la cognición y el pasado evolutivo, la risa emerge como un hilo vibrante que une a individuos y grupos. De los estudios que hemos investigado, seguramente parece que la risa y el humor SÍ tienen una función dentro de nuestros cuerpos, ya sea para calmarnos, ayudarnos a navegar en la sociedad, ayudarnos a cortejar a otros o entablar amistad con ellos o un método para reducir los errores de comportamiento.
Desde sus orígenes primarios sugeridos hasta sus profundos impactos sociales y fisiológicos, la risa es un fenómeno complejo, un misterio cautivador que continúa encantandonos y eludiendonos. A medida que continuamos nuestra estancia académica en el laberinto de la risa, recordamos su belleza multifacética, su encanto perdurable y su poder transformador. Porque si hay una conclusión definitiva a la que podemos llegar, al final de esta investigación, es que la risa es buena para ti.