Esta condición de salud es más común en los adultos mayores en el hospital; 1 de cada 3 adultos hospitalizados mayores de 70 años la tiene. Sin embargo, cualquiera puede experimentar delirio, incluso si está menos extendido.
El delirio es una afección muy grave, pero la buena noticia es que a menudo es temporal. El tratamiento se administra según la causa, ya sea enfermedad, efectos secundarios de medicamentos o infección.
Entonces ya sabes que la hospitalización y la edad pueden aumentar el riesgo de desarrollar delirio. Pero también hay algunos otros factores, a saber:
La confusión se considera el síntoma principal del delirio. En la práctica, este síntoma se manifiesta a través de:
Además, las personas que experimentan delirio pueden mostrar:
Los síntomas aparecen con bastante rapidez, en cuestión de horas o días, y fluctúan a lo largo del día. En general, una persona que experimenta delirio también puede sentirse mejor durante el día, pero empeorar durante la noche cuando el entorno parece más desconocido.
Como habrás notado, algunos de estos síntomas se contradicen entre sí. Esto se debe a que el delirio puede hacer que una persona sea más activa, menos activa o hacer que se mueva entre la hiperactividad y la actividad reducida. Es por eso que los médicos suelen distinguir entre los siguientes tres tipos de delirio:
El delirio hipoactivo es la otra cara del tipo anterior, ya que se acompaña de un nivel reducido de actividad. Las personas con este tipo de delirio parecen perezosas, incapaces de concentrarse y parecen estar aturdidas. También pueden tener una expresión facial en blanco al hablar o no mostrar interés en los alrededores. Los movimientos pueden volverse más lentos, pueden dormir más, omitir comidas y parecer tranquilos y retraídos.
Como su nombre indica, este tipo combina las características de los dos tipos anteriores. Una persona puede alternar entre delirio hiperactivo e hipoactivo. Por lo general, es posible que no veas un cambio en el nivel de actividad, pero la persona mostrará síntomas de hiperactividad, como agitación, y luego regresará a los síntomas de hipoactividad al dormir todo el día.
Estas dos condiciones a menudo se confunden porque son similares en la superficie. Aunque tanto el delirio como la demencia implican confusión y problemas de memoria como síntoma, existen varias diferencias clave entre estas dos condiciones.
La principal diferencia es el inicio rápido. El delirio comienza rápidamente y abruptamente, mientras que una persona con demencia generalmente empeorará durante un largo período de tiempo, a menudo años. Otra característica del delirio son las fluctuaciones entre períodos de alerta y confusión durante el día. En cambio, la demencia es una reducción más constante de las capacidades cognitivas. Los problemas de memoria tienden a ser diferentes también: mientras que los pacientes con demencia tienen problemas de memoria a largo plazo, los pacientes con delirio tienen problemas con la memoria a corto plazo.
Nota: Es posible tener demencia y delirio al mismo tiempo. De hecho, la demencia aumenta el riesgo de delirio, mientras que el delirio puede acelerar la progresión de la demencia.
Rara vez, o nunca, hay una sola causa de delirio. Se desarrolla cuando los mecanismos compensatorios del cuerpo ya no pueden hacer frente a una multitud de factores estresantes. Estos mecanismos también se denominan capacidad de reserva funcional y es vulnerable a una variedad de factores estresantes, como:
Cuando no se trata a tiempo, el delirio puede provocar complicaciones de diversa duración y gravedad. Algunos ejemplos son:
Una vez que se aborda el desencadenante subyacente del episodio de delirio, la persona debe comenzar a recuperarse. Cuanto mejor sea la salud antes de desarrollar el delirio, más rápido y mayor será el grado de recuperación.
En caso de que alguien que conozcas que no esté en el hospital muestre signos de delirio, intenta llevarlo al hospital lo antes posible. Los síntomas graves de delirio o su rápido desarrollo requieren tratamiento de emergencia.
Durante la visita al médico, usarán una combinación de un examen físico y neurológico. También se pueden requerir algunas pruebas de laboratorio. Si estás visitando a un ser querido, es una buena idea registrar los cambios en el comportamiento que está viendo.
A diferencia de una condición cerebral progresiva como la demencia, el delirio es tratable. El tiempo de recuperación total o parcial varía de horas a días e incluso meses. Recuperarte de esta afección lleva tiempo y algunos cambios pueden ser permanentes. Cuanto más rápido recibas tratamiento y más leve sea el delirio, más rápida será la recuperación.
Aquí hay varios consejos preventivos que te ayudarán a evitar esta aterradora condición:
1. Haz ejercicios mentales regulares, ya sean test en línea, crucigramas o simplemente asegúrate de saber la fecha y la hora en todo momento.
2. Deja entrar la luz natural durante el día y mantén la habitación oscura durante la noche. Esto ayudará al cerebro a mantenerse orientado en el tiempo.
3. Usa audífonos y anteojos si los necesitas. Es importante estimular el procesamiento de la visión y la audición en el cerebro sobre tu entorno.
4. Muévete lo más que puedas, haz ejercicio o fisioterapia en el momento en que tu médico te lo permita. Solo asegúrate de hacerlo de manera segura y con orientación si es necesario para evitar lesiones y caídas.
5. Conéctate con familiares y seres queridos tanto como puedas.
6. Ve a evaluaciones regulares al médico.
El delirium tremens ocurre debido a la abstinencia del consumo diario de alcohol. Provoca confusión junto con temblores, particularmente temblores de manos. Otros síntomas incluyen:
Cuando ocurre, la persona que lo experimenta necesita atención médica de emergencia. El delirium tremens no tratado es mortal en el 37% de los casos, por lo que el tratamiento oportuno podría salvar la vida.
Referencias: Cleveland Clinic, Verywell Mind, Healthline, Better Health While Aging, Medical News Today